Aunque
se han logrado avances importantes en el reconocimiento de la identidad
y Derechos Humanos (DH) de las poblaciones indígenas, quienes han
quedado excluidas de programas y políticas públicas e incluso han sido
“invisibilizadas” de la historia oficial son las mujeres afromexicanas,
víctimas también de una “triple discriminación”.
Ante ello, las juventudes afromexicanas organizadas reclaman el
reconocimiento constitucional de esta población y que se elaboren
políticas públicas basadas en sus necesidades específicas, ya que
actualmente son consideradas como parte de las comunidades indígenas.
Durante la presentación del informe “Juventudes indígenas y
afromexicanas hacia la agenda de desarrollo post 2015”, Petra Alejandra
Álvarez de la Cruz, representante juvenil de una de las comunidades
afromexicanas en el estado de Guerrero, señaló que esta población aún
no goza de derechos propios y que su aporte al desarrollo histórico del
país no ha sido reconocido.
De acuerdo con la también activista, las personas afrodescendientes
constituyen entre el 20 o 30 por ciento de la población de América
Latina, y se estima que en México hay 400 mil personas afromexicanas
principalmente en los estados de Coahuila, Chiapas, Guerrero, Michoacán
y Veracruz, aunque existe presencia en todas las entidades.
“La historia nos ha invisibilizado y se han ignorado todas las
contribuciones de África a la conformación de México”, pues
generalmente se considera que el mestizaje es producto de la unión de
“castas” españolas con poblaciones indígenas, sin tomar en cuenta todas
las personas africanas que “fueron traídas en calidad de esclavas”.
“Cuando se definió la identidad mexicana oficialmente, la historia no
nos consideró y nos desapareció por completo, como si no existiéramos,
por eso tenemos el proyecto de colocarnos en la historia del país”,
dijo la líder comunitaria.
Agregó que las mujeres afromexicanas al ser consideradas como parte de
las comunidades originarias también se ven obligadas a enfrentar la
exclusión, discriminación, falta de acceso a servicios de salud y
educación que las mujeres indígenas padecen, y al mismo tiempo son
discriminadas por su color, y en muchos casos no son consideradas como
mexicanas.
“Cuando se ve a alguien de color o con cabello ‘chino’ se dice: ‘ese es
negro’, y dicen que no somos mexicanos cuando ni el color, ni el
cabello deberían definirnos”, explicó.
Alejandra Álvarez dijo que mediante diversas luchas se ha logrado que
las comunidades afromexicanas sean nombradas en estados como Guerrero o
Oaxaca, pero continúan demandando un reconocimiento propio, y que se
les deje de equiparar como pueblos indígenas. “Demandamos políticas y
programas públicos enfocados en nuestras necesidades específicas”,
concluyó.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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