Fundadoras destacan alianza para informar y defender derechos
Con
la ardua tarea de hacer alianzas entre reporteras para informar sobre
lo que hacen, piensan y viven las mujeres, hace 20 años nació la Red
Nacional de Periodistas, espacio que a lo largo del tiempo crece, se
fortalece y se adapta al nuevo contexto de los medios de comunicación y
de la libertad de expresión.
Dos décadas después de buscar que periódicos, revistas y emisoras de
radio abrieran espacios para difundir información que diera cuenta de
la condición social de las mexicanas, este 2015 la Red Nacional cumple
un año más de vida con el objetivo de continuar comunicando sin
prejuicio y sin discriminación en el actual entorno mediático.
En 1995 dos mujeres, Sara Lovera y Yoloxóchitl Casas comenzaron a
recorrer el país en busca de aliadas y así nació un pequeño grupo que
hoy se integra por unas mil periodistas de todo el país, ellas que de
alguna manera están involucradas con el periodismo con perspectiva de
género.
Aún hay quien piensa que las mujeres no son noticia, para estas
comunicadoras las mexicanas son protagonistas de temas sobre Derechos
Humanos, salud, economía, los avances tecnológicos, los recursos
naturales, seguridad, política, justicia, el arte, la cultura y
cualquier otro asunto de interés.
Con esta convicción, en septiembre de 1995 se creó la Red Nacional de
Periodistas mientras en Beijing, China, se celebraba la IV Conferencia
Mundial sobre la Mujer, de la cual salió la Plataforma de Acción, un
documento firmado por todos los países miembros de la ONU, cuenta Lucía
Lagunes, directora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
La Plataforma de Acción, dividida por apartados, incluye el Capítulo J
sobre “La mujer y los medios de difusión”. Contempla dos objetivos:
primero, aumentar el acceso de las mujeres y su participación en los
medios, así como en las nuevas tecnologías de comunicación; y segundo,
fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de ellas en los
medios informativos.
Parte de esta historia se recoge en el libro “Tejedoras de la palabra”,
editado por CIMAC en el año 2000, y en el que las fundadoras de esta
Red –muchas de ellas hoy activas y otras tantas enfocadas en otros
proyectos periodísticos– expresan el por qué de esta alianza, de sus
objetivos y en algunos casos de su militancia feminista.
TEJIENDO LA HISTORIA
A lo largo del tiempo a esas mujeres se sumaron muchas otras que
inspiradas por el ejemplo de un periodismo incluyente y social,
decidieron unirse a los principios de la Red.
De todas ellas, un pequeño grupo: las periodistas Lucía Lagunes,
Cecilia Lavalle, Socorro Chablé, Argentina Casanova y Rosa María
Rodríguez narran lo que han construido y cómo, a salto de mata,
lograron que los medios incluyeran las noticias sobre el acontecer de
la población femenina.
Ante esto, Lucía Lagunes explica que este espacio fue fundamental para
abrir suplementos de género, espacios de opinión para las mujeres, para
solidarizarse con compañeras agredidas o amenazadas por su trabajo,
gestionar becas y apoyar la profesionalización, entre otras actividades.
Como en pocos casos, la Red no es una asociación sindical ni una
organización civil, por el contrario se establece como una red
solidaria que se asume descentralizada, horizontal, dinámica, flexible,
no excluyente y autónoma.
Rosa María Rodríguez, reportera del diario Expreso de Ciudad Victoria,
en Tamaulipas, menciona que gracias a este conglomerado de periodistas,
las comunicadoras de los estados también han hecho sus propias redes
donde se encuentran, se capacitan, comparten información, y planean
estrategias y campañas.
Así nació la Red de Tamaulipas, que retoma los principios de la Red
Nacional y que ve necesario formar al gremio periodístico en vista de
que no hay escuelas de comunicación que integren en sus currículos
materias sobre la generación de información desde la perspectiva de los
derechos de las mujeres.
Cecilia Lavalle, columnista de El Siglo de Torreón y del Diario de
Quintana Roo, asegura que esta nueva forma de organización –que no está
exenta de equivocaciones y de costos– funciona muy bien para aquellas
reporteras que están lejos del centro del país y de donde se toman las
decisiones nacionales.
Entre los aportes menciona: “Tener un grupo importante de periodistas
que tienen perspectiva de género o que están aprendiendo a trabajar con
perspectiva de género, me parece un aporte enorme de los esfuerzos que
se han hecho por capacitar a periodistas”.
“MEZCLAR PERIODISMO Y ACTIVISMO”
Lavalle indica que con el tiempo, la Red se convirtió en la voz de
alarma o alerta de quienes sufren una agresión, pero al mismo tiempo en
el centro que documenta cómo les va a las comunicadoras.
Hay que decir que durante estas dos décadas las periodistas se abocaron
a ampliar y ganar espacios en los medios, a impulsar campañas de
información, y a profesionalizar su oficio, pero en los últimos años se
enfrentaron a una vorágine de violencia contra el gremio periodístico
que las hizo tomar acciones de defensa.
Socorro Chablé, fotógrafa y periodista de Por Esto!, de Yucatán,
destaca el acompañamiento entre periodistas. “La columna vertebral de
la Red es hacia fuera; el papel que estamos jugando en un contexto de
violencia y violación a Derechos Humanos de las periodistas dentro de
esta vorágine de asesinatos, amenazas y secuestros”.
Pero no sólo la violencia; a la par se ha extendido un entorno
mediático donde cada vez hay más páginas web, blogs, medios en
internet, donde la información visual cobra mayor relevancia, y donde
una periodista tiene que ser redactora, camarógrafa y locutora si
quiere continuar en un medio de comunicación.
Argentina Casanova, periodista, columnista y corresponsal del programa
radiofónico Detrás de la Noticia, explica que la Red es para coincidir
en la defensa de los Derechos Humanos, a veces para mezclar el
periodismo y el activismo, y para sentirse acompañadas en un mundo
masculino.
A propósito de este 20 aniversario, CIMAC realizó el informe
“Condiciones laborales de las y los periodistas en México”, en el que a
través de un sondeo con periodistas encontró que las problemáticas
laborales de quienes ejercen el oficio son las mismas que en 1995.
El informe concluye que a ello se suma la falta de capacitación, de
organizaciones gremiales que defiendan derechos laborales, la carencia
de seguro médico, el trato desigual que dan los mandos de los medios a
mujeres y hombres, ambientes de trabajo discriminatorios, y
hostigamiento laboral.
Con esta realidad y a propósito de los 20 años de la Plataforma de
Acción de Beijing, es hora de reflexionar sobre la tarea de las
informadoras, por ello este 27 y 28 de mayo se realizará un foro
internacional sobre medios, género y tecnologías de la información y la
comunicación en el Centro Cultural de España, en esta capital.
Especial, Por: Anayeli García Martínez, Cimacnoticias | México, DF.-
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