María Luisa Albores, secretaria del Bienestar
Apoyos sociales llegarán a la gente en forma directa
En los 4 sexenios anteriores, se condicionaban y se decía a la gente por quién votar, afirma
Banorte y Banco Azteca operarán las tarjetas de los tres programas básicos
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En zonas indígenas le decían a los ancianos por quién votar; ahora aconsejan a la gente que no se deje censar, señaló en entrevista María Luisa Albores, secretaria del Bienestar.
Los apoyos de los programas sociales federales llegarán a
la gente en forma directa. En los cuatro sexenios anteriores, con
Prospera, por ejemplo, la principal estrategia era que las entregas
estaban condicionadas y se decía a la gente por quién votar. Ahora son
tres programas fundamentales y Bansefi no otorgará los recursos a los
beneficiarios, debido a que carece de cajeros en todos lados, por lo que
serán distribuidos por conducto de Banco Azteca y Banorte, señala María
Luisa Albores, secretaria del Bienestar.
En entrevista con La Jornada, en las oficinas centrales de
la dependencia, ubicadas en Paseo de la Reforma, sostiene que
desaparecieron los Programas de Empleo Temporal (PET), porque eran
utilizados bajo presión de algunas organizaciones clientelares, y el de
jornaleros agrícolas favorecía a los más ricos, a los contratantes de
los trabajadores.
Albores asegura que para el programa Sembrando Vida no se comprarán
plantas a la empresa Agromod, de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la
Presidencia.
Y sobre las otras dos acciones prioritarias, Adultos Mayores y becas a
la población con discapacidad, que suman 108 mil 500 millones de pesos,
estén a cargo de la subsecretaria Ariadna Montiel, a quien se le conoce
como operadora política del grupo de René Bejarano, dice que funcionará
la contraloría social.
Albores es ingeniera agrónoma, con especialidad en zonas tropicales y
caficultura sustentable, así como en economía social y solidaria.
Trabajó para la Unión de Cooperativas Tosepan, en el estado de Puebla,
desde 2001, y ha participado en proyectos de cultivos alternativos en la
región, por los efectos del cambio climático, en productos como cacao,
canela y vainilla.
Desaparecen el PET y el de Jornaleros Agrícolas
–Desaparecen el PET y el programa de Jornaleros Agrícolas, destinados a los más pobres de entre los pobres.
–El PET se utilizó mucho tiempo dada la presión de algunas organizaciones clientelares, grandes, y se hará un cambio.
“Buscamos con los programas que el apoyo llegue directo a la gente,
que no sea condicionado ni llegue recortado. En el caso de los
jornaleros agrícolas no se tiene un padrón de cuántos son, quiénes y de
dónde vienen. Este programa obedeció mucho al apoyo de los más ricos. A
los que contrataban a los jornaleros. Ahora tenemos que pensar en
horarios laborales, en que los niños no trabajen, no estén expuestos a
los tóxicos y tengan espacios escolares. Habrá un tipo de atención a
jornaleros agrícolas y a migrantes diferente a como se ha hecho en otros
gobiernos.
–La pensión universal para adultos mayores, más que un derecho, ¿es un programa asistencialista?
–Es un derecho. Nuestros adultos de más de 64 años están viviendo en
situación de pobreza, por eso es pensión universal, aunque estén
afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social o al Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Para
nosotros es algo que ya se ganaron por el trabajo que hicieron a lo
largo de su vida, no ha entrado nadie a pensionarlos y es el grupo más
vulnerable. Es la inversión más grande que hace el Estado en la historia
del país, hablamos de cien mil millones de pesos, y tratamos de
alcanzar a toda la población, se prevé que llegue a 8.5 millones de
personas.
–¿Por qué seleccionaron a Banco Azteca para la entrega de apoyos?
Realiza cobros muy altos, por ejemplo, en las remesas de mexicanos en el
exterior.
–Fue la primera selección. Hubiéramos preferido a Bansefi, aún está
en proceso de ser Banco de Bienestar, pero es difícil, porque no tiene
cajeros en todas partes y hace falta la dispersión. En el caso de
adultos mayores, ya entra Bansefi, y planteamos que a mediados de este
año todo se deposite ahí para empoderarlo.
