La guerra de las cifras
llegó en Coahuila al destino previsto, es decir, la imposición del
priísta Miguel Ángel Riquelme, y en el estado de México avanzaba la
confirmación de cifras oficiales a favor de Alfredo del Mazo Maza, con
algunos ajustes a la baja pero, en general, con la tendencia creada para
favorecer al primo del ocupante de Los Pinos.
La presunta victoria de Riquelme está sujeta a negociaciones con el
panismo asentado en la Ciudad de México, donde se habla de la
posibilidad de que los comicios norteños sean anulados y se convoque a
nuevas elecciones, siempre y cuando el PAN se abstenga de apoyar, más
allá de lo declarativo, a Morena en el tema del estado de México y se
tenga el voto de blanco y azul, sin más regateos, en favor de la Ley de
Seguridad Interior.
En el caso mexiquense ha sido inocultable la pesada condición
determinante del gobierno federal para imponer al candidato oficial y
familiar, Del Mazo. Cual si hubiesen vuelto los tiempos del cacique
violento y cínico Gonzalo N. Santos (San Luis Potosí: 1897-1978), el
priísmo
modernode Enrique Peña Nieto puso en juego recursos públicos, las fuerzas policiacas y la mapachería más atrevida para denegar el triunfo a la única candidatura realmente opositora, la de la profesora Delfina Gómez.
Sin embargo, los numeritos electorales han entrado a una fase de
agotamiento que es preciso analizar. Así como el país ingresó a una
etapa de
normalizaciónde la violencia bárbara, sobre todo en lo relacionado con el crimen organizado, y así como las probadas denuncias de corrupción política y gubernamental suelen causar cada vez menos asombro e irritación, así se han ido diluyendo tanto la capacidad social de indignación como la predisposición política y social al combate de esos fraudes.
Sujetos a una repetición cíclica, caracterizados por fases sabidas y
cumplidas, determinados en su resolución final por arreglos entre
cúpulas ajenas a los intereses sociales más legítimos, los procesos
electorales se han transformado en numeritos de temporada, que pueden
concitar desilusión, enojo e incluso ira en ciertos segmentos sociales,
sin que se tenga, finalmente, más expectativa que la observación de los
previstos rituales de la protesta poselectoral, casi siempre inocua, y
los preparativos para la siguiente puesta en cartelera.
En Coahuila, como en el estado de México, abundaron los
señalamientos, hechos a través de las redes sociales, de presuntas o
reales pruebas de adulteración de cifras en los programas de resultados
preliminares y en el manejo específico de actas de votación en
determinadas mesas receptoras. La complicada consignación, en actas, de
los datos provenientes de candidaturas apoyadas por varios partidos, y
las fórmulas de procesamiento adoptadas por las autoridades electorales,
llevaron a varios analistas aficionados a proclamar distorsiones graves
que, sin embargo, no fueron convalidadas en los órganos electorales
correspondientes. Ha de anotarse, incluso, que algunos de esos súbitos
analistas luego reconocieron sus errores de procedimiento.
Pero la atención pública y la capacidad de reacción social no están
sujetas a los numeritos, oficiales o extraoficiales. Para muchos
mexicanos está absolutamente claro que hubo fraude en las elecciones de
Coahuila y del estado de México, y lo importante, en esta ocasión, no es
la demostración documental de esas trapacerías, que finalmente serán
negadas por los órganos electorales y votadas favorablemente para que se
conviertan en declaratoria de victoria legal para candidatos
fuertemente impugnados.
