8/27/2010

Los periodistas pal café.....


Julio Hernández López: Astillero
Felipe Calderón pretende convertir el escándalo mundial de la matanza de San Fernando en un apuntalamiento, por exacerbación, de sus políticas guerreras. Colocado en una crítica situación latinoamericana, con gobiernos extranjeros exigiendo justicia, el jefe de las operaciones nativas antinarcóticos ha elevado la dureza de sus palabras, hasta llegar al punto de insinuar que lo espolea la tentación de rebasar límites y combatir sin ataduras a delincuentes bestiales: Como presidente no puedo decirlo: a como dé lugar, pero me dan ganas de decirlo. La tentativa de conjugación futurista de la frase clásica del comicial haiga sido como haiga sido (ahora sería haiga de ser como haiga de ser) se produjo durante una entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga, durante la gira de micrófonos que por la cercanía de su cuarto informe de actividades está desarrollando el licenciado Calderón y en la que ayer agregó, a sus crecientes muestras de enojo y desesperación, los señalamientos de que ya le está cansando tanta impunidad derivada de actuaciones judiciales sospechosas y ciertas pataletas de denuncias de violaciones de derechos humanos, e incluso deslizó que el asesinato del candidato priísta a gobernar Tamaulipas pudo haber sido cometido por el propio... (inaudible en la grabación de Radio Fórmula).
Así, deseoso de transferir la responsabilidad oficial de lo sucedido en el rancho macabro al ámbito de los perfiles conductuales de los criminales pertenecientes al bando más malo de los narcotraficantes, Calderón cree contar con un incentivo más para sostener su muy impugnada guerra contra el narcotráfico, en la que el bando de Los Zetas parecería estar agotando su capacidad de reclutamiento natural pues, según la versión oficial sobre la masacre tamaulipeca, los migrantes habrían sido asesinados por negarse a una leva desesperada.
Felipe de retraso táctico que a casi cuatro años de haber desatado combates circunscritos a las armas de fuego cae en cuenta de que también es importante deshabilitar la base económica de los adversarios (a pesar de que ya Napoleón aseguraba que las guerras se ganaban con la trinidad formada por dinero, dinero y dinero). Felipe que lanza iniciativas de reformas legales para combatir el lavado de dinero que en México es alegre práctica empresarial consentida y sostén básico de la economía nacional. Felipe cuya tenue canciller desgrana sin aliento las fórmulas de condolencia que ya se van haciendo clásicas en el archivo del calderonismo.
El empaque personal e institucional de Calderón está a prueba ante la peor tragedia de las muchísimas que ha generado su guerra desquiciada, y lo que hasta hoy se ve parece de muy poca monta. El jefe formal de un Estado que en Latinoamérica todavía se recuerda como poderoso confiesa ser incapaz hasta de guardar información básica peligrosa (aunque, en el caso de Ignacio Coronel, el sellamiento informativo fue marcial): di la orden de que se cuidara la identidad del testigo, que no se reprodujeran imágenes del testigo, que mucho menos su nombre, y habrá que investigar por qué ocurre eso, dijo al excusarse de que se hubieran revelado esos datos que ponen en riesgo mortal a un superviviente ecuatoriano como sucedió con familiares de un marino caído en el ataque a un jefe narco en Cuernavaca. Pero el muy sincero ocupante de Los Pinos se acogió a una fórmula de autobenevolencia: Yo entiendo que hay una gran presión de los medios nacionales e internacionales. Sergio Sarmiento, quien lo entrevistaba, precisó: Pero nosotros presionamos, pero también se nos puede decir que no, y el empequeñecido interlocutor le respondió: Así es. Habrá que ver qué tan poderosos son los medios. La verdad es que no siempre se les puede decir que no. Palabra de Felipe.
Y un raro reconocimiento de la irregularidad violenta de su rendición de protesta: hablando de las exigencias priístas para que vaya a San Lázaro, Calderón recordó: ... si te fijas, se empezó a discutir este tema del informe cuando se denigró la vida en la Cámara con los informes. Presidentes que eran impulsados, bloqueados; al propio presidente Fox no lo dejaron ni llegar al salón de plenos. A lo que Sarmiento comentó: En el 2006. Y FC se siguió de largo: Yo para tomar posesión tuve que tomarla, prácticamente. Sarmiento deslizó: Por asalto. Y Calderón no refutó ni protestó por el señalamiento de asaltante: Vaya, con mucha decisión y con mucho valor de los diputados y senadores panistas. Pero lo hice porque era mi deber constitucional.
