Este
aumento de la inflación o de los precios puso a los salarios en el mismo nivel
de poder adqusitivo que tuvieron en 2008, un retraso de 9 años. La causa de
este incremento fueron los precios de los energéticos. ¡Los mismos que
provocaron en Ecuador tremendas protestas, y ganaron!
Actualmente
la inflación o el crecimiento de los precios es del 3 por ciento, mientras que
el salario mínimo (SM), creció 16 general y 100 para la frontera norte del
país, como se aprecia claramente en la gráfica. Esto implica una primera
recuperación del poder adquisitivo del SM en más de 38 años, mejores ingresos
para la población trabajadora, aún así todavía es insuficiente.
Pero
no para todos o todas, las revisiones contractuales de los salarios no han
permitido una misma recuperación, es el caso del sector manufacturero, requiere
una inyección de aumentos salariales, es el sector exportador y esos son los
salarios que revisan y revisarán en el apartado laboral del T-Mec. Sus incrementos desde 2014 están por debajo de
los del SM. Claro excepto en 2019, cuyo aumento fue de 6.26, prácticamente el
doble del INPC, datos de: Inegi, Banco de México y Comisión de los Salarios
Mínimos, (ver gráfica).
Además
son las personas trabajadoras sindicalizadas, aunque también refleja el efecto
de la terciarización en ese sector de la actividad económica. Por años, 40 para
ser exactas, los gobiernos vendieron la idea de que aumentar los salarios
provocaría inflación y se perdía más poder adquisitivo. Otra postverdad del
neoliberalismo, en 2019 hubo una importante recuperación de los salarios y no
crecieron los precios. Una mentira que usaron y tratarán de seguir usando la
patronal y los Sindicatos como la CTM, CROC y CROM, entre otros para frenar las
demandas salariales, justas demandas.
Con
esta política de salarios miserables lo que se consiguió fue una pobreza y
desigualdad creciente. Corregir este rumbo es promesa del gobierno de AMLO. Y por
si fuera poco uno de los puntos estratégicos para el Tec-Mec. Ya quedó más que
demostrado que así compite México en los tratados comerciales internacionales,
sometiendo a su población a condiciones de pobreza y pobreza extrema.
Y
aquí es indispensable mencionar que el eslabón más débil de esa cadena de explotación
son y han sido las mujeres, sobre sus espaldas están todas las injusticias del
neoliberalismo, como las que viven en el mercado laboral.
El
asunto de mantener una política de salarios muy bajos, eso es competencia
desleal dicen los socios comerciales como Canadá o Estados Unidos, en voz de
sus Sindicatos y de sus respectivos gobiernos, ergo no aceptan esa política
salarial de “antes”.
Desde
esta mirada el tema salarial estará muy de moda en estos meses de fin de año,
se tiene que fijar el incremento anual del SM
para 2020; la Comisión Nacional
de los Salarios Mínimos tiene esta función.
También
tiene un Consejo con los mismos Sindicatos cómplices del neoliberalismo y sus
salarios miserables. Su Presidente (funcionario público), tiene la ardua tarea
de navegar con la patronal y esos Sindicatos, por ser un organismo tripartita, anque
cuenta con el apoyo de la Secretaría del Trabajo.
Desgraciadamente
la presencia de los Sindicatos independientes es muy limitada. Para estos
efectos se consulta al Banco de México y su ortodoxia económica neoliberal que
frena los aumentos salariales, y de alguna manera dicta y ha dictado esta
política salarial de hambre. Un argumento que seguramente saldrá a relucir es el
nivel tan bajo del crecimiento económico.
Si
bien no hay recesión sí existe una economía estancada y se ve difícil alcanzar
un crecimiento del 2 por ciento en el proximo año. Esto implica menor empleo,
menor recaudación y baja inversión privada nacional, que sigue deshojando la
margarita.
Conclusión:
el aumento salarial de 2020 está rodeado de peligros y con muchos enemigos, los
suficientes para decir que se refuerza la idea de que este gobierno es
populista y está en contra de la inversión privada, el libre mercado y la
empresa privada, todo junto.
Pero
eso es lo de menos, lo indispensable es que se mantenga una política salarial
con incrementos altos y sostenidos, que se apoye en la reforma laboral y con la
actividad política de las personas trabajadoras.
El país y la sociedad requieren de un renacimiento en el mundo
laboral. Las enseñanzas y la fuerza que nos dan los casos de países como
Chile, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Argentina, donde sus sociedades
repudian abiertamente el neoliberalismo y toda la destrucción que
implica. ¡Su posición avanza triunfante!
CIMACFoto: César Martínez López
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