La
Asamblea Vecinal que se opone al “deprimido Mixcoac” envía un
comunicado para presentar las razones de su postura ante el proyecto
vial que está impulsando el Jefe de Gobierno del Distrito Federal,
Miguel Ángel Mancera. Este proyecto ha ocasionado la tala de 200
árboles, lo cual resulta en un grave ecocidio.
Por otra parte no ha habido
transparencia en las mesas de trabajo para consultar a las y los
vecinos sobre la viabilidad del proyecto.
Reproducimos íntegro el documento que nos envió Vecinos Unidos No al Deprimido Mixcoac
………………..
Ante la información difundida por la
Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal (SOBSE) respecto
al inminente reinicio de la obra del Doble Túnel o
Deprimido Insurgentes-Mixcoac, vecinos de las colonias colindantes al
proyecto (Florida, Acacias, Actipan, Xoco, San José Insurgentes, Noche
Buena, Insurgentes Mixcoac y Mixcoac) expresamos nuevamente nuestra
oposición firme al mismo, y ahora doblemente alertas porque los últimos
meses el Gobierno del Distrito Federal realizó una serie de
maniobras para simular un proceso de información y participación que en
los hechos siguió siendo limitado y engañoso.
Luego de la tala de más de 200 árboles
la madrugada del 8 de de marzo del año en curso, el jueves 12 del mismo
mes se realizó una Asamblea Vecinal en el camellón
Insurgentes- Mixcoac, en la cual se entregó a funcionarios de SOBSE un
documento de consenso donde se solicitó la entrega de la información
más relevante relacionada al proyecto del doble túnel o Deprimido
Mixcoac: Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); Manifestación
de Impacto Urbano (MIU); Licitación y Contrato (todos con sus términos
de referencia), así como estudios de Movilidad y de Ingeniería de
Transito que justificaran y demostraran la viabilidad de la obra, y el
Plan de Mitigación Integral.
En el mismo documento, se pidió la
instalación de mesas de trabajo públicas, donde especialistas y
científicos imparciales e independientes propuestos por los
vecinos evaluaran y plantearan sus dudas a funcionarios responsables de
la obra, a fin de que los principales afectados por esos trabajos
tuviéramos todos los elementos para decidir, en una consulta pública,
la conveniencia o no del proyecto.
Después de meses de insistir, sólo nos
entregaron un estudio de ingeniería de tránsito, los resolutivos de la
MIA emitidos por la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) y una memoria
técnica del proyecto; por otras vías los vecinos obtuvimos el contrato
y la Manifestación de Impacto Ambiental.
En distintos intercambios telefónicos y
reuniones, funcionarios de la Secretaría de Gobierno y de SOBSE
expresaron que no se había realizado la Manifestación de Impacto Urbano
porque no era necesario al tratarse de una obra pública. Sin embargo,
la Ley General de Obras señala la obligatoriedad de este tipo de
estudios por parte de la autoridad en su artículo tercero. Es
precisamente la ausencia del análisis de los impactos urbanos de otras
obras públicas, lo que ha conducido a la conflictividad vial de la zona.
En resumen, desde febrero de 2014 que
fue la primera vez que se pidió información sobre el Doble Túnel, el
Gobierno del Distrito Federal ha omitido toda la información de
dos aspectos fundamentales: la afectación a la dinámica hidrológica de
la cuenca del Río Mixcoac (actualmente canalizado en un sistema de
colectores), y cómo impactará la obra tanto al acui-tardo como al
acuífero, lo que generará afectaciones en la estabilidad de
las construcciones aledañas al producir hundimientos diferenciados,
fenómeno que motivó la suspensión del funcionamiento de la Línea 12 del
Metro.
Riesgos de hundimientos diferenciados e inundaciones
Los vecinos que damos seguimiento a los
acuerdos de la Asamblea del 12 de marzo, hemos invitado a especialistas
y científicos imparciales e independientes a las reuniones que hemos
mantenido con las autoridades, en un intento de persuadirlas de la
pertinencia de establecer las mesas técnicas. Ahí se ha esbozado por
parte de hidrogeólogos y geólogos, que la obra no es sustentable por el
enorme gasto de energía que implicará el bombeo permanente de agua
durante la ejecución de la obra y durante la operación del doble túnel
durante su vida útil, así como la necesaria extracción de las
partículas contaminantes que emitirán los automóviles; también se les
ha alertado respecto a los elevados riesgos de inundación por su
profundidad y por encontrarse dentro del acuífero.
Asimismo, con la tala de 855 árboles (o
600 de acuerdo a nuevas proyecciones), será imposible restituir los
servicios ambientales con que los capitalinos nos beneficiamos:
la generación de oxígeno; la captación de miles de toneladas de
contaminantes como el CO2, polvos, cenizas, humos, polen y demás
impurezas; la regulación térmica; regulación hídrica y la absorción de
ruido.
Además, las distintas autoridades no
han demostrado de manera objetiva y evidente que el doble túnel
resolverá el problema de movilidad de la zona, amén de que no
han cumplido con las leyes de transparencia y rendición de cuentas a
que están obligadas; no hacen ningún favor a los vecinos y a la
ciudadanía.
