Cantidad, récord de mujeres, y una amplia diversidad de etnias, culturas, religiones…
Una nueva perspectiva de hispanas, afro, indígenas, musulmanas y jóvenes.
Cd. de México, 17 ene. 19. AmecoPress/SemMéxico/PeriodistasenEspañol,.-
El Congreso de los Estados Unidos es el organismo del poder rector de
la vida democrática americana, compuesto por la Cámara de Representantes
y el Senado.
La Cámara de Representantes (Diputados) tiene 435 miembros, que se
dividen según la población de cada estado, mientras que el Senado cuenta
con 100 senadores.
A fines del 2018, hubo elecciones y se produjeron cambios
sustanciales que marcan el destino del país en los próximos años, en
miras a las elecciones presidenciales.
Los Republicanos han aumentado su mayoría en el Senado y la mayoría
de la Cámara Baja es Demócrata. Balance político que es tradición en el
pueblo americano y en las elecciones de medio término, que se celebran a
mitad de cada mandato presidencial.
Lo interesante de este fenómeno electoral es la diversidad y el empoderamiento de la mujer en el sector político.
Por primera vez en la historia del país, el Congreso de Estados
Unidos estrena una cantidad récord de mujeres, y una amplia diversidad
de etnias, culturas, religiones, estatus generacional, orientación
ideológica y composición racial, mostrando no sólo la gran diversidad de
este país sino la apertura democrática y la libertad en el ejercicio de
esa democracia.
Nancy Pelosi con cogresistas demócratas
La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, es una de las mujeres
más influyentes en esta etapa de gobierno, además de ser la primera
mujer en cubrir dos períodos consecutivos en ese cargo.
Cabe destacar, que la presencia de la mujer no solo es record en el
Congreso, marca una nueva tendencia con respecto a los aspectos
políticos, sociales y económicos del país. Cada vez es mayor el número
de mujeres inscritas en las universidades, alcanzando puestos ejecutivos
y abriendo negocios, a lo largo y ancho del país norteamericano.
El record de mujeres en el Congreso es un reflejo del empoderamiento
de la mujer en los Estados Unidos y constituye una nueva perspectiva
donde hispanas, afro, indígenas, musulmanas y jóvenes muestran la cara
femenina de la sociedad multicultural y multiétnica de los Estados
Unidos.
Enfocamos a nueve de esas representantes para mostrar esa heterogeneidad.
En la Cámara de Diputados: la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, es
una demócrata de orígen puertorriqueño, de 29 años, la más joven
congresista en la historia y, tal vez, sin demasiada experiencia en las
lides políticas, apoyada por pequeños aportes provenientes de sus
seguidores y votantes. Algo que contrarresta con las costosas campañas
de otros contrincantes.
Otras latinas también han conquistado escaños: Veronica Escobar y
Sylvia García, ambas demócratas, representan a Texas en el Congreso.
García, representa un distrito donde los hispanos son ya mayoría, nacida
en un pueblo campesino, es hija de inmigrantes mexicanos, fue senadora
estatal y tiene experiencia política. Escobar, había sido jueza y
comisionada en el Condado de El Paso y ha sido profesora de la
universidad de Texas.
La gran sorpresa para el Sur de la Florida fue el éxito obtenido por
Debbie Mucarsel-Powell nacida en Ecuador, demócrata, empresaria, quien
se impuso a su rival republicano Carlos Curbelo, reelegido en varias
ocasiones, mostrando un cambio en las tendencias electorales del sur de
la Florida.
Hay un aumento del 75 % en las mujeres afrodescendientes e indígenas
que han ingresado en la política. Las primeras mujeres nativas
americanas en la Cámara son:
Sharice Davids, representa al estado de Kansas en el Capitolio, es de
orígen indígena, de una tribu de Wisconsin, la Ho-Chunk Nation, ha
trabajado en reservas naturales indígenas, es demócrata, veterana del
ejército, lesbiana y miembro de LGBT.
Deb Haaland, demócrata del Estado de Nuevo México, miembro de la
tribu Pueblo Laguna, activista comunitaria, promotora de la
participación indígena en el voto, representa el ala más progresista de
su partido y quiere ser la voz de los indígenas y nativos del suelo
americano.
Dos musulmanas llegan al Congreso, ambas demócratas
Ilham A. Omar de origen somalí, musulmana, es diputada por Minnesota.
Trabajó como activista siendo directora de Política e Iniciativa
Mujeres, quienes organizan redes de mujeres.
Rashida Tlaib de Michigan, es estadounidense de origen palestino,
también musulmana, fue senadora estatal en Michigan y ahora pasa al
Congreso en Washington.
El Estado de Tennessee tiene su primera mujer en el Senado, Marsha
Blackburn, republicana, empresaria y madre de dos niños, con amplia
experiencia parlamentaria.
Ayanna Pressley, de Massachusetts, será la primera mujer
afroamericana de este Estado. Fue la primera nujer afro en ser concejal
de la Alcaldía de Boston. Otra afroamericana demócrata que representa a
Connecticut en el Congreso es Jahana Hayes, la primera afro en tener un
curul en la Nueva Inglaterra. Como Profesora se enfoca especialmente en
la educación.
Algunos analistas consideran que esta gran presencia en la política
de la mujer se debe a la imagen de Hillary Clinton, candidata a la
Presidencia. Sin embargo, históricamente, varias fueron las mujeres que
aspiraron a cargos y que tuvieron rol importante en la política en
etapas anteriores, tanto republicanas como demócratas. Actualmente, las
condiciones se han dado de manera impostergable.
Por otra parte, es verdad, que la mujer americana se ha empoderado en
casi todas las carreras profesionales y en puestos de liderazgo,
empresariales y de negocios. Así mismo, su participación como activistas
sociales o en cargos políticos diversos.
Sea como sea, la mujer americana participa, hoy por hoy, de una
manera activa en la política de los Estados Unidos y esta tendencia,
parece que se ira acrecentando.
Fotos: Archivo AmecoPress y SemMéxico. La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario