3/01/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada

Paro de mujeres el 9 de marzo
Una ilustración que circula en redes sociales representa acertadamente lo que parece ser un escenario inducido: dos hombres debaten en torno a la simpatía o aberración al gobierno de México, mientras una mujer con una pancarta que protesta contra los feminicidios está detrás de ellos, cubierta por los cuerpos de quienes, como siempre, se ven el ombligo.
El performance chileno El violador eres tú, que se replicó en los cinco continentes, fue reflejo fiel de una insurrección que recorre el mundo contra la violencia machista. Son mujeres las que protestan de mil maneras para que Ni Una Más, como gritaron hace más de 20 años en Ciudad Juárez, Chihuahua; o Ni Una Menos, como exigen en Argentina, donde nació el pañuelo verde como símbolo de libertad.
Los asesinatos de Ingrid y Fátima desataron la ira y la indignación en México. Y también la necesidad de organización, la urgencia de encontrarse y debatir, por ejemplo, sobre la iniciativa del Paro de Mujeres surgida por un colectivo al que ahora se esfuerzan por desprestigiar, como si ahí radicara la legitimidad de un movimiento.
¡No permitamos que nos arrebaten ni que devalúen la estrategia del Paro de Mujeres!, es un llamado que recorre diversos espacios de mujeres con la invitación a dialogar sobre los desafíos de una iniciativa que nos involucra a todas.
En México, se advierte, se busca ocultar la conexión que existe entre la brutal violencia contra nosotras, mujeres y cuerpos feminizados; y las condiciones terribles de trabajo y explotación que estamos obligadas a sobrellevar, pues somos nosotras quienes, a fin de cuentas, sostenemos la vida de nuestras familias.
Y por esto, más allá del oportunismo político de gobiernos, empresarios y autoridades de toda clase, la convocatoria es a discutir entre nosotras qué hacemos con el Paro del 9M que se ha instalado en el debate público, en estos días, como un mecanismo más de generación de confusión. Pues, ante todo, nos parece importante sostener el paro.
La discusión ha iniciado. Para leer el llamamiento completo: https://bit.ly/2wNAd8d. Y para enviar tus reflexiones al correo paromujeres2020@gmail.com.

Mujeres opinan del paro de mujeres
Los feminicidios deben detenerse ya
Grupos políticos quieren llevar agua a su molino
Foto
Una intensa campaña se desarrolla en redes sociales, convocando a un paro el próximo 9 de marzo contra los feminicidios y toda forma de violencia contra la mujer. Sin embargo, se advierte la presencia de grupos políticos de diferentes signos que quieren llevar agua a su molino, lo que ha hecho que las convocadas guarden reservas. Esta semana planteamos la pregunta: ¿participarás en el paro?; 63 por ciento de los encuestados respondió que no (ver gráfica).

Metodología
El sondeo se distribuyó por redes sociales. Participaron 2 mil 34 personas; en Twitter, 132; en El Foro México, 570, y en Facebook, mil 332.

Coronavirus vs economía
Mercados se zarandean
La creciente ola de miedo provocada por la presencia y expansión del nuevo coronavirus sacude a la de por sí frágil economía mundial y se advierten futuros estragos si no mejora, y rapidito, el control y erradicación de la potencial pandemia.
Si algún sector reacciona histéricamente ante cualquier eventualidad es el financiero –piel de terciopelo–, y su reacción era de esperarse: caen los mercados bursátiles, se devalúan las monedas, los bancos se zarandean y la factura se la trasladan a los demás.
Para el caso mexicano, hasta ahora sólo se ha confirmado un caso de nuevo coronavirus y en veremos está la eventual confirmación de otro. Es de suponer que aparezcan más, pero desde días atrás los sudorosos especímenes del sector financiero adelantaron vísperas y los vaivenes en la Bolsa Mexicana de Valores y el mercado cambiario, más el creciente nerviosismo entre los banqueros, han sido la norma, al igual que en el resto del mundo.
El punto es si en realidad el nuevo coronavirus tiene la fuerza suficiente para tirar la economía mundial o si en realidad se utiliza sólo como pretexto –sin minimizar su impacto– para culparlo de una crisis que de tiempo atrás está en el horno.
En vía de mientras, el tipo de cambio del peso frente al dólar registraba una buena racha favorable a la moneda nacional, pero entre adelantar vísperas y promover la histeria nuestra divisa acumula varios días a la baja para cerrar febrero en 19.77 por billete verde (la mayor de los últimos seis meses), cuando dos semanas atrás (el mero día del amor y la amistad) la cotización fue 18.57 por uno. ¿Razones? Los sudorosos especuladores financieros que a todo temen, porque sienten que el negocio se les cae.
Por el lado del mercado bursátil mexicano, su principal indicador acumuló un descenso cercano a 7 por ciento en la semana financiera que concluyó ayer, y las bajas de las empresas registradas con mayores pérdidas (hoteleras, consorcios de entretenimiento, grupos aeroportuarios, mineras y tiendas departamentales) fluctuaron entre 10 y 6 por ciento (sólo ayer).
Es probable que el zarandeo se mantenga, pero en vía de mientras el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), de la Cámara de Diputados, reseña que en la semana del 21 al 28 de febrero de 2020 el tipo de cambio Fix pasó de 18.9138 a 19.7760 pesos por dólar, lo que representó una depreciación de 86 centavos para la moneda mexicana, acumulando una racha bajista de siete jornadas consecutivas y alcanzando por primera vez en el año una cotización por arriba de 19 pesos por billete verde.

