chomsky ha escrito una cantidad considerable de ideas sobre el
anarquismo en las últimas décadas, la gente a menudo le pide una visión
más tangible y detallada del cambio social. En esta entrevista realizada
en 1996 por el periodista Tom Lane para la revista ZMag, el reconocido
lingüista hace un repaso por su pensamiento anarquista.
Nadie posee exclusivamente el término «anarquismo.» Éste es utilizado para un ancho rango de diferentes
corrientes de pensamiento y acción, variando ampliamente entre ellas. Hay muchos anarquistas «a-su-
manera» quienes insisten, a menudo con gran pasion, en que el suyo es el único modo verdadero, y que
los otros no merecen el termino (y quizas son criminales de uno u otro tipo). Una mirada a la literatura
anarquista contemporanea, particularmente en el Oeste y dentro de los «círculos intelectuales» (quizas a
ellos no les guste el término), mostrará rápidamente que una gran parte de ésta es una denuncia de los
otros por sus desviaciones, tanto como en la sectaria literatura Marxista-Leninista. La proporción de este
material con respecto al trabajo constructivo es depresivamente alto.
Personalmente, no tengo ninguna seguridad, en mi propia opinión,
acerca de un «camino correcto», y no me causan impresión los
pronunciamientos seguros de otros, incluyendo los de buenos amigos.
Pienso que considerarse disponible y capacitado para hablar con
seguridad es avanzar muy poco. Podemos intentar formular nuestras
visiones a largo plazo, nuestros objetivos, nuestros ideales; y podemos
(y debemos) dedicarnos nosotros mismos a trabajar en asuntos de
significado humano. Pero la brecha entre ambos es bastante considerable,
y díficilmente veo algún camino para conectarlos excepto en un nivel
muy general y vago. Esta distinción mía (quizás defectuosa, quizás no)
se descubrirá en las respuestas (muy breves) que haré a tus preguntas.
1. ¿Cuáles son las raíces intelectuales del pensamiento
anarquista, y qué movimientos las han desarrollado y animado a través de
la historia?
Las corrientes del pensamiento anarquista que me interesan (hay
muchas) tienen sus raíces, pienso, en la Ilustración y el liberalismo
clásico, e incluso encuentra huellas, de forma interesante, dentro de la
revolución científica del siglo 17, incluyendo aspectos que incluso son
considerados reaccionarios, como el racionalismo Cartesiano. Hay
literatura sobre este punto (del historiador de las ideas, Harry
Bracken, por ejemplo; yo he escrito acerca de esto también). No quiero
recapitular aquí, sólo quiero decir que tiendo a coincidir con el
importante escritor anarcosindicalista y activista Rudolf Rocker en que
las ideas del liberalismo clásico han caído en las ruinas del
capitalismo industrial, para nunca recobrarse (me estoy refiriendo a
Rocker en los 1930s; décadas más tarde, el pensaba diferente). Las ideas
han sido reinventadas continuamente; en mi opinión, porque reflejan
percepciones y necesidades humanas reales. La Guerra Civil Española es
quizás el ejemplo más importante; si bien debemos recalcar que la
revolución anarquista que alcanzó una buena parte de España en 1936,
tomando varias formas, no fue un ascenso repentino y espontáneo, sino
que ha sido preparado a través de muchas décadas de educación,
organización, luchas, derrotas, y a veces victorias. Fue muy
significativa. Lo suficientemente como para despertar la ira de todos
los grandes sistemas de poder: el estalinismo, el fascismo, el
liberalismo occidental, la mayoría de las corrientes intelectuales y sus
instituciones doctrinales — todas combinadas para condenar y destruir
la revolución anarquista, como lo hicieron; un signo de su
significancia, en mi opinión.
2. Los críticos se quejan de que el anarquismo es «utópico,
desestructurado.» Tu contrapones de que cada estadío en la historia
tiene sus propias formas de autoridad y opresión, y que deben ser
desafiadas, y entonces ninguna doctrina predeterminada puede aplicarse.
En tu opinión, ¿qué realización específica de anarquismo es apropiada en
esta época?
