Las balas de goma de San Quintín
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-Nada
más veíamos caer a nuestros compañeros ensangrentados por las balas de
goma, que con toda fuerza aventaba la policía contra nosotros; como
piedras calientes reventaron nuestra cara, nuestra cabeza, dejando
hoyos que destrozaban nuestra piel por todos lados-. Así balbuceaba
palabras un jornalero del Valle de San Quintín incrédulo e indignado
después de la agresión del sábado 9 de mayo pasado.
-Nadie nos ayudaba, ni a quién pedirle ayuda porque era la propia
policía quien con todo odio iba contra nosotros, con toletazos en plena
cara y patadas también-, por todos lados veíamos caer ensangrentados a
nuestros compañeros los jornaleros.
Con este tipo de agresiones del gobierno del estado de Baja
California, la protesta se ha convertido en un delito, en una torpeza y
un atrevimiento mayor de los jornaleros que ejercen el derecho de
protesta por los míseros jornales que les pagan, nulas prestaciones
sociales, largas jornadas de trabajo, los grandes hacendados de esa
región norte del país como en tiempos porfiristas.
Para el gobierno californiano usar balas de goma contra
manifestantes, es un uso debido de la fuerza pública, no importa el
daño causado, no importan los heridos y las consecuencias, lo
importante es proteger la propiedad privada contra la rebelión de los
jornaleros. Fueron 70 lesionados 6 de ellos de gravedad y no hay
autoridad que responda.
¿Pero qué tipo de policía es esa a la que se permiten usar balas de
goma contra manifestantes? Actúan bajo la protección del señor
gobernador, que quiere a como dé lugar se termine la rebelión de esos
campesinos y sus familias.
No son balas de metal, pero el plástico comprimido hace un daño
severo contra quienes las reciben. La Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) debe intervenir para emitir una recomendación para que
los cuerpos policiacos dejen de usar las balas de plástico para
reprimir a manifestantes.
Las balas de goma han sido prohibidas en varios países para disolver
manifestaciones porque al ser lanzadas contra las multitudes llegan a
fracturar huesos, lesiones irreversibles en la cara y ojos. Son
lanzadas al azar, adonde vaya para lesionar con toda intención y eso es
lo que hizo el gobierno de Baja California.
El ejército israelí ha llegado a usar balas de goma y ahora de
caucho que lanza contra los palestinos. Hay denuncia de muertes con
ese tipo de proyectiles que disparadas al menos a 30 metros de
distancia tienen un efecto letal.
En Irlanda del Norte llegaron a percutirse más de 42 mil balas de
goma entre los años de 1973 a 1981 que produjo la muerte de catorce
personas entre ellos nueve niños. La mayoría de las muertes se produjo
porque las fuerzas británicas a quemarropa lanzaban este tipo de
proyectiles sobre pecho o cabeza causando daños letales.
¿Qué nacionalidad tienen esas armas usadas por gobiernos primitivos
como los del gobernador de Baja California que se ufana al decir que no
reprime a los manifestantes?
El gobierno del estado de Puebla fue severamente cuestionado por el
uso de estas armas contra manifestantes, que en una versión
controvertida se acusó de la muerte del menor Luis Alberto Tehuatlie
Tamayo por recibir el impacto de una bala de goma.
La Secretaría de la Defensa Nacional debe supervisar que este tipo
de armas con balas de goma, dejen de ser adquiridas por los gobiernos
estatales quienes apoyándose en su autonomía las compran sin importar
las consecuencias sobre la población.
En lugar de obtener respuestas para que los grandes latifundistas
cumplan con sus obligaciones laborales los jornaleros reciben la
agresión de un estado que no soporta la inconformidad social.
Correo: mfuentesmz@yahoo.com.mx twitter: @Manuel_FuentesM
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