Lo importante, más allá de los numeritos, está en el tipo de
reacción que se tenga ante atracos monumentales como el del estado de
México. Aceptar, aunque sea entre protestas dosificadas y declaraciones
airadas, el golpe dado en la entidad mexiquense, equivaldría a disminuir
de manera sensible la esperanza popular de que en 2018 se pueda vencer
al aparato gubernamental priísta, abiertamente desatado en esta ocasión y
dispuesto a repetir las maniobras, aumentadas en lo que sea necesario,
para cerrar el paso a Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Es lamentable que la suerte electoral del estado de México deba estar
atada a las perspectivas de López Obrador como virtual candidato en
2018, pero tal es la realidad política. ¿Qué hará López Obrador para que
el estado de México no se convierta en el anuncio anticipado de su
inviabilidad práctica en 2018? ¿Movilizarse y realizar protestas a la
altura del agravio, o sobrellevar el mal tiempo, con desahogos
controlados, para conservar la esperanza de que el año entrante sí se
permita un juego electoral limpio, de resultados aceptables?
Astillas:
La comisión de justicia del PRI es lenta, pero segura:
termina castigando a algunos de sus peores elementos (aunque es muy dura
la competencia para determinar tal peoría), con una contundencia
ejemplar, unanimidad en las votaciones y solemnidad en las
declaraciones, pero sólo cuando ya son judicialmente insalvables: así ha
sucedido con Roberto Borge, el ex gobernador de Quintana Roo que ayer,
oh, sí, fue expulsado del Revolucionario Institucional… Margarita Zavala
ha desmentido de manera enérgica a Margarita Zavala: ésta había dado un
mes para que el PAN designara candidata presidencial, pero la primera
negó que tal ultimátum constituyera un ultimátum; la Zavala de antier
dijo considerar la posibilidad de
no acompañaral PAN si éste seguía desvirtuando sus principios, pero la Zavala de ayer negó tal amenaza y puntualizó que seguirá en el PAN, pues qué más quisieran algunos que verla fuera de este partido. Se está en espera de próximas rectificaciones y desmentidos de Zavala a Zavala… Aun cuando Rosario Robles fue la estratega general del reparto asistencial en el estado de México para fines electorales, el principal ejecutor fue el compadre Luis Miranda, secretario de Desarrollo Social, quien ayer declaró que el populismo es un desafío para la democracia, y exhortó a los mexicanos a trabajar,
en lugar de esperarse a recibir... ¡Hasta el próximo lunes! Twitter: @julioastillero Facebook: Julio Astillero Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Tras la serie
de irregularidades en las elecciones del estado de México y Coahuila
¿qué se puede esperar para las presidenciales de 2018?, plantea Eduardo
Huchim, ex consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal.
Haciendo un balance de lo que está ocurriendo en los cómputos
distritales opina que ‘‘se ha vivido una regresión; estamos como en la
época de los 70, en la hegemonía del partido casi único’’. Políticamente
hay razón suficiente para anular las elecciones, agrega. En el cómputo
distrital en el estado de México hay un aumento de votos para la
candidata de Morena, Delfina Gómez, y una disminución para el candidato
priísta, Alfredo del Mazo; esto indica que algo pasó con el PREP.
Calificó como pequeñez jurídica, política y ética la actuación de los
actuales magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, porque para ellos, ‘‘aquella distribución masiva de bienes
dentro de los programas sociales, la presencia de los secretarios de
Estado y la serie de movimientos para comprar votos, no resultaron
violación de nada’’. Si éstos son quienes van a arbitrar las elecciones
de 2018…
Un pobre = un voto
La compra de votos que alimenta la permanencia del grupo
político-económico que domina al país se cultiva desde la niñez de los
futuros electores. Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo
Infantil, el próximo 12 de este mes, el Inegi dio a conocer algunos
datos sobre nuestros futuros ciudadanos, hoy entre 5 y 17 años.
– De los niños ocupados, nueve de cada 10 (89.6%) realizan actividades no permitidas.
– Cuatro de cada 10 (37%) no asisten a la escuela.
– De las niñas y niños en ocupación no permitida, cuatro de cada 10
no reciben ingresos y una tercera parte perciben hasta un salario
mínimo.
– 5.7 de cada 100 niñas y niños realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.
– Tres de cada 10 niñas que realizan quehaceres domésticos en
condiciones no adecuadas, exceden las 28 horas laborales a la semana,
situación que presentan 4.7% de los niños. Después de una niñez de
miseria, están listos para vender su voto por 2 mil pesos.
