Ramses Pech * / I
Inicio aclarando que
no pertenezco o tengo afiliación alguna a partidos políticos; mis
aportaciones son de estadística y análisis basado en mi experiencia de
ingeniero en la industria de la energía, así como en economía para la
planeación, diseño y operación (campo) en proyectos de esta índole.
El mundo no ha parado y continúan los cambios geopolíticos a gran
velocidad, dando lugar a la mejor utilización de la energía a largo
plazo, pero continuamos sumergidos en la industria de hidrocarburos.
Actualmente estamos en una encrucijada sobre el robo de combustible.
Es de seguridad nacional para el país, ante la falta de combustibles
alternativos, que se movilicen unidades automotrices diferentes a la
gasolina o diésel.
Respiremos un momento y evaluemos dónde estamos, dónde queremos estar
y qué necesitamos resolver a largo plazo. Los poderes Ejecutivo,
Judicial y Legislativo, en conjunto con la sociedad, nos estamos
concentrando en un punto cuyo valor de importancia para el país
corresponde a 20 por ciento del total de la energía necesaria para
movilizar, y no estamos evaluando el aseguramiento energético a largo
plazo.
Comprar un barril de petróleo para nuestras casas y llevarlo puede
generar electricidad o podemos obtener combustibles. Los combustibles
fósiles son importantes para la movilidad de la sociedad y productos,
pero en un futuro dependeremos de la forma como generamos la
electricidad.
Pregunto: ¿es acaso una forma conectar a un barril de crudo? El poder
cargar mi celular, computadora, refrigerador, aire acondicionado,
televisión, lavadora, computadora, base de datos o cualquier aparato de
uso común en casas, oficinas, industria o algún proceso que requería de
electricidad.
La electricidad se genera no con base en el tipo de tecnología para
crearla, sino que depende de la materia prima o recurso natural para
producirla. El costo de generación es de alrededor de 60 a 70 por ciento
del precio final del usuario. En México, más de 70 por ciento de la
electricidad es generada con gas natural del país.
El Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen)
2018-2032, del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), indica
que el consumo de gas natural se incrementará a una tasa promedio de 2.4
por ciento al año, por lo que al final de 2032 se espera que su
participación alcanzará 63 por ciento del consumo de combustibles
fósiles requeridos para la producción de electricidad en México.
La materia prima fundamental en Mexico es el gas natural. La mayoría
importado por CFEEnergia, siendo ahora un negocio rentable para esta
subsidiaria de la empresa productiva del Estado al tener una mayor
participación de intercambios comerciales para CFE generación y privados
que requieren molécula. Dejando a Pemex fuera del mercado del gas por
el momento ante la necesidad de incrementar la producción de crudo en la
plataforma base de la nación y, en forma alternada, la extracción de
gas húmedo (requiere una inversión adicional para eliminar los
líquidos), lo que relega a la extracción de gas seco en el norte del
país y lo deja en espera por el momento (cabe mencionar que en el norte
del país existen yacimientos con gas húmedo con alto valor comercial).
En México, según el Informe de la tecnología de generación de
referencia del Cenace de octubre de 2018, tenemos plantas de ciclo
combinado (mayor eficiencia) 83, termoeléctrica convencional 59,
carboeléctrica 3, turbogás 131 y combustión interna 248.
Entonces la realidad en el mundo hoy no radica en el futuro de los
hidrocarburos, sino en la forma de obtener energía eléctrica infinita
basada en:
• La energía solar y la eólica, que constituyen 23 por ciento del
mercado mundial de energía para 2035 (y 6 por ciento del mercado total
de energía). El debate ya no se trata de si las energías renovables
crecerán durante las próximas décadas, sino cuánta será su parte en la
combinación energética y qué energías renovables específicas invertir
para equilibrar con las de los combustibles fósiles.
• El gas natural, cuyo uso aumentará por las crecientes regulaciones
de emisión de dióxido de carboro y este combustible emite por debajo de
los parámetros.
• El gas natural en sus diferentes modalidades será alrededor de 30 por ciento de toda la energía de transporte usada en 2050.
• La demanda de petróleo alcanzaría su punto máximo en 2030, y los
gastos en electricidad superarán a los productos derivados del petróleo
antes de 2035.
• La capacidad de la energía solar fotovoltaica se incrementará: se
superará a la eólica en 2025 y se adelantará al carbón a mediados de la
década de 2030 para convertirse en la segunda capacidad instalada más
grande del mundo, después del gas. La capacidad alimentada por gas
supera al carbón mucho antes de 2030, ya que los países buscan abordar
los problemas de emisiones y contaminación del aire, a la vez que
satisfacen las necesidades de flexibilidad y adecuación.
En el mundo los mercados de electricidad se desarrollaban y operaban
dentro de marcos estrictamente regulados, en los cuales las empresas de
servicio público integradas verticalmente manejaban todas o la mayoría
de las actividades, desde la generación hasta la transmisión y la venta
minorista. Sin embargo, en los pasados 35 años, todos se han movido
gradualmente hacia mercados competitivos como medio para generar y
obtener electricidad junto con muchos de los servicios de soporte
necesarios para operar un sistema de energía cuya finalidad es poder
cubrir la demanda a bajo costo.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) indica que
los países que dependen de mercados competitivos para mantener operaciones eficientes a corto plazo, ya sea a través de contratos físicos bilaterales, intercambios de energía o mercados puntuales coordinados, representan 54 por ciento del consumo mundial de electricidad. Una vez que China complete la implementación de la reforma del sector eléctrico, este porcentaje aumentará a casi 80 puntos; esto es, donde Mexico está cambiando para poder competir en electricidad de bajo costo con los riesgos de la inversión realizados por privados y no por el Estado al aumentar el costo del capital con las dificultades que cuesta colocar el dinero en el mundo.
A escala internacional se gastan 750 mil millones de dólares en el
mercado eléctrico debido a que se está cambiando a la electrificación,
la pregunta en Mexico es qué tan rápido lo lograremos si dependemos del
presupuesto.
Fuentes: Secretaría de Energía; Política de Almacenamiento EIA; Agencia de Energía de EU; Cenace-Prodesen; CFE -CFEEnergia
* Analista/asesor en energía y economía.
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