3/01/2020

Para documentar la misoginia y el machismo




En octubre de 2015 publiqué en La Jornada el artículoOrígenes de la misoginia y el machismo que retomaba citas del libro de Jesús J. Márquez La mujer crucificada que se puede consultar en https://www.facebook.com/pages/La-mujer-crucificada/206724672690550
En aquella ocasión retomé citas históricas muy antiguas de personajes como Confucio, Hesíodo, Pitágoras y libros como las Leyes de Manu (libro sagrado de India), la Constitución Nacional Sumeria, El Corán y otros. Todos manifiestan una constante: el deprecio, hostilidad y aversión a las mujeres.
En esta ocasión retormo el texto de Márquez con citas de otros personajes más recientes y conocidos para documentar cómo se ha construido la misoginia y el machismo y cómo es un asunto global que traspasa epócas, regiones y culturas.
La mente del hombre es de mármol; la de la mujer de cera: William Shakespeare (poeta y dramaturgo inglés, en el siglo 16).
Los niños, los idiotas, los locos y las mujeres no pueden y no tienen capacidad para efectuar negocios: Enrique VIII (rey de Inglaterra y cabeza de la Iglesia anglicana, siglo 16).
Siempre escogen las mujeres aquello que vale menos, porque exceden de mal gusto o cualquier merecimiento:Miguel de Cervantes Saavedra (novelista español, siglo 17).
De manera femenina quiere decir furiosamente; pues todas las palabras desmedidas nacen en boca de mujeres: George Noel Gordon, Lord Byron (poeta inglés, siglo 17).
Las mujeres y los idiotas necesitan 10 horas de sueño, los heridos ocho y los hombres seis. Las mujeres no son otra cosa que máquinas de producir hijos: Napoleón Bonaparte (emperador francés, siglo 19).
"La mujer puede ser educada, mas su mente no es adecuada para las ciencias más elevadas, como la filosofía y algunas artes”: Friedrich Hegel (filósofo e historiador alemán del siglo 19).
Desde la edad de seis años, la mujer no crece mas que en dimensiones: Severo Catalina (escritor y periodista español, siglo 19).
La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello: Gustave Flaubert (novelista francés, siglo 19).
La mujer es un animal de cabellos largos e ideas cortas: Arthur Schopenhauer (filósofo alemán, siglo 19).
El hombre es más interesante que las mujeres, a él y no a ellas hizo Dios a su imagen: André Gide (escritor francés, siglo19).
Espero que las mujeres sean la última cosa que llegue a civilizar el hombre: Georges Meredith (novelista inglés, 1859).
“El hombre debe ser educado para la guerra, y la mujer, para solaz del reposo del guerrero.
¿Vas con las mujeres? ¡No olvides el látigo!": Friedrich Nietzsche (1885).
Esa intimidad que en el cuerpo femenino descubrimos y que vamos a llamar mujer, se nos presenta desde luego como una forma de humanidad inferior a la varonil: José Ortega y Gasset (filósofo español, 1950).
La mujer es una gran pecadora y la responsable de que hayamos sido expulsados del Paraíso; su única posibilidad para disminuir su culpa es la subordinación. La mujer debería ser una alfombra donde la gente pueda pisar encima: Josemaría Escrivá de Balaguer, marqués de Peralta (santo español, 1964).
Las asociaciones (políticas) son como las mujeres. Cuanto más se usan, más se ensanchan: José Solís Ruiz (ministro de Franco, 1975).
Educar a una mujer es como tirar miel sobre un reloj suizo: ambas cosas dejan de funcionar: Kurt Vonnegut (escritor estadunidense).
La mujer ideal para mí es la que sirve la mesa a los hombres, nunca se sienta con ellos y no les dirige la palabra: Jacques Chirac (presidente francés, 1978.
El feminismo no busca la igualdad de derechos de la mujer, sino animarla a abandonar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y convertirse en lesbiana: Pat Robertson (predicador estadunidense, 1992).
Yo no tengo malos días; no soy ninguna mujer: Vladimir Putin (presidente de la Federación Rusa, 2017).
Si enlazamos todas estas sabias disquisiciones masculinas, las mujeres se caracterizan por ser “débiles, pecadoras, de una humanidad inferior, de mal gusto, iracundas, de ideas cortas, incapaces para estudiar, reflexionar y para los negocios; sólo sirven para poner la mesa, como máquinas para tener hijos y para solaz del guerrero. En resumen, son un vulgar animal. ¡No olvides el látigo!
Y así, frase sobre frase, se ha lapidado históricamente a las mujeres.
Para finalizar hay que mirarnos en el espejo y repasar algunos dichos y refranes mexicanos que van en la misma línea:
La mujer es como la escopeta, detrás de la puerta y bien cargada.
La mujer y la guitarra, son de quien las toca.
La cobija y la mujer, suavecitas han de ser.
La vergüenza en la mujer, se conoce en el vestido.
Dado queel nueve nadie se mueve los invito a leer los otros capítulos del libro de Márquez: ¿Cómo ser pintora en el renacimiento y no morir en el intento?; La ablación del clítoris; La culpa fue de Eva; ¿Quién mató a María Magdalena? y otros más.

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