Enfermos de impunidad
“Tengo miedo, pero no de ese que se pasa rezando”, escribe la poeta chilena Denni Zú. ¿Qué miedo es el que sentimos las mujeres que ni Dios puede ahuyentar en una sociedad caída en la barbarie?
El mayor monstruo de México es la impunidad que vuelve crueles y desalmados asesinos a hombres frustrados desde niños por la miseria material, afectiva y cultural en que crecen. Sólo si somos capaces de cambiar la vida de la niñez y de las mujeres el país se transformará.
Morir a golpes, violada, desollada, descuartizada o ser bañada de ácido son miedos que sufrimos las mujeres. La tragedia de la niña Fátima hizo visible a más de 250 niñas muertas como ella en manos de monstruos. Tan sólo en la Ciudad de México más de 100 fueron asesinadas entre 2012 y 2019, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses. A lo largo del país los feminicidios contra niñas se multiplican ante una sociedad impasible.
La perversidad irreversible de asesinos como los de Fátima causa tentación de pensar en la pena de muerte, en el fusilamiento o en la pedagogía del doctor Guillotin para eliminar asesinos irredentos, porque sería una “terapia de shock” más efectiva que cualquier santo evangelio. Suena brutal, pero si fueran capturados los más de 3 mil criminales sicópatas hoy libres, ¿en qué espacios carcelarios estarían? No los hay. Por cierto, ¿qué fue de las Islas Marías?... Estamos enfermos de impunidad más que de corrupción; la primera es causa y la segunda efecto que se multiplica incesante. Combatir la impunidad es lo primero. La moral no se construye con discursos y catecismos, sino con acciones de justicia, valentía y dignidad. Según el mismo fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, anualmente se cometen 33 millones de delitos en México, de los cuales 99 por ciento quedan impunes, y delitos contra mujeres sólo 7 por ciento llegan al MP. Urge refundar el sistema de justicia, pero no con criterios de un solo hombre, sino con el de expertos en desarrollo humano y concenso social. Porque como afirma Nietzsche: No es la duda lo que vuelve locos a los hombres, sino la certeza. La certeza de un loco para quien todo gira a su alrededor llega a convertirlo en el gran solitario y su discurso queda cerrado sobre sí mismo.


Editorial
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, anunció ayer la creación de la Coordinación de la Igualdad de Género como parte de un plan de medidas y acciones para buscar la igualdad entre universitarias y universitarios, y que la violencia contra las mujeres se castigue y se erradique. Además de instituir la coordinación que estará a cargo de Diana Tamara Martínez, el plan dado a conocer por Graue incluirá la integración de unidades de atención de denuncias sobre violencia de género, la elaboración de un código de conducta para prevenir la violencia de género en las relaciones universitarias, la identificación de espacios problemáticos, el reforzamiento de la vigilancia en los principales puntos del transporte público interno, la adecuación del protocolo en casos de asesinatos o desapariciones de estudiantes, entre otras medidas.

No hay observadores del idioma
Usuarios del idioma cometen la recienitis suramericana –señalada como tal en aquellos países–, creyéndose elegantes por decir: en vez de apenas, recién salió del hospital, recién en marzo inauguran...Otros, rindiéndose a la ignorancia gringa, tergiversan la palabra macho –lo ejemplar, probo, del náhuatl machiotl, como siempre se usó en México–; aplicándolo exactamente a lo contrario.

Amuchos españoles les da trabajo reconocer la grandeza de la ayuda mexicana de que fueron objeto miles de paisanos suyos de antaño, a partir del triunfo de los franquistas en 1939.