Salud y bienestar, prioridad
–¿Cuáles son los avances del programa Sembrando Vida?
–En 2019 y 2020 se trabajará en 19 estados del sur del país y
Durango, con población también en pobreza. Para entrar al programa
hablamos de personas con derechos y del sujeto social, el ejido o la
comunidad. El programa fue diseñado para que la información se diera en
asamblea ejidal. A corto plazo es el de Milpa Integrada con Frutales,
que contempla lo que consume la familia rural mexicana: fruta, calabaza,
maíz y diferentes verduras. A mediano plazo, los frutales, que sale de
una cadena de valor, a largo plazo son los forestales o maderables. En
las cuencas, ubicamos a la Selva Lacandona, en la que se ubican Ocosingo
y Palenque.
–La Selva Lacandona está en zonas zapatista, ¿esto será motivo de conflicto?
–No buscamos el enfrentamiento. Es la paz social y que la gente viva
bien. La bebida que más se consume en la zona es Coca-Cola, en lugar de
pozol. Hay muchas cosas que tienen que ver con la salud, y el bienestar y
la pobreza que lacera. En ese sentido se va a la asamblea del ejido y
la comunidad. Ellos deciden si quieren entrar al programa de trabajo.
Jamás provocando conflictos. Se va con la gente que pide el programa.
–¿Por qué se entregan apoyos individuales y se plantea por pequeñas
parcelas? Al no ser un apoyo comunitario, ¿podría generarse un problema?
–No. Hablamos de un programa que apoya 2.5 hectáreas por productor y
es una decisión de la asamblea ejidal. No es un trabajo aislado; si 60
productores deciden entrar, se hace con ellos. En otros casos participan
todos. Deciden los sitios forestales, de milpa y de los frutales. El
recurso vendrá por familia. No es una división, se cuida mucho la
equidad. Cada uno demuestra su trabajo con la plantación. En algún
momento habrá cadenas de valor. Por ejemplo, si Tabasco participa con
cacao se armará la cadena de valor, y se verá cuánto se vende para
consumo; por ejemplo, comercializar un buen chocolate y buscar nichos de
mercado.
No participará Agromod
–¿Las plantas de donde vendrán? ¿Agromod, de Alfonso Romo, será quien las provea?
–En el programa Sembrando Vida no está planteado lo anterior. Hicimos
un convenio con la Secretaría de la Defensa Nacional, la cual nos
verificará y con la Comisión Nacional Forestal. Se harán viveros y hay
algunos comerciales certificados, y se buscará que cumplan con las
normas. Algunos gobiernos estatales, como Chiapas y Veracruz, tienen
viveros y nos dotarán de plantas. Planteamos trabajar viveros
comunitarios. Estos son los esquemas.
–¿Se halló alguna anomalía en los padrones de los programa sociales?
–Sí se detectaron algunas irregularidades, sobre todo en el caso de
Prospera, que estaba muy condicionado. Al beneficiario le llegaba menos
dinero, se iban muchos recursos a gastos de operación. Desaparece el
esquema de vocales, muchas organizaciones tenían cooptadas a los
beneficarios. Se encontró que en zonas indígenas les decían a los
ancianos por quién votar y ahora aconsejan a la gente que no se deje
censar.
–Entre los subsecretarios está Ariadna Montiel, a quien se le conoce
como operadora política del grupo de René Bejarano. Ella manejará los
programas de Adultos Mayores y las becas a población con discapacidad.
¿Cómo se va a garantizar que no se dé un control político electoral de
estos programas?
–Confiamos mucho en volver a crear la parte de ciudadanía. En el
mecanismo de contraloría social que nace desde el territorio, que
realmente funcione. Queremos programas que sean observados. La otra gran
ventaja que tenemos es que el Presidente es de territorio. Se mueve en
el sur y el norte, la gente le tiene confianza. Le comentan lo que no
funciona y él escucha y resuelve. Es una gran diferencia.
Foto Luis Castillo
Angélica Enciso L.
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