R. Aída Hernández Castillo*
El 30 de agosto se celebra el
Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Esta
conmemoración tiene su origen en una iniciativa de la Federación
Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos
(Fedefam) y fue retomada por la Asamblea General de Naciones Unidas en
diciembre del 2010, ante el aumento de desapariciones involuntarias en
distintas regiones del mundo. En México, donde la cifra oficial de
desaparecidos es de 73 mil 201 personas, este día se ha convertido en
una fecha emblemática para los familiares de desaparecidos, que, a
través de distintas estrategias políticas, nos recuerdan que la
impunidad y el silencio son una forma de complicidad, y que los y las
desaparecidas nos faltan a todos.
Ante las dimensiones que ha tomado el problema de la desaparición de
personas en el país, los científicos sociales mexicanos hemos formado
equipos interdisciplinarios para analizar los contextos que posibilitan
las desapariciones y el impacto que éstas tienen en el tejido social,
acompañando desde la investigación-activista, a los colectivos de
familiares. Este ha sido el caso del Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), centro público de
investigación de del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt),
donde hemos creado el Laboratorio de Antropología Social y Forense, y
distintos equipos en las unidades desconcentradas, que abordan la
problemática desde las perspectivas regionales. Paradójicamente, lo que
era un problema de investigación prioritario, se ha convertido en una
afectación directa a nuestra comunidad académica con la desaparición el
11 de agosto pasado, de Griselda Mayela Álvarez Rodríguez, secretaria
técnica del posgrado del Ciesas Noreste, en Monterrey, Nuevo León.
Nuestra compañera Mayela, de 42 años, es madre de una niña de 17 años
y un niño de 13, y como muchas mujeres, combinó sus estudios de
maestría y doctorado en la Universidad Pedro de Gante, con su trabajo
académico-administrativo en Ciesas. Es una atleta que había participado
en las competencias de natación en los Juegos Panamericanos y ha formado
a sus hijos también como deportistas de alto rendimiento. Maya y Marco,
se han unido a los miles de niños y niñas mexicanas cuyas vidas están
siendo afectadas por la desaparición de sus padres, madres, hermanos o
hermanas.
Como muchos de las secretarías técnicas de nuestros posgrados, Mayela
Álvarez es una persona clave para articular a los estudiantes con la
institución, y ha contribuido a construir una comunidad estudiantil que
ahora está conmocionada por su ausencia. Estamos viviendo en carne
propia los impactos que documentan las tesis de maestría y doctorado de
nuestras alumnas y alumnos, y la impotencia ante la incapacidad de una
sofisticada burocracia estatal, que a pesar de contar ya con leyes,
reglamentos, bases de datos, grupos especializados de búsqueda,
comisiones estatales, fiscalías, siguen sin poder solucionar el problema
de las desapariciones de personas.
El martes 11 de agosto, de camino a su trabajo, se comunicó por
última vez con su hija y desde entonces nadie ha vuelto a saber de ella.
Pasaron las 72 horas claves para encontrarla y el Grupo Especializado
de Búsqueda Inmediata no pudo dar con su paradero. Desde que supieron de
su desaparición, los estudiantes del Ciesas Noreste crearon la página www.facebook.com/ DondeEstaMayelaAlvarez/
y nos han invitado a tapizar el país con su foto. Si la pandemia del
Covid-19 ya había hecho difícil el desarrollo de las actividades
académicas para los estudiantes de nuestros posgrados que enfrentan
condiciones de estrés, limitaciones en infraestructura y conectividad,
la desaparición de nuestra compañera afectó emocionalmente a los y las
estudiantes del Ciesas Noreste. El coloquio de la maestría concluyó el
viernes pasado con un ritual de solidaridad donde se compartieron
anécdotas sobre Mayela, describiendo el carácter luminoso con el que los
recibía cada mañana, y su compromiso para mantener dicha maestría
dentro de los programas internacionales de excelencia de Conacyt.
En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas,
demandamos la aparición con vida de Mayela Álvarez y de las 73 mil
personas desaparecidas, cuyas ausencias violentan cotidianamente a miles
de familias y comunidades en México.
*Investigadora del Ciesas.
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