La función de los jueces no sólo radica en resolver conflictos, sino en promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos y, por tanto, nuestras sentencias deben contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres, y para ello debemos lograr el cambio cultural que nuestro país requiere y al que toda sociedad democrática debe aspirar, afirmó la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, al inaugurar el encuentro Derechos Humanos de las Mujeres: Acceso a la Justicia a 25 años de la Convención de Belém do Pará.
En un acto realizado en el estado de Chiapas, la representante de la SCJN subrayó que es necesario identificar los principales retos y desafíos que tienen las mujeres para alcanzar el objetivo común que es la erradicación de toda forma de violencia contra la mujer en todos los ámbitos, sean éstos públicos o privados.
Respecto del Poder Judicial de la Federación, podemos sostener que las y los juzgadores contamos con uno de los instrumentos de control más importantes para contribuir en esta lucha; esto es, el deber de juzgar con perspectiva de género.
En el contexto del 25 Aniversario de la aprobación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer, el Comité Interinstitucional de Igualdad de Género del Poder Judicial de la Federación, junto con el Inmujeres, convocaron a este foro con el objetivo de evaluar los desafíos persistentes después de 25 años de que fue aprobada dicha convención, así como para compartir las prácticas, las lecciones y los desafíos que tienen las mujeres para el acceso a la justicia y a la participación política.
De la Redacción
Periódico La Jornada
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