Una y otra vez el presidente López Obrador ha dicho que no se utilizará la fuerza del Estado para reprimir a la población, a los trabajadores, ni para
solucionarconflictos de carácter económico-social, los cuales deberán resolverse por la vía del diálogo. Lo ha reiterado en prácticamente todos los foros en que ha participado, que son muchos.
Sin embargo, parece que la sordera –o el conflicto de interés– es
total en ciertos gobernadores, como el de Zacatecas, el priísta
Alejandro Tello Cristerna, quien amenaza con utilizar la fuerza (Policía
Estatal, Ministerial y Guardia Nacional) para desalojar a ejidatarios y
transportistas que bloquean los accesos de la mina Peñasquito
(municipio de Mazapil), concesionada (cerca de 40 mil hectáreas) por el
gobierno de Vicente Fox a la trasnacional canadiense Goldcorp, de la que
principalmente extrae oro y plata, además de cobre, zinc y plomo.
El problema es igual de añejo que de irresuelto, y desde que Goldcorp
se instaló en Peñasquito los sucesivos gobernadores zacatecanos (Amalia
García, Miguel Alonso y ahora Alejandro Tello) sólo han protegido los
intereses de la trasnacional canadiense. Y el actual mandatario amenaza
con recurrir a la violencia institucional.
La Jornada (Alfredo Valadez, corresponsal en Zacatecas) lo informa así:
En conferencia de prensa urgente, Alejandro Tello Cristerna anunció que su gobierno y la Federación han movilizado a más de 100 integrantes de las policías Estatal Preventiva, Ministerial y de la Guardia Nacional para desalojar a ejidatarios y transportistas que, desde el jueves pasado y por tercera ocasión en lo que va del año, bloquearon los accesos de la mina Peñasquito. La advertencia se produjo luego de que directivos de la compañía han dicho que el próximo lunes anunciarán en la bolsa de valores el cierre del yacimiento de oro y plata a cielo abierto más grande de América Latina, lo que dejarían sin empleo a 5 mil 600 trabajadores.
Además, dijo Tello, “la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas
integra carpetas de investigación por las demandas penales y civiles
–algunas desde principios de año– que la minera Peñasquito interpuso
contra varios dirigentes del ejido San Juan de Cedros, de la Unión de
Transportistas de Mazapil Cava, de la Coordinadora Nacional Plan de
Ayala y del Frente de Comunidades Afectadas por la Minería. También el
gobierno federal arma otras carpetas”. ¿Y dónde quedó el principio de no
utilizar la fuerza y resolver los conflictos por medio del diálogo?
Goldcorp tiene suficientes recursos para atender las demandas de los
quejosos. La Cámara Minera de México detalla que la trasnacional
canadiense es la mayor beneficiaria del oro mexicano, mientras
información de la Secretaría de Economía revela que en Peñasquito
los recursos de oro medidos son de 4.45 millones de onzas y 391 millones de plata. Sin embargo, con la exploración se están encontrando más reservas. Pero el consorcio se niega.
Las rebanadas del pastel
Después del terror pinochetista por él reinstaurado, el
presidente chileno, Sebastián Piñera, decidió dar de baja a su gabinete:
He pedido a todos los ministros poner sus cargos a disposición para poder estructurar uno nuevo y poder enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargo de los nuevos tiempos. Todos a la calle, menos uno: el propio Piñera. Esos ministros, ahora en el desempleo, fueron designados y mantenidos en el puesto por el mandatario, seguían sus instrucciones y –igual de salvajes que su patrón– actuaron en consecuencia; ergo, el presidente chileno es el principal responsable de la masacre y represión de los chilenos, de tal suerte que obligadamente debe ser el primero en salir de La Moneda. De todas maneras, el asesinato del pueblo no se salda con su renuncia. Por cierto, el primero en utilizar el término
enemigo poderoso–en referencia a las manifestaciones y reivindicaciones populares– fue el mismísimo dictador Pinochet unos días después del golpe del 11 de septiembre de 1973. Y Piñera, quien resultó ser el peor enemigo de los chilenos, habla de
democracia.
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