Refresqueras, las ganonas
El acuerdo México-Estados Unidos reduce la exportación de
azúcar refinada para proteger utilidades y empleos de las plantas
estadunidenses. Dan trabajo a 600 mil personas. Por otra parte, a
Estados Unidos se le permitirá continuar enviando fructosa a precio de dumping,
50 por ciento menor al del mercado, lo que afectará a los productores
nacionales. De acuerdo con Enrique Bojórquez, presidente de Sucroliq,
empresa mexicana que refina azúcar líquida, los beneficiarios del
acuerdo azucarero serán las refresqueras como Coca-Cola y Pepsi Cola
establecidas en el país, ya que son las grandes importadoras de
fructosa, uno de sus principales insumos.
No pueden parar la inflación
Durante el mes de mayo, la inflación medida a través del
índice nacional de precios al consumidor (INPC) alcanzó 6.16 por ciento,
su mayor nivel en más de ocho años, debido principalmente al aumento de
los precios del transporte colectivo y de frutas y verduras, dice en su
reporte mensual el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi). Es más del doble que la meta que había fijado el gobernador del
Banco de México, Agustín Carstens. En su opinión, las expectativas a
largo plazo están ‘‘bastante bien ancladas (en) alrededor de 3.5 por
ciento’’. El problema es que la gente no come ‘‘a largo plazo’’, sino
todos los días y lo que gana no le alcanza. El prometido aumento del
salario está demorando mucho.
Allá por enero de
2016, el inquilino de Los Pinos presumía –con la levedad que lo
caracteriza– que en el año recién concluido “México tuvo la inflación
–oficial– más baja desde que se tiene registro de este indicador, y ello
es fruto de la estabilidad macroeconómica que ha ido consolidando
nuestro país en beneficio de las familias mexicanas”. De inmediato,
¡faltaba más!, se soltó el coro de jilgueros para celebrar la
hazaña, sin dejar a un lado las sabias palabras del susodicho de que la
buena noticia también es fruto de las reformas estructurales de los últimos tres años, cuyos efectos ya se están reflejando positivamente en la economía de los mexicanos.
Y con la sabiduría que lo identifica, el inquilino de Los Pinos todavía se dio el lujo de
explicarque
una inflación alta significa que los precios se están elevando considerablemente y, por lo tanto, el ingreso de las familias alcanza para menos. Por el contrario, como ahora ocurre: una inflación baja quiere decir que los precios de los principales productos y servicios que adquieren los mexicanos, prácticamente, no están aumentando.
Pues bien, poco le duró el gusto y los jilgueros enmudecieron, porque
casi año y medio después de aquella fiesta, la inflación se multiplicó
por tres, y ha superado todas las expectativas y rebasado todas las
metas, pero el inquilino de Los Pinos ahora finge demencia temática y
permanece en silencio, con todo y que en congruencia –un bicho raro
entre los políticos– Peña Nieto tendría que agarrar el micrófono para
reconocer que la
estabilidad macroeconómicano se ha consolidado, que el avance sostenido de los precios afecta a las familias mexicanas y que las
reformas estructurales de los últimos tres añosno han servido para mayor cosa ni se han reflejado positivamente en la economía de los mexicanos.
De hecho, una de sus
reformas(la energética) potenció la inflación cuando a algún genio de la tecnocracia se le hizo fácil y hasta simpático aumentar de un plumazo hasta 24 por ciento los precios de los combustibles y reinaugurar la temporada de tarifazos eléctricos (los cuales
no son inflacionarios, de acuerdo con los genios cara-dura de la Secretaría de Hacienda), es decir, dos de los renglones en los que Peña Nieto se
comprometióa que, en adelante, no habría más incrementos. Por el contrario, según decía, el descenso de esos precios y tarifas sería más que notorio, y ello
se reflejará en los bolsillos de los mexicanos.