Bajo una evidente estrategia de
atomizar a los vecinos preocupados por el proyecto, los últimos meses
las autoridades se reunieron por separado con distintos grupos y
los coordinadores internos de los comités ciudadanos, que por cierto,
éstos últimos en ningún momento han realizado asambleas informativas en
las colonias respecto al proyecto y menos ha emprendido un proceso de
consulta para que decidamos sobre el mismo.
Negativa a evaluar científica e imparcialmente el proyecto
Por lo anterior, no dudamos en afirmar
que el gobierno capitalino ha emprendido un proceso de SIMULACIÓN para
legitimar una obra que deja más dudas que respuestas, a pesar de todo
su “esfuerzo”, que en realidad consistió en un diálogo de sordos
con quienes insistimos hasta el final que todo proyecto fuese sometido
al análisis y evaluación de científicos y especialistas imparciales.
En este momento, ante la inminencia del
aparente reinicio de la obra, las preguntas que planteamos a la opinión
pública en general y al Jefe de Gobierno en particular, son: 1)¿por qué
las autoridades no incorporaron en una misma instancia de trabajo a
todos los grupos a fin de homologar el proceso de información, opinión
y participación? 2) ¿Cuál es la razón de la negativa a establecer las
mesas técnicas con especialistas y científicos imparciales que evalúen
el proyecto ante vecinos y autoridades?
De manera que, emplazamos a las autoridades a:
– Qué hagan del conocimiento público el
nombre de las y los vecinos y especialistas que hicieron las propuestas
de cambio y que avalan el aparentemente nuevo proyecto que se va a
ejecutar; la intención es conocer las cartas credenciales de los
especialistas, y que la ciudadanía esté consciente de las y los vecinos
que avalan el procedimiento.
– Seguimos insistiendo en nuestra
demanda original: que el gobierno capitalino, encabezado por el doctor
Miguel Ángel Mancera Espinosa, establezca mesas técnicas con
especialistas y científicos independientes e imparciales propuestos por
las y los vecinos para analizar cualquier proyecto, nuevo o anterior,
que pretenda emprender en el cruce Insurgentes Mixcoac – Barranca del
Muerto.
– Detener el inicio de la obra hasta
que no se concrete nuestra demanda inicial, ya que sigue con los vicios
de origen: aunque hayan mediado decenas de reuniones, solo un minúsculo
grupo de vecinos ha dialogado con las autoridades mientras la mayoría
no sabemos a ciencia cierta si es correcto y viable el proyecto,
además que estamos conscientes que no poseemos la capacitación técnica
para evaluarlo y decidir.
Entre otros elementos, el imperativo de
nuestra exigencia obedece al hecho extremadamente preocupante de que
con el simple análisis de la MIA, los científicos independientes que la
analizaron determinaron que 9 de cada 10 impactos son negativos, y las
obras de mitigación insuficientes.
Mientras no se demuestre lo contrario,
sostenemos que esta obra vial va en contra del bienestar de los
vecinos, de las áreas verdes y de la salud de los capitalinos en
general, y que su objetivo está encaminado a beneficiar solo a los
grandes intereses inmobiliarios y de la industria automotriz.
Detrás de este tipo de proyectos de
gobierno, que supuestamente se realizan para mejorar la movilidad,
están las exigencias de los desarrolladores de las grandes torres
y edificios que se erigen en la zona, que más que progreso y calidad de
vida, DENOTAN LUCRO, pues solo sirven a intereses de sus
inversionistas, económicos, financieros e inmobiliarios, produciendo
cambios masivos en el uso del suelo que lanzan poderosas ondas de
reurbanización no necesariamente pensada en la mayoría de los
capitalinos, más bien impulsados por la brutal elevación del costo de
los terrenos. Además, cambian profundamente el equilibrio urbano de la
zona, expulsando de esta forma a los habitantes originarios.
Un dato muy relevante es que no existe
en todo el mundo un túnel de dos pisos como el que se pretende
construir, ya que es altamente peligroso, pues al colapsar uno
daña irremediablemente el siguiente nivel. Y es pertinente recordar
aquí que el Grupo Indi, a quien por asignación directa se le dio el
proyecto, tiene un historial de incumplimiento en el tiempo de entrega
y sobrecostos de los trabajos que realiza –por ejemplo, el
nuevo edificio del Senado, que aún no libera Banorte por los defectos
constructivos que aún presenta—, que de entrada lo descalifica para
encargarle la construcción del mismo.
En los próximos días, estaremos dando a
conocer los resultados del análisis realizado por científicos y
especialistas imparciales sobre la información y documentos a los
que tuvimos acceso.
Insistimos: los vecinos que impulsamos
la Asamblea Vecinal del 12 de marzo en el camellón de Río Mixcoac e
Insurgentes no avalamos la obra de inminente ejecución del doble túnel
y nuestra exigencia de transparencia y participación científica e
informada, sigue en pie.
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