Suelo estar de acuerdo con que el anarquismo es utópico y
desestructurado, aunque en forma más severamente en que las
insubstanciales doctrinas de neoliberalismo, Marxismo-Leninismo, y otras
ideologías que han apelado a [o se han valido de] el Poder absoluto y
sus sirvientes intelectuales a través de los años, por razones que son
muy fáciles de explicar. La razón de la desestructura general y la
laguna intelectual (a menudo disfrazada con grandes palabras, pero esto
por los intereses particulares de los intelectuales) es que nosotros no
sabemos tanto acerca de sistemas complejos como de sociedades humanas; y
sólo tenemos intuiciones de validez limitada sobre como podrían ser
reconstruidas y moldeadas nuestras sociedades.
El Anarquismo, en mi modo de ver, es una expresión de la idea de que la «prueba de validez» [N. del T.: burden of proof,
algo así como la espada de Damocles] debe recaer siempre en aquellos
que argumentan que la dominación y la autoridad son necesarias. Ellos
tienen que demostrar, con argumentos reales, sólidos y consistentes, que
esa conclusión es correcta. Si no lo pueden hacer, entonces las
instituciones que defienden deben ser consideradas ilegítimas. Sobre
como uno debe reaccionar frente a una autoridad ilegítima depende de las
circunstancias y las condiciones: no hay fórmulas.
En esta época, los temas de discusión atraviesan todo un espectro,
como comúnmente lo hacen: desde las relaciones personales en la familia y
en cualquier parte, hasta en el orden político/económico internacional.
Y las ideas anarquistas — desafiar la autoridad e instigar a que ésta
deba justificarse a si misma como tal — son apropriadas para todos los
niveles.
3. ¿Qué clase de concepción de la naturaleza humana es la que
el anarquismo predica? ¿La gente estará menos incentivada a trabajar en
una sociedad con igualdad de derechos? ¿Una ausencia de gobierno
permitirá al más fuerte dominar a los débiles? ¿Resultará la toma
democrática de desiciones en excesivo conflictiva, llevando a la
indecisión y la «oclocracia» (la regla de la muchedumbre)?
Según yo entiendo al término «anarquismo,» éste está basado en la
esperanza (en nuestro estado de ignorancia, no podemos ir más allá de
eso) de que los elementos esenciales de la naturaleza humana incluyan
sentimientos de solidaridad, de apoyo mutuo, simpatía, preocupación por
los otros, y demás.
¿Trabajará menos la gente en una sociedad con igualdad de derechos?
Si, en tanto que ellos sean impulsados al trabajo por la necesidad de
supervivencia; o por una recompensa material, una clase de patología,
pienso, del tipo de la que lleva a alguien a obtener placer torturando a
otros. No, aquellos que encuentren razonable la doctrina liberal
clásica que habla de que el impulso de envolverse en un trabajo creativo
es parte de la esencia y de la naturaleza humana — algo que vemos
constantemente, pienso, desde la niñez hasta la vejez, cuando las
circunstancias cuentan– (parecerá muy sospechoso por parte de estas
doctrinas, las cuales son altamente serviles al poder y a la autoridad,
pero esto parece no tener otras motivaciones).
¿Una ausencia de gobierno permitirá al más fuerte dominar al débil? No lo sabemos. Si así fuese,
entonces algunas formas de organización social tendrán que ser
construidas — hay muchas posibilidades — para detener este crimen.
¿Cuáles serán las consecuencias de la toma directa y democrática de
decisiones? La respuesta es una incógnita. Tendremos que aprender
probando. Intentémoslo y averigüémoslo.
4. El Anarquismo es a veces llamado socialismo libertario —
¿En qué difiere de otras ideologías que también están asociadas con el
socialismo, como el Leninismo?
La doctrina Leninista sostiene que un Partido de vanguardia debe
asumir el poder estatal y conducir al pueblo al desarrollo económico, y,
por algún milagro que todavía no se explica, a la libertad y a la
justicia. Es una ideología que naturalmente apela en gran forma a la
«inteligencia radical», a quienes proporciona una justificación para su
rol como administrador estatal. Yo no puedo encontrar ninguna razón — ni
en la lógica ni en la historia — para tomarlo seriamente. El socialismo
libertario (incluyendo una parte sustancial del Marxismo) se opone a
esto con el mayor desprecio; y con toda la razón.
5. Muchos «anarco-capitalistas» dicen que anarquismo significa la libertad de hacer lo que quieras
con tu propiedad y entrar en libre contrato con otros. ¿Es el capitalismo en algún modo compatible
con el anarquismo, desde tu punto de vista?