Y se reflejó, sí, pero en riguroso sentido contrario al
comprometido. A estas alturas, los precios de los combustibles que se expenden en el país resultan, en promedio, 33 por ciento superiores a los imperantes en el mercado estadunidense (del que México importa la mayor parte de gasolinas) mientras que las tarifas eléctricas superan con creces las prevalecientes en el vecino del norte. Y en el Olimpo tecnocrático son felices jugando al tío Lolo con los
centavitosde
máso de
menosa la hora de llenar el tanque.
Mientras ellos
juegan(en realidad saquean) con los bolsillos de los mexicanos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) no ha podido –con todos sus artilugios de maquillaje– ocultar el avance sostenido de los precios, cuyo promedio anualizado, al cierre de mayo pasado, alcanzó la peligrosa cota de 6.16 por ciento, 2.4 veces más que un año atrás, la más alta en ocho años, cuando menos, y la peor en el transcurso del gobierno que
movería a México.
Peor aún le ha ido a los precios de la canasta básica –la de consumo popular
el indicador más relevante en materia de pobreza, según definición de José Antonio Meade–, pues la inflación anualizada a mayo se incrementó a 8.48 por ciento, proporción casi 11 veces mayor a la registrada entre el quinto mes de 2015 e igual lapso de 2016. El transporte, por ejemplo, reportó aumento anualizado de 14.31 por ciento, y los alimentos y bebidas no alcohólicas 7.01 por ciento. Los energéticos crecieron 16.09 por ciento, las tarifas autorizadas por el gobierno 8.85 por ciento, y así por el estilo.
Al sector productivo nada bien le ha ido, porque en mayo pasado la
inflación anualizada trepó a 8.1 por ciento (1.6 veces más que un año
antes), aunque en las actividades industriales llegó a 10.58 por ciento.
Así, como diría Peña Nieto,
una inflación alta significa que los precios se están elevando considerablemente y, por lo tanto, el ingreso de las familias alcanza para menos.
Pero como el gobierno peñanietista no tiene más que la
estrategia retórica, todavía hay funcionarios que salen a decir que las cosas
funcionan razonablemente bien, que
el poder adquisitivo se recuperay que, en fin,
vamos por el rumbo correcto, sin dejar a un lado el machacón discurso de que el megagasolinazo y los tarifazos
no son inflacionarios, y/o que el avance sostenido de precios
es temporal,
pasajero,
transitorioy demás clichés, mientras los precios galopan.
Y, en el lenguaje oficial, lo anterior alcanza para todo: la
devaluación del peso, la caída del poder adquisitivo, la informalidad,
la ausencia de crecimiento y desarrollo, el avance sostenido de la
pobreza, la inseguridad, la violencia, el narcotráfico, la corrupción,
el desplome de la aceptación de Peña Nieto y lo mucho que se queda en el
tintero. Para los ilustres funcionarios todo, absolutamente todo, es
temporal,
pasajero,
transitorioy conexos… salvo los cada vez peores resultados.
