Amy Goodman y Denis Moynihan
Hace veinticinco años se promulgó en Estados Unidos la Ley sobre
violencia contra las mujeres. Las protecciones que les brinda esta ley a
las víctimas de violencia sexual, violencia doméstica y acoso se
renovaron y ampliaron en los años 2000, 2005 y 2013. En abril de este
año, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó otra
renovación con apoyo bipartidario, la Reautorización de la Ley sobre
violencia contra las mujeres, esta vez con protecciones adicionales para
mujeres residentes en territorios tribales y miembros de la comunidad LGTBQ,
y con nuevas restricciones que impedirían que los perpetradores de
violencia doméstica puedan obtener armas. El proyecto de ley fue enviado
al Senado, de mayoría republicana, donde quedó estancado. Un
funcionario del Senado confirmó el miércoles que “el líder de la mayoría
del Senado Mitch McConnell no lo ha incluido en la agenda legislativa”.
Octubre es el Mes de conciencia sobre la violencia doméstica, durante
el cual muchas de las personas que han sobrevivido al abuso doméstico y
quienes las apoyan se visten de violeta para llamar la atención sobre
este problema, que se considera una epidemia nacional. En Estados
Unidos, cada 16 horas una mujer es asesinada a tiros por su pareja.
El texto del proyecto de ley actual contiene estadísticas que vale la
pena repetir: “En Estados Unidos, las mujeres tienen 11 veces más
probabilidades de ser asesinadas con armas de fuego que las mujeres en
otros países de altos ingresos. Las mujeres en pareja tienen más
probabilidades de ser asesinadas con un arma de fuego que con todos los
otros medios combinados. La presencia de un arma de fuego en situaciones
de violencia doméstica aumenta el riesgo de homicidio para las mujeres
en un 500%”.
El proyecto continúa: “El homicidio es una de las principales causas
de muerte en el trabajo para las mujeres. Parejas o familiares cometen
el 43% de los homicidios contra mujeres en el lugar de trabajo (…). En
2010, los homicidios contra mujeres en el lugar de trabajo aumentaron en
un 13% a pesar de la continua disminución de los homicidios en general
en el lugar de trabajo durante los últimos años”.
Este nuevo proyecto de ley de la Cámara de Representantes, uno de los
primeros abordados bajo la nueva composición de la Cámara, que incluye
un número histórico de mujeres, fue aprobado con 263 votos a favor y 158
en contra, y con 33 representantes republicanos que se unieron a la
mayoría demócrata. El apoyo republicano se produjo a pesar de la
oposición de la Asociación Nacional del Rifle, que se opone firmemente a
la redacción del proyecto de ley que pretende cerrar la llamada “laguna
jurídica de los novios”, que actualmente permite que una persona
condenada por abuso o que tiene impuesta una orden de restricción compre
armas si no está formalmente casado con su pareja.
La semana pasada, la organización Everytown for Gun Safety informó:
“Todos los meses, un promedio de 52 mujeres son asesinadas a tiros por
su pareja. Casi un millón de mujeres hoy vivas han denunciado que sus
parejas les han disparado o intentado dispararles, y cuatro millones y
medio de mujeres han denunciado haber sido amenazadas con un arma. En
más de la mitad de los tiroteos en masa de la última década, el agresor
le disparó a una pareja, expareja o familiar como parte de la masacre”.
Para darle visibilidad a esta última estadística, el grupo a favor
del control de armas de fuego March for Our Lives, fundado por
adolescentes que sobrevivieron a la masacre que tuvo lugar el Día de San
Valentín de 2018 en una escuela secundaria de Parkland, Florida envió
un correo electrónico en el que advierte que la violencia doméstica y la
violencia con armas de fuego son problemáticas fuertemente relacionadas
entre sí. En la carta señalan que al menos el 54% de los tiroteos en
masa son cometidos por abusadores domésticos. La lista de perpetradores
de tiroteos en masa con antecedentes de abuso doméstico o acoso es
larga. En Parkland, el atacante había acosado a una estudiante a la que
mató en el tiroteo; en Sutherland Springs, Texas, el agresor había sido
condenado por violencia doméstica, pero esa condena no fue compartida en
la base de datos del Centro Nacional de Información sobre Delitos del FBI,
por lo que pudo comprar armas; en Newtown, Connecticut, el tirador
primero mató a su madre antes de dirigirse a la escuela Sandy Hook; el
autor de la masacre en el club nocturno Pulse, en Orlando, agredió
física y verbalmente a su esposa y, más recientemente, en Dayton, Ohio,
el atacante tenía una “lista de personas para violar”, con posibles
víctimas de la secundaria, y mató a su hermana durante la matanza.
El sábado pasado, los Astros de Houston derrotaron a los Yankees de
Nueva York y accedieron a un lugar en el Mundial de Béisbol. Entre las
tres mujeres periodistas que cubrían la celebración en el vestuario de
los Astros se encontraba Stephanie Apstein, de la revista Sports
Illustrated, que llevaba un brazalete violeta, símbolo de la
concientización sobre la violencia doméstica. El subgerente general de
los Astros de Houston, Brandon Taubman, les gritó a las periodistas:
“¡Gracias a Dios que tenemos a Osuna! ¡Estoy jodidamente feliz de que
tengamos a Osuna!”. Los Astros contrataron en 2018 al lanzador de
relevos Roberto Osuna, de los Toronto Blue Jays, pocas semanas después
de que la liga le aplicara una suspensión de 75 juegos por una acusación
de haber agredido a la madre de su hijo. El jueves, tras realizar una
investigación junto con la Liga Estadounidense de Béisbol, los Astros
despidieron a Taubman.
Uno de los objetivos de la Ley sobre violencia contra las mujeres es
educar a la gente de todos los sectores de nuestra sociedad para que el
abuso doméstico se vuelva simplemente inaceptable. Lynn Hecht Schafran
de la organización Legal Momentum (el nuevo nombre del Fondo de defensa y
educación legal NOW) escribió: “El enorme
impacto de la Ley sobre violencia contra las mujeres en la vida de las
víctimas hace que la necesidad de una reautorización sea más fundamental
que nunca. Esta ley está impulsando la cultura hacia un futuro donde
todos podamos vivir libres de violencia”.
© 2019 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero
internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y
televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del
libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique
Cono Sur.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario