2/06/2016

La doble ausencia


Campaña por la libertad de Nestora Salgado encarcelada desde agosto de 2013
Desinformémonos

Dice John Berger: "Quien se halla en prisión sufre el dolor de la doble ausencia. Extraña todo lo que le falta y está ausente."

Según datos del estudio Situación de las prisiones en América Latina de Elena Azaola, México es el sexto país con más personas encarceladas en el mundo con 257 mil 291, de los cuales 109 mil 086 (42%), no han recibido sentencia, es decir, no se sabe si son culpables o inocentes. Así lo reseñó para Animal Político Manu Ureste, el 30 de abril de 2015. Un dato complementario es que hay un exceso de 54 mil 063 reos que no caben en las prisiones y los administradores tienen cárceles hacinadas.

Todavía el primer lugar en número de presos en el planeta es Estados Unidos, donde se han convertido en un lucrativo negocio. Ahí, se insiste en que hay más presos que campesinos: más de 2 millones de reos.

En el caso de los presos políticos, el poder pretende suprimir del presente a la quienes se oponen a las ignominias, y utilizar como mano de obra semi-esclava a toda las personas que al sistema le parezcan despreciables, a partir del advenimiento de las cárceles privadas, puestas en vigor en Estados Unidos desde 1996 sin administración del gobierno federal o estatal, por lo que no rinden cuentas del trato impartido a los reclusos. Los testimonios de los detenidos reportan tratos inhumanos, encadenamiento de pies y manos y amordazamiento, “ser castigados si piden respeto, negativa de tratamiento médico y de los instrumentos más básicos de higiene”.

En septiembre de 2014, se realizó una pre-audiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos capítulo México en Seattle, en el estado de Washington. Y una de las recomendaciones finales de los jurados fue que: “El sistema de detención de migrantes (incluidos los centros de detención física en sí mismos), debe ser desmantelado. No se debe separar a las familias por ninguna forma de cumplimiento migratorio. El sistema de cumplimiento de las leyes migratorias se privatizó y corporaciones privadas como Geo Corporation (antes Wackenhunt, y antes la Agencia Pinkerton) con un largo récord de abusos hacia los trabajadores y los migrantes, presionan en pos de una aplicación más estricta para garantizar mayores ganancias. Debe eliminarse a las corporaciones privadas de todos los aspectos del sistema migratorio, en especial de la ejecución de la ley”.

La complejidad de la situación en Seattle dio para que Grisel Rodríguez, la hija menor de Nestora Salgado, presentara el caso de su madre, que habiendo nacido en Olinalá, migró a Estados Unidos y se hizo ciudadana estadunidense. En una visita a México se percató de las terribles condiciones imperantes en su región de origen y pasó a formar parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-Policía Comunitaria).

Durante su gestión, según contó Grisel, disminuyeron los delitos en un 90% sin que ocurriera ni un solo homicidio. Tras el arresto de Nestora, de inmediato ocurrieron 4 asesinatos.

Acusada falsamente de secuestro, fue aprehendida y de inmediato remitida a El Rincón, un penal de alta seguridad en Nayarit a más de 2 mil kilómetros de distancia de su región. Ahí se le mantuvo incomunicada hasta que se pasó la fecha para poder apelar su libertad. Le negaron durante mucho tiempo las terapias físicas necesarias para rehabilitarse de un accidente que la mantuvo paralizada varios meses. En su testimonio, la hija de Nestora denunció que en el penal de alta seguridad se le negaba el agua limpia, se le daba comida cruda y sólo cada 12 días le permitían verla.

Un reciente comunicado de la Campaña Freedom for Nestora, parte de las estructuras de solidaridad y resistencia que desde Estados Unidos ponen el dedo en la llaga en el caso de la comandanta, afirma: “Aunque las condiciones de encarcelamiento para Nestora ya mejoraron, siguen siendo severas. Se le sigue negando mucho del tratamiento médico que requiere y no se le ha permitido, desde su primer encarcelamiento en agosto de 2013, ir a exteriores y gozar del aire fresco. Los derechos de Nestora a un ‘debido proceso’ bajo la ley mexicana y como ciudadana estadunidense encarcelada siguen siendo violados burdamente. Su caso se mantiene enterrado en un limbo legal. Y aunque desde su traslado a Tepepan ha habido por lo menos 15 audiencias donde se suponía que habría oportunidad de un careo con sus acusadores, según lo requiere la ley mexicana, ni una sola vez se ha presentado acusador alguno. Y el juez que preside, en lugar de desechar los cargos o disciplinar a los acusadores por no cumplir con su presencia, mantienen la posibilidad de posponer, repetir y reprogramar las audiencias. Pese a que este juez sesgado ya fue retirado del caso, el expediente de Nestora sigue empantanado en las cortes”.

Nestora debe salir libre. Pero en el Estado criminal que vivimos, gente como Nestora de instancias de justicia como las CRAC, y dirigentes como Mario Luna o Cemeí Verdía, son demasiado luminosos. El Estado no tiene la menor intención de liberarlos por la buena. Si los libera quiere que todo sea a la mala, busca que se les muera el ideal de justicia. La idea es matarles la esperanza de un cambio real. Y entonces les sube el costo. En vez de luchar por la gente de su región, gente íntegra como Nestora es obligada a invertir sus esfuerzos en luchar por su propia liberación.

En Un séptimo hombre, John Berger afirma que: “el sufrimiento de una ausencia forzada puede destruir la intencionalidad de una persona más a fondo y por más tiempo que el luto. El encarcelamiento es el ejemplo más extremo. Quien se halla en prisión sufre el dolor de la doble ausencia. Extraña todo lo que le falta y está ausente. Al mismo tiempo, eso que está ausente afuera continúa y cambia sin la persona presa”. Aunque pueda imaginarse reunida con lo ausente, si su sentencia tiene fin y hay una fuente de esperanza, tal esperanza es también “el pivote de la violencia del encarcelamiento”, pues ya en libertad es posible que la gente se confunda con los términos de un presente que es disparatado porque la persona también cambió adentro.

Tenemos que lograr la libertad de Nestora, ya. La gente que la quiere de verdad puede ayudar a que recupere una vida donde se reconozca plenamente.

Nota de Rebelión: Nestora Salgado fue detenida en agosto de 2013. La líder comunitaria era comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Olinalá, Guerrero, México. Para más información sobre Nestora Salgado, véase: http://desinformemonos.org.mx/nestora-salgado-luchadora-social-defensora-transgresora-por-la-seguridad-de-su-comunidad/

Fuente: http://desinformemonos.org.mx/la-doble-ausencia/

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