En la entrega del 2 de
junio describí la tipología a la pregunta por la pobreza campesina
(POC): ¿por qué la inmensa mayoría de los campesinos son pobres? La
tipología de respuestas a la otra pregunta, sobre la persistencia
campesina (PEC), es conocida como la cuestión agraria, título del famoso
libro de Karl Kautsky. Ambas preguntas fueron planteadas en la ponencia
básica (PB) que preparé para el Seminario Internacional sobre Pobreza y
Persistencia Campesina, del cual se derivó el libro Peasant Poverty and Persistence in the 21st Century (PPC
por su título en español), editado por mí y Susan A. Mann (Zed Books y
CROP, Londres, 2016). Ésta es la tipología (entre paréntesis, los
nombres de los autores; los marcados con asterisco son externos a PPC):
1. No hay PEC: los campesinos posedores de tierras son proletarios, no
campesinos (Lenin*, como suele interpretarse; Henry Bernstein). Los
demás tipos de respuesta sostienen que “Los campesinos persisten
porque…”: 2. sus funciones de producción (Kautsky*; Vergopoulos) y
oferta estacional (Boltvinik) de fuerza de trabajo, son indispensables
para el capitalismo agrícola (CA). 3. al no requerir ganancias, ni
rentas, sino sólo ingresos de subsistencia, se vuelven muy competitivos
(Chayanov*; A. Bartra; Vergopoulos). 4. el CA no logra superar los
obstáculos para su desarrollo, derivados de las peculiaridades de la
agricultura (Mann-Dickinson*; Contreras*; Welty, Mann, Dickinson y
Blumenfeld, en adelante Welty et al.). 5. su función
amortiguadora de la renta diferencial de la tierra, que perjudica al
capital no agrícola (al encarecer los alimentos y la fuerza de trabajo),
los hace funcionales para el capitalismo (A. Bartra). 6. su apego a la
tierra es muy fuerte (Leff). Ambas tipologías se presentan en el Cap. 12
de PPC de mi autoría.
En este siglo tomó
carta de identidad una forma de alterar el cuerpo de las mujeres por
vanidad, estética o necesidad: los implantes mamarios. Es una cultura
que reina en muchos países y sin que ni siquiera el cuerpo de quienes
recurren a ellos tengan la edad adecuada. Muchas jovencitas a punto de
cumplir 15 años ya no piden a sus papás una celebración tradicional, con
baile y chambelanes. Mejor un implante mamario.
Es tal la euforia, que la televisión se ocupó del fenómeno con dos telenovelas: Sin tetas no hay paraíso.
Y una segunda, donde se asegura lo contrario. Pero de lo que poco se
habla es de la calidad de los materiales de que están hechos los
implantes y los problemas de salud que causan. Y esto, pese a la
advertencia de algunas organizaciones médicas y organismos oficiales.
Hace 17 años, por ejemplo, las autoridades de salud de Estados Unidos prohibieron la venta de los Poly Implant Prothèse
(PIP), elaborados en Francia, país que apenas en 2010 detecto un nivel
anormal de roturas de prótesis PIP y prohibió su venta y exportación
debido a cientos de denuncias legales de mujeres afectadas. Además, el
gobierno galo recomendó retirar los implantes si hay peligro de rotura y
asumió el costo si se utilizaron por razones médicas. Luego investigó a
la empresa por daños y homicidio involuntario tras aumentar las quejas a
más de 5 mil y morir de cáncer tres mujeres tras rompérsele la
prótesis. Otros países prohibieron los PIP
Junto con el álbum
homónimo del productor venezolano-estadunidense Arca, quizá otro de los
trabajos más interesantes de 2017 en cuanto a vanguardia electrónica,
sea el de la productora de Indiana, Jlin (Jerrilynn Patton; se dice
yéi-lin), Black Origami, segundo plato luego de su asombroso debut, Dark Energy, laureado como mejor disco de 2015 entre las exigentes publicaciones The Wire y The Quietus (y claro, entre lo mejor de ese año, según Ruta Sonora.
En principio asociada con la escena footwork de Chicago (ritmo cercano al dubstep pero más sucio), la joven Jlin, trabajadora en una fábrica de acero, comenzó en 2008 armando frenéticos beats de ánimo sombrío, agresivo y minimalista, manipulando sampleos de viejo soul y filmes de horror; luego abandonó los sampleos y
buscó su propia voz, lejos del género que la había cobijado. En 2011
empezó a tener notoriedad al ser incluida en el disco compilatorio del
sello Planet Mu, Bangs & Works vol 2, al lado de grandes
figuras, como DJ Rashad o Traxman. Su primer álbum con tal disquera
resultó un festín creativo de sonidos que combinaron el sonido callejero
con el experimental. La colaboración de la prestigiada artista sonora
Holly Herndon, tanto en debut como en disco actual, amadrina para bien su aparición en escena.