Y, entre las confesiones de jueves, Sarmiento le preguntó cuál había sido el peor momento de su gobierno, y Felipe no citó las matanzas de los jóvenes de Ciudad Juárez o San Fernando, la muerte de los niños de la guardería ABC, el crimen de dos estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey, el lanzamiento al desempleo de decenas de miles de jefes de familia, o la suma de más de 28 mil mexicanos muertos en refriegas oscuras: Para mí, claramente, es la muerte de Juan Camilo Mouriño. Que fue un golpe demoledor para mí, en lo personal, una persona que le tenía un enorme afecto, y para el gobierno, era el secretario de Gobernación. Y además, la forma tan trágica en que fallece. Falleció a 500 metros de donde estamos nosotros. Que caiga un avión en la ciudad de México es verdaderamente insólito, y que dentro de ese avión vaya el secretario de Gobernación es todavía más. Te confieso que yo, al principio, no creí que fuera un accidente. Estaba totalmente convencido de que se trataba de un atentado, pero hizo revisiones profundas y peritajes, trajo expertos extranjeros, agotó recursos y concluyó que lo del querido Juan Camilo había sido solamente un accidente, el peor de todos los habidos en cuatro años de México convertido en funeraria social ahora de pésima fama internacional.
Y, mientras en Guerrero el Dia se hace de otro priísta para cerrarle el paso al PRI, y el senador Gustavo Madero aparece como la nueva propuesta de docilidad a imponer en el PAN-gobierno, ¡feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mxhttp://www.twitter.com/julioastillero

Enrique Galván Ochoa: Dinero
El programa que presentó ayer el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, para combatir al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo contiene varias disposiciones que merecen tener éxito. Urge que lo tenga. Sin embargo, su solo anuncio no puso nerviosos a quienes se dedican al tráfico de drogas y actividades conexas. El narcodólar siguió cambiándose a una cotización normal, por decirlo de alguna manera, en la frontera. La mafia no ve todavía la necesidad de malbaratarlo para adquirir moneda nacional. Ayer pudo cambiar un narcodólar por 12.40 pesos, con algunas fluctuaciones, en la extensa red de casas de cambio que operan de Matamoros a Tijuana. Ha habido ocasiones en que se ha sentido presionarlo a rematar sus billetes verdes hasta por 11.90 pesos.
Pegando donde duele
El programa de acción del joven secretario de Hacienda incluye estos puntos:
–Queda prohibida la adquisición de cualquier bien inmueble en efectivo, lo cual incluye casas, terrenos, departamentos. Los notarios no podrán escriturarlos.
–Se prohíbe el pago en efectivo de más de 100 mil pesos en la adquisición de automóviles, barcos o aviones; relojes y joyería; boletos de apuestas o sorteos, y también títulos accionarios.
–Quienes violen estas normas serán sancionados con prisión de 5 a 15 años, y con multa de mil a cinco mil días. Por primera vez Hacienda intenta sujetar a control a las personas y empresas que se dediquen a negocios que pueden ser usados por la narcada para lavar dinero: los organizadores de concursos, sorteos o juegos; los bancos y otras instituciones que emitan y comercialicen tarjetas de crédito. También las que presten dinero. Las empresas de bienes raíces. Los corredores y vendedores de metales preciosos, joyería y relojes, así como obras de arte. Compañías que vendan o alquilen automóviles, barcos o aviones. Incluye a las que transportan valores. ¡Y los abogados, contadores, notarios y corredores! Antes de que algunas de estas medidas se apliquen el Congreso tendrá que hacer importantes cambios legislativos; no será fácil, se sospecha que la mafia ya tiene su lobby. Es un bocado muy grande el que quiere dar Ernesto Cordero. Si lo consiguiera, aunque no fuera todo al menos una parte importante, aunque será candidato a la Presidencia de la República. Aunque hoy diga que no quiere.

Carlos Fernández-Vega: México SA
Han transcurrido 28 años desde que José López Portillo (en su último informe de gobierno y en medio de feroz crisis política, económica y social) pronunció aquella célebre frase de ya nos saquearon, no nos volverán a saquear, la cual de inmediato viene a la memoria como mero pitorreo cada que se divulgan informes como el que ayer publicó La Jornada como nota principal: mexicanos sacaron del país 51 mil 364 millones de dólares en 39 meses de calderonato (enero de 2007-junio de 2010), monto –detalla la información– equivalente a la mitad de las tan cacareadas reservas internacionales del Banco de México.
El contenido del informe publicado por La Jornada, bajo la firma de Roberto González Amador, es demoledor, porque demuestra –con cifras oficiales– que lejos, muy lejos de cumplirse el apotegma lopezportillista, a casi tres décadas de distancia el saqueo no sólo ha sido permanente, sino que se ha profundizado para alcanzar a estas alturas proporciones verdaderamente bestiales que ningún país medianamente bien plantado puede soportar, como México comprenderá.
Para dar una idea de qué se quejaba José López Portillo aquel primero de septiembre de 1982, cuando expropió la banca y decretó el control generalizado de cambios, recuérdense las cifras sobre fuga de divisas que en aquella ocasión denunció el ex mandatario y el daño que su salida provocó al país: “conservadoramente podemos afirmar (…) que de la economía mexicana han salido ya, en los dos o tres últimos años, por lo menos 22 mil millones de dólares, y se ha generado una deuda privada no registrada, para pagar hipotecas, pagar mantenimiento e impuestos, por más de 20 mil millones de dólares (44 mil millones en total)… en unos cuantos, recientes años, ha sido un grupo de mexicanos (…) el que ha sacado más dinero del país que los imperios que nos han explotado desde el principio de nuestra historia”. La salida de esos 44 mil millones de dólares de la economía mexicana –generados y concentrados internamente– y su depósito en el extranjero –fundamentalmente en el sistema financiero de Estados Unidos–, decía JLP, hundió al país.
La información publicada por La Jornada detalla: “empresarios y particulares mexicanos transfirieron recursos al exterior por 51 mil 364 millones de dólares desde el inicio de la actual administración federal y hasta junio pasado. Esos recursos fueron utilizados tanto para ser abonados en cuentas bancarias como para emprender o ampliar negocios fuera del país, reveló información del Banco de México… Para fines comparativos, los 51 mil 364 millones de dólares transferidos al exterior en lo que va de este gobierno multiplican por siete las salidas registradas, en ambos renglones, en el periodo comparable de la administración encabezada por el también panista Vicente Fox Quesada. Entre enero de 2001 y junio de 2004, las transferencias de mexicanos a cuentas bancarias del exterior y las realizadas para emprender o ampliar negocios fueron de 7 mil 415.2 millones de dólares, de acuerdo con la información del banco central, actualizada este miércoles en su reporte trimestral sobre la evolución de la balanza de pagos”.
Entonces, 28 años después el saqueo no sólo está a plenitud, sino que resulta mucho mayor al denunciado en 1982 por López Portillo, y entonces como ahora se mantiene como una práctica legal; totalmente inmoral, si se quiere, pero absolutamente legal, por dos cosas, fundamentalmente: porque el gobierno se mantiene en la falaz creencia de que un sistema financiero totalmente abierto y sin regulación alguna no sólo es eficaz, sino hasta patriota, y dos, porque los barones del dinero son fieles creyentes y practicantes de aquel apotegma que versa así: moral es un árbol que da moras, o vale para una chingada (Gonzalo N. Santos, El Alazán Tostado, dixit).
Así, bajo este férreo precepto, los dueños del dinero sacaron del país 51 mil 364 millones de dólares en 39 meses de calderonato (enero de 2007 a junio de 2010), a razón de 44 millones de billetes verdes diariamente, o si se prefiere, 1.8 millones por hora. De ese tamaño es el saqueo (sin considerar el registrado en tiempos de Miguel de la Madrid, en los Carlos Salinas, en los Ernesto Zedillo y en los de Vicente Fox), y de esa proporción, también, la confianza que les provoca el régimen calderonista. El mecanismo es sencillo, recurrente y circular: las utilidades generadas en México van a parar a otros sistemas financieros, normalmente paraísos fiscales; con ello presionan aún más al autodenominado gobierno para que les conceda más gracias y mayor participación en los grandes negocios con los bienes de la nación, y se la otorgan, con lo que obtienen enormes ganancias que van a parar a los susodichos sistemas financieros, lo que les permite aumentar la presión, para que les concedan más beneficios (etcétera), de tal suerte que al país lo saquean por las dos vías, con la bendición de quienes, se supone, deberían velar por los intereses nacionales.
La composición del grupo de mexicanos que López Portillo denunció 28 años atrás como responsable del saqueo a la nación no es muy distinto al actual; incluso se puede decir que tampoco distinto hacia atrás de JLP: lo conforman los oligarcas de siempre, con cambio de estafeta generacional, más los habilitados por el modelo económico impuesto desde hace tres décadas, sin dejar a un lado los beneficios que genera el financiamiento privado de las campañas electorales. ¿Algún país aguanta el ritmo impuesto por el grupo concentrador de la riqueza y saqueador de la nación? Ninguno, y México es el ejemplo concreto. Treinta años de estancamiento, en el limbo, sin desarrollo, sin alternativas para su gente, con millones de ninis, emi(grantes), desem(pleados) y depau(perados), y los mismos saqueadores con iguales políticos.
Eso sí, los informes nunca dan nombres de los saqueadores. Como se ha comentado en este espacio, el nuestro se ha convertido en un país de violaciones sin violadores; de responsabilidades sin responsables; de atracos sin atracadores; de asesinatos sin asesinos; de saqueo sin saqueadores, y en el exceso, de autoridades sin autoridad.
Las rebanadas del pastel
Y en eso de pasarse la ley por el arco del triunfo, allí está el Felipillo en feroz competencia con Fox: por unanimidad, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sentenciaron que el actual inquilino de Los Pinos violó la Constitución, al transmitir en cadena nacional un mensaje en materia de seguridad el pasado 15 de junio en pleno proceso electoral, el cual calificó como propaganda electoral. Pero volvemos a lo mismo: esta institución determinó que se violó la ley, pero la realidad política nacional decretó que no hay violador, porque no hay un catálogo de sanciones específicas contra el Ejecutivo federal.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx

Julio Boltvinik: Economía Moral
Luis Arizmendi (LA), destacado profesor de economía política de la UNAM y director de la revista Mundo Siglo XXI (CIECAS-IPN), una de las mejores revistas de pensamiento crítico en América Latina, me envió dos comentarios por escrito y sostuvo conmigo un diálogo en torno a las tres entregas más recientes de esta serie (6, 13 y 20 de agosto), lo que me ha abierto nuevas ventanas y me ha permitido ver mejor por las que ya había abierto. Comparto con el lector estos aprendizajes. En las entregas referidas he confrontado la teoría del valor de Marx con el carácter estacional del trabajo en la agricultura, característica en la que fundo mi teoría de la pobreza y persistencia del campesinado.

Penultimátum
Cuando el siempre preciso secretario de Educación Pública, licenciado Alfonso Lujambio, calificó a los compositores Áleks Syntek y Jaime López como los mejores para el propósito que nos pusimos: generar una canción de alegría, de entusiasmo, sin mezquindades, los hacedores de esta columna sintieron el alivio de quien descarga una losa mucho más grande que la que llevaba El Pípila en la toma de la Alhóndiga de Granaditas, hace dos siglos. Y es que, como recordarán los lectores, en esta columna, primero que nadie, elogiamos el talento de Áleks, justamente llamado el Elton John mexicano, al crear, con Jaime López, El futuro es milenario, que un exigente e imparcial jurado escogió como canción oficial del Bicentón.
Pero ese elogio y el que dijéramos que se trataba de una obra digna de figurar entre lo mejor de la música nacional, desató contra esta columna un tsunami de inconformidad, mucho mayor que el que Áleks padeció y lo obligó a clausurar su Twitter. En favor de El futuro es milenario solamente quedó la trinidad del buen gusto, integrada por los autores de la canción, el licenciado Lujambio y Penultimátum. Los tres contra el mundo y sus mezquindades.
Extrañamente, el mismo día del referido tsunami, la jerarquía católica denunció que el demonio se había apoderado de México, por lo que urgió a realizar cuantos exorcismos fueran necesarios para enviarlo nuevamente al sitio más seguro del averno. No sabemos exactamente si el exorcista de cabecera de la arquidiócesis de la ciudad de México (el país es líder en esa disciplina) descuidó su importante labor, porque, cuando menos se pensaba, de lo más alto del firmamento cayó la rectificación que el país menos esperaba, el primer cambