Por: Cecilia Balderas
(05 de febrero, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- El senador Manuel Bartlett argumentó que la propuesta en materia de Mando Único enviada
por el Ejecutivo federal y ahora en revisión en el Senado de la
República, tiene por objetivo desarticular el sistema político mexicano,
a través de la eliminación de las policías municipales del país con lo
que de facto desaparecería la autoridad del municipio, lo que
facilitaría la imposición de las llamadas “reformas estructurales”.
El coordinador de la bancada del Partido del Trabajo (PT) recordó que el mismo secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong sostuvo
que es más fácil controlar a 32 que a más de 2 mil 800 policías
municipales, pues ese ese el objetivo de fondo de la administración
peñista: controlar y no hacer más eficientes a las corporaciones de
seguridad.
Denunció que Osorio Chong ha presionado al Senado, lo mismo que la
Comisión Nacional de Gobernadores (Conago) y que el presidente de esta
instancia, Eruviel Ávila, repitió el mismo argumento que el exgobernador
de Hidalgo.
Sin embargo, el político poblano agregó que otra arista de la presión
para que se apruebe el Mando Único viene de la Unión Americana, pues
Peña Nieto no ha cumplido con lo que se le ordenó desde Washington; es
decir, el establecimiento de un régimen que privilegie el cuidado de los
intereses de las empresas transnacionales que desde la entrada en vigor
de la reforma energética, están detrás de este tipo de recursos en
territorio mexicano.
Ejemplo de lo anterior, agregó el senador, es que las recientes
modificaciones a la Ley de Armas de Fuego permiten que agentes aduanales
norteamericanos estén presentes en las agencias aduanales del país,
aunado al permiso que se les concedió para portar armas, lo que a su vez
se traduce en un esquema de ocupación de tierras.
“Esa reforma necesita que los municipios no tengan ningún elemento de
defensa, porque la ocupación de tierras va a ser -y es ahorita- la
ocupación de tierras en las zonas indígenas, comunales, rurales; por eso
quieren quitar toda la fuerza y concentrarla en los bandos. Al final de
cuentas, es el establecimiento de un régimen, de un Estado
policiaco-militar”, detalló Bartlett.
Propuesta contra la ocupación
Ante este escenario, el coordinador de los diputados del hasta hace
unas semanas extinto Partido del Trabajo, propuso reformas
constitucionales para fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad
Pública con una visión municipalista, a través del que se consolide la
profesionalización de los cuerpos policíacos locales y municipales.
“Nuestra tesis es que los problemas de seguridad en el país no son,
ni se deben a las violaciones del Estado de derecho por parte de las
autoridades nacionales; sino fundamentalmente a la influencia
geopolítica de los Estados Unidos para integrarlos a la política
policiaca, militar que ellos han diseñado en su beneficio para México”,
dijo Bartlett desde la tribuna del Senado.
Recordó que en la llamada “guerra contra las drogas” implementada por Felipe Calderón,
México es el que ha puesto los muertos mientras que los delincuentes
siguen lavando dólares en Estados Unidos y las transnacionales
recibiendo beneficios; además de que la intervención norteamericana en
nuestro país, a través de la Iniciativa Mérida, es inconstitucional,
pues nunca fue aprobada por el Senado.
Puebla, el ejemplo
Manuel Bartlett explicó que la permanencia de las policías
municipales es indispensable pues; por ejemplo en Puebla, el Ejecutivo
local, Rafael Moreno Valle
-quien llegó a la gubernatura del estado de la mano de la alianza entre
el PAN y el PRD- impulsa a petición del gobierno federal, la privatización del agua,
la minería a cielo abierto y la desaparición de bosques a través de
programas “de muerte”, en tanto que es desde las presidencias
municipales donde persiste una férrea oposición a estos.
“Por eso, los presidentes municipales y las autoridades municipales
implican un estorbo para la implantación de las políticas que hemos
señalando y que son parte de lo mismo”, agregó el senador y que también
se evidencian por el “brutal” incremento en el gasto militar y policial
-impulsado desde el sexenio pasado- y que ya rebasa el social.
El parlamentario sostuvo que el argumento de que el Mando Único
evitará la infiltración y corrupción de las dependencias de seguridad es
falso, ya que se ha demostrado que la cooptación policiaca existe en
los tres niveles de gobierno, incluyendo a las Fuerzas Armadas.
“Lo importante es la capacitación y la profesionalización de las
policías y no el Mando Único. El Mando Único concentra el poder en los
gobernadores y en el presidente de la República básicamente”, dijo Bartlett.
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