Ayer, la
opinión pública pudo confirmar por boca de un alto ex funcionario las
enormes fallas de conducta de Donald Trump como presidente. Así ocurrió
en la comparecencia pública del ex director de la Oficina Federal de
Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) Michael Comey, ante el
Comité de Inteligencia del Senado para abordar los intercambios que
sostuvo con el mandatario estadunidense en torno a las investigaciones
de esa dependencia sobre la posible interferencia de Rusia en la campaña
del actual jefe del Ejecutivo.
Imperio. La vieja Austria-Hungría (A-H)
imperial y real–kaiserlich und königlich (k.u.k.); goo.gl/zNRhg4– por cuya disolución Joseph Roth (1894-1939) llora hasta su propia y prematura muerte de la desesperación y el alcohol, es para él la encarnación de
Europa. Es la única patria que éste nómada, cosmopolita y judío galitziano tiene o quiere tener (sobre su vida, véase el gran tomo de memorias y críticas: Samotny wizjoner, Kraków-Budapeszt 2013, 453 pp). La
monarquía dualde los Habsburgo en su apogeo abarca lo que hoy son (en su totalidad o parte) Austria, Hungría, Eslovenia, Croacia, Rumania, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Ucrania e Italia (más Bosnia). El pegamento de este imposible mosaico de etnias e idiomas es el monarca (Franz Joseph que reina casi toda la duración del imperio), las élites profesionales (ejército/burocracia) y la idea que la entidad no es tanto
multi, sino
supra nacional(a fin de neutralizar diversos nacionalismos). Así –principalmente ex post ante el auge del nazismo– surge el mito de
armoníay
unidad(incluso
europea) y una particular
k.u.k.-nostalgiapor el
pasado más plural y tolerante. Roth con esta tinta melancólica escribe La marcha Radetzky (1932) y La cripta de los Capuchinos (1938); S. Zweig El mundo de ayer, con un sintomático subtítulo Memorias de un europeo (1942). Pero lo nacional siempre está allí: abajo (con los movimientos irrendentistas) y arriba (con la misma monarquía que de modo perverso
resuelvesus conflictos financieros transponiéndolos a divisiones étnicas y enfrentando unos pueblos contra otros). Al final con los inicios de la Guerra Civil Europea (vide: E. Traverso) y la muerte del “viejo káiser” (1916) los pequeños nacionalismos explotan. Ya nadie quiere al imperio; todos quieren ya a
sus países.
Nada desnuda más
a los gobernantes del estado de México como la imagen de los cerdos
decapitados, de esas cabezas ensangrentadas que fueron arrojadas el día
de las elecciones frente a las instalaciones de Morena en Tlalnepantla e
Ixtapaluca. Queriendo amedrentar, los adversarios del nuevo partido
mostraron su verdadera identidad: son una mafia de delincuentes que
amenazan con decapitar ¿a quien vote por Delfina? ¿a quien no vote por
el PRI?
Este 10 de junio se cumplen 46 años de la masacre perpetrada por los Halcones,
grupo paramilitar patrocinado y cobijado por el gobierno de Luis
Echeverría. Más de 100 estudiantes muertos, centenares de heridos,
periodistas golpeados y un ambiente de terror se vivió la tarde de aquel
jueves en San Cosme y los alrededores de la Normal.
En las recientes décadas
la cultura política de izquierda convirtió las elecciones en el
principal barómetro de su éxito o fracaso, de avances o retrocesos. En
los hechos, la concurrencia electoral se convirtió en el eje de la
acción política de las izquierdas, en casi todo el mundo.
Bien se
parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen: ¡Viva quien
vence! Murió Camacho el rico, y más sonados fueron sus funerales que sus
bodas. Que encuentran una similitud en las elecciones del fin de semana
en el estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz. Todos se declaran
ganadores, no existen los perdedores. No existe la posibilidad de
conciliar intereses diversos y aun opuestos. Difícil descubrir lo
racional. Se pierde control, valores, jerarquías, la política se
pulveriza.
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