Empresas distribuidoras de hidrocarburos están
involucradas en el robo a Petróleos Mexicanos (Pemex) y se les relaciona
directamente con organizaciones criminales que operan en Hidalgo y
estado de México, una de ellas el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Informes de inteligencia de la Policía Federal (PF) a los que se tuvo
acceso, señalan a las empresas Praxair, Combustibles Riman,
Autotransportes Parada Hermanos y Noriega y del Blanco Sucesores, como
parte de la red que saquea a Pemex.
De acuerdo con el documento, Combustibles Riman trabaja para el CJNG –de Nemesio Oseguera, El Mencho– y tiene su zona de operación en el estado de México.
En Hidalgo se ubica a las cuatro empresas involucradas con la organización de Héctor Baltazar Osorio Delgado, La Parka, que opera directamente desde la refinería de Tula.
Hace unos días se informó de la muerte de Julio César Zúñiga Cruz, La Parka, líder de una banda dedicada al robo de hidrocarburos; sin embargo, la PF identifica a una segunda Parka de nombre Héctor.
Dentro de la estructura de la organización de La Parka, está su
esposa, de nombre Norma Maturano, pero su operador principal es su
cuñado, José Luis Maturano, quien sería el contacto directo con el
personal de la refinería de Tula.
Por otra parte, una célula del CJNG opera en los municipios de
Tultitlán, Tultepec, Cuautitlán, Ixtapaluca y Melchor Ocampo. La
organización lleva el nombre del último municipio por ser su centro de
operación.
De acuerdo con las investigaciones, el cártel tiene el apoyo de policías municipales. Algunos de ellos han sido identificados como Bruno, Julio César, Rubén, Rito y Paola.
El robo de hidrocarburos de Los Melchor Ocampo ha afectado
los ductos Tula-Toluca, Tuxpan-Azcapotzalco, Tula-Azcapotzalco,
Minatitlán-México, Azcapotzalco-Añil y Azcapotzalco-San Juan Ixhuatepec.
La otra organización que también ha causado grandes daños a Pemex es la de Roberto de los Santos de Jesús, El Bukanas, que opera en Puebla. De acuerdo con los informes, a El Bukanas
se le relaciona con el ex presidente municipal de Quecholac, Néstor
Camarillo Medina, y Pascual Mirón, quien fue director de seguridad
pública en esa localidad.
Su organización afecta el sistema de transporte del hidrocarburo en
los ductos Minatitlán-México, Tuxpan-Poza Rica-Tula y
Tuxpan-Azcapotzalco junto con otros grupos de El Loco Téllez y El Rapidín.
Se le ubica principalmente en los municipios de Maltrata, Veracruz;
Esperanza, Palmar del Bravo, Quecholac, Acatzingo, Tepeaca y Acajete, en
Puebla. Además del robo, almacenamiento y distribución de
hidrocarburos, el reporte indica que también opera el robo de
transportes, secuestro y extorsión.
Se le considera una organización peligrosa debido al armamento de
grueso calibre que utiliza; su centro de operación era La Encrucijada,
en el municipio de Palmar de Bravo.
A finales de 2018, se identificó que El Bukanas se encargó
junto con su grupo de sabotajes a vías ferroviarias y saqueo de
mercancías en los trenes entre los límites de Veracruz y Puebla.
Dennis A. García
Periódico La Jornada
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