Pachuca, Hgo. Con marchas y fotografías
intervenidas digitalmente, mujeres hidalguenses exigieron este 29 y 31
de agosto un freno a las desapariciones y asesinatos violentos que han
sucedido en la Región de Tula-Tepeji.
“Quisiera ser un monumento para que se indignen si me tocan”, fue el
lema que pusieron las mujeres de la Colectiva feministas Aquelarre
Cihuacóatl sobre fotografías de monumentos importantes de la entidad,
como el Reloj Monumental de la capital de Hidalgo. Con estas imágenes,
las hidalguenses buscan exponer la incongruencia de los argumentos de
quienes critican las pintas y acciones que llevan a cabo las feministas
para exigir la erradicación de la violencia contra la mujer.
Las fotografías estuvieron acompañadas del siguiente mensaje “los
monumentos representan un cachito de historia de cada etapa importante
de la sociedad, no están de adorno nada más. Y hoy en Hidalgo estamos
haciendo historia, las mujeres alzamos la voz en lo público y lo privado
exigiendo un alto a la violencia machista y ya no nos van a callar”.
Esta acción se suma a la marcha del pasado sábado 29 de agosto en
Pachuca, y a las que previamente se realizaron en Tula, Mixquiahuala y
Tlahuelilpan. Estas protestas fueron por la desaparición el pasado 2 de
agosto de Mariana Zavala Escamilla, quien sigue sin ser localizada, y
por el hallazgo en las inmediaciones de la región de tres mujeres,
quienes fueron asesinadas con visibles actos de tortura.
En lo que va del año, las autoridades han confirmado 10 feminicidios
en la entidad pero el número podría ser mayor, ya que hay más asesinatos
de mujeres que están en vías de investigación. Sin embargo, días
previos a la marcha, las autoridades de Seguridad Pública dijeron que la
entidad tiene un “número mínimo” de estos delitos, en comparación con
otros estados.
Frente a ello, las mujeres de Aquelarre Cihuacóatl dijeron que un
solo feminicidio debe ser motivo de actuación y las autoridades no deben
esperar a que las mujeres sigan siendo asesinadas para realizar
acciones contundentes.
Durante la marcha, las asistentes acudieron con guantes, cubrebocas y
listones o palos de escoba para respetar la sana distancia y con ello
evitar el contagio del nuevo coronavirus.
Las feministas reconocieron que existe un riesgo de salir a las
calles debido a la alta transmisión, pero señalaron que es más grande la
rabia y el miedo de sentirse inseguras en sus propios hogares, ya que
el confinamiento no ha logrado protegerlas de la violencia.
De forma casi simultánea a la manifestación en Pachuca, otro grupo
acudió a las oficinas de la Procuraduría en Tula. Como parte de su
hartazgo con la inacción de las autoridades, las feministas rompieron
los vidrios de la entrada, mismos que fueron repuestos unas horas más
tarde.
20/SR/AJSE
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