“En las noches, cuando era niño,
al salir de la casa me parecía sentir
que a lo lejos, del otro lado del río, 
alguien levantaba las manos y me llamaba.
Yo trataba de escuchar esa voz
entre el ruido de la noche.
Pero las estrellas numerosas hacían ruido,
se congregaban ensordecedoras
como si el calor las hiciera brillar más.
Y la tierra también desprendía una voz
de piedras, de raíces, de días,
bajo el polvo caliente del verano.
Las luces de las casas parecían vivientes.
Todo tenía luz, todo era un lugar ocupado
milagroso.
Pero sólo yo oía, sentado en la tierra.
Oh Dios mío, sólo yo oía, sentado en la tierra.
Sé que todavía esa noche, ahora, alguien
levanta las manos y me llama.
Finisterre

El 13 de junio de 1946, en la ciudad de Parral, se unieron en matrimonio la señorita María Agustina Aceves y el contador Carlos Montemayor Díaz. Exactamente un año después, el 13 de junio de 1947, nació Carlos; en 1949, María Eugenia, y en 1951, Martha. A la joven familia se unieron pocos años después las abuelas, que influyeron en la vida de los tres niños porque ambas eran lectoras, además de que eran geniales para narrar cuentos y anécdotas terribles de la Revolución. De esas historias de las abuelas y de las veladas musicales que se hacían en casa, se alimentaron los hermanos Montemayor Aceves.

Veinte años después de la huelga de nueve meses del Consejo General de Huelga (CGH) hoy en la UNAM se puede decir que ha surgido un nuevo movimiento estudiantil. Pero con características radicalmente distintas al de hace dos décadas: está a cargo de las estudiantes mujeres y son ellas las que forman el grueso de la movilización. No hay una instancia central, sino decisiones locales, pliegos petitorios que responden a las circunstancias también de cada plantel, aunque los unifica el objetivo del fin de la violencia difusa, pero grave contra las mujeres. Algunos espacios del paro son más permanentes, otros aparecen y desaparecen y las autoridades parecen desconcertadas y rebasadas, sin la posibilidad de crear tácticas que son útiles en un escenario fijo como el de una huelga de larga duración, con sus mesas de negociación y su representación claramente identificada, la atención de la prensa, la extensa navegación por los largos argumentos. Es un movimiento que parece haber aprendido del pasado. No sirven aquí las intervenciones de los eméritos, las campañas de descalificación, las clases extramuros, la persuasión paternal. No está aislado, tiene la mirada y la simpatía de muchas mujeres y, crecientemente de hombres, y ha comenzado a calar a escala nacional. Se ve, además, como parte de un movimiento mundial y, para hacer aún más difícil la tarea de las autoridades nacionales e institucionales, renueva constantemente su voluntad de luchar por el goteo incesante de feminicidios. En el lapso de unos días un nuevo nombre de una mujer asesinada se suma a los anteriores, y la circunstancia es cada vez más violenta y atroz, aunque con la pequeña Fátima, niña todavía, pero ya muerta por mujer, hubo un quiebre, un rompimiento de diques cuya fuerza sólo sepuede canalizar a través de la brecha que han abierto las mujeres. Eso las vuelve incontenibles y a todos nos obliga a pronunciarnos.

Ayer, 28 de febrero, tuvo lugar, en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el Encuentro Nacional de Usuarios (en adelante Encuentro), convocado principalmente por la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (Anuee). Estuvieron presentes varios de los movimientos sociales más importantes del país, entre ellos el SME, la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores, la Coordinadora Nacional de Trabajadores por la Educación, Agua Para Todos, Agua Para la Vida y la propia Anuee, quienes se reunieron con un propósito perfectamente definido: construir un gran movimiento nacional que genere un plan de acción común frente a la difícil y compleja coyuntura actual.

Una falla importante de los sistemas educativos tanto de México como en otros países, incluyendo otros más desarrollados, ha sido la adecuada preparación de las nuevas generaciones para insertarse en la vida productiva en ramas profesionales como medicina, ingeniería, arquitectura, contaduría o derecho, e incluso las de carácter artístico y cultural como literatura, música, pintura y teatro, disciplinas que nos ha permitido construir la nación que hoy tenemos.

Mucho se dice sobre el coronavirus Covid-19, y sin embargo muy poco. Hay aspectos fundamentales que permanecen en la sombra. Quiero nombrar algunos de éstos, distintos pero complementarios.

El juicio a Julian Assange, fundador de Wikileaks, es una metáfora perfecta de como opera hoy el imperialismo estadunidense en el mundo. Son las fuerzas armadas, el Departamento de Estado y la CIA los que causaron miles de muertos en Afganistán, Irak, Libia o Siria, pero es a quien mostró al mundo esos crímenes a quien se quiere condenar a 175 años de cárcel por 18 delitos (17 de ellos tipificados por la Ley de Espionaje de 1917, aprobada con motivo de la I Guerra Mundial).

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