El Anarco-capitalismo, en mi opinión, es un sistema doctrinal el
cual, si alguna vez se llegase a implementar, dará lugar a formas de
tiranía y opresión que tendrán pocos puntos de comparación en la
historia humana. No hay la más mínima posibilidad de que estas ideas (en
mi opinión, horrendas) sean implementadas, ya que rápidamente
destruirían cualquier sociedad que cometa este error colosal. La idea de
«libre contrato» entre el potentado económicamente y su famélico sujeto
es una broma cruel; quizás amerite algún momento en un seminario
académico explorando las consecuencias de estas ideas (en mi opinion,
absurdas), pero en ningún otro lugar.
Debo agregar, como sea, que me encuentro en muchos aspectos en
substancial acuerdo con personas que se consideran anarco-capitalistas; y
por muchos años, pude escribir sólo en sus periódicos. Y además admiro
su compromiso con la racionalidad — el cual es raro — aunque yo no
pienso que ellos vean las consecuencias de las doctrinas que defienden, o
sus profundas fallas morales.
6. ¿Cómo se aplican los principios anarquistas a la
educación? ¿Son los grados, las exigencias y los exámenes cosas buenas?
¿Qué clase de (medio)ambiente es más conducente para el libre
pensamiento y el desarrollo intelectual?
Lo que siento, basado en parte en mi experiencia personal en este
caso, es que una educación decente debe buscar proveer un hilo conductor
a través del cual una persona se abrirá sus propios caminos; enseñar
bien es más una cuestión de proveer agua a una planta, para permitirle
crecer con su propio poder, que de llenar un vaso con ese agua (con casi
todos pensamientos poco originales que pueda agregar, parafraseados de
escritos del Iluminismo y el liberalismo clásico). Estos son principios
generales, los que pienso que son generalmente válidos. Sobre cómo estos
serán aplicados en cada circunstancia particular, debe ser evaluado
caso por caso, doblemente con humildad y reconocimiento de cuán poco
realmente entendemos.
7. Describe, si puedes, como una sociedad anarquista ideal
funcionaría día a día. ¿Qué clase de instituciones económicas y
políticas podrían existir, y cómo funcionarían? ¿Tendríamos dinero?
¿Compraríamos en tiendas? ¿Seríamos dueños de nuestros propios hogares?
¿Tendríamos leyes? ¿Cómo prevendríamos el crimen?
No podría soñar tratando de hacer esto. Estas son cuestiones sobre
las cuales tenemos que aprender, a través de la lucha y de la
experiencia.
8. ¿Cuáles son las perspectivas de realizar el anarquismo en nuestra sociedad? ¿Qué pasos deberíamos tomar?
Las perspectivas para la libertad y la justicia son ilimitadas. Los
pasos que deberíamos tomar dependen de que queremos lograr, con que
intentamos acabar. No hay, y puede no haberlas, respuestas generales. La
pregunta está mal puesta. Me estoy acordando de un buen eslogan del
movimiento de trabajadores rurales en Brasil (de donde acabo de
regresar): ellos decían que debían expandir el suelo de la celda, hasta
el punto en que puedan romper las rejas. A veces, hasta requeriría
defender la jaula contra otros predadores aún peores que estaban afuera:
defensa del poder ilegítimo estatal contra la tiranía predatoria
privada en los Estados Unidos de hoy en día, por ejemplo, un punto que
debería ser obvio para cualquier persona comprometida con la libertad y
la justicia — cualquiera, por ejemplo, que piense que los niños deben
tener alimento para comer — pero que parece difícil de concebir para
mucha gente que se considera a si misma como libertaria y anarquista.
Ese es uno de los impulsos auto-destructivos e irracionales de la gente
decente que se considera a sí misma como parte de la izquierda, en mi
opinión, separándose ellos en la práctica de las vidas y las legítimas
aspiraciones de la gente que sufre.
Bueno, así me parece a mí. Estoy feliz de discutir estos puntos, y
escuchar contra-argumentos, pero sólo en un contexto que nos permita ir
más allá de gritar eslóganes — lo que, me temo, excluye a una buena
parte de lo que pasa por el debate en la izquierda, por mucho que lo
lamente.
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