Romero Deschamps es el representante de la sección 35 del Sindicato
de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) que abarca
Azcapotzalco, en la Ciudad de México, y Tula de Allende, Hidalgo,
entidad donde ocurrió la tragedia del incendio de Tlahuelilpan el
viernes pasado.
Este lamentable evento con 93 muertos y 49 heridos podría acelerar la
salida de Romero Deschamps del STPRM y también el inicio de las
investigaciones judiciales pendientes sobre la riqueza inexplicable que
ha acumulado en 23 años al frente de la representación sindical.
Originario de Tampico, el poder de Romero Deschamps ha crecido bajo
la egida del PRI del que ha sido cinco veces legislador: tres veces
diputado federal (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003) y dos veces senador
(1994-2000 y 2012-2018).
En la pasada campaña presidencial, se presentó un par de ocasiones en
los actos del candidato del PRI, José Antonio Meade, a quien le reiteró
su apoyo incondicional y el voto del sindicato petrolero. A pesar de
este respaldo, el aspirante ciudadano con camiseta priista perdió.
En el 2000 Romero Deschamps hizo lo mismo con el candidato
presidencial del PRI, Francisco Labastida, a quien le entregó no solo el
voto petrolero sino mil 500 millones de pesos de los fondos sindicales
para su campaña.
En 2003 la Procuraduría General de la República inició un proceso judicial por el delito de peculado electoral, el famoso Pemexgate,
el cual fue suspendido en 2006 por falta de pruebas y en 2011 cerrado
de manera inapelable. Aunque la justicia no se aplicó a Romero
Deschamps, en términos electorales el Instituto Nacional Electoral le
aplicó una multa al PRI por mil millones de pesos.
Reflejo del desgaste del PRI, la figura poderosa de Romero Deschamps
también ha menguado con el tiempo, ya no tiene el mismo control sobre el
sindicato petrolero. Hay varios grupos disidentes que solo están
esperando a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inicie las
investigaciones judiciales para desconocerlo como su representante
sindical.
Entre los grupos disidentes se encuentran el Movimiento Regeneración
Nacional Obrero y Sindical (Morenos), Coalición Nacional de Trabajadores
Petroleros, Gran Alianza Petrolera y el Frente Nacional Petrolero.
Estas agrupaciones representan una buena parte de los 113 mil que forman
el STPRM y que ya no están dispuestos a seguir apoyando a Romero
Deschamps.
La cuenta regresiva del líder petrolero ya empezó. Su destino depende
de la voluntad de López Obrador, si se atreve a aplicar la justicia en
lugar del perdón. Hasta ahora Romero Deschamps no se ha presentado a la
toma de nota del sindicato por parte de la Secretaría de Trabajo, pues
según algunas versiones, se encuentra fuera del país para evitar las
denuncias que ya se preparan en su contra.
Por cierto… El 18 de marzo entrante, en el 81
aniversario de la expropiación petrolera, podría ser la hora cero para
Romero Deschamps, es una fecha propicia para anunciar una nueva etapa de
Pemex y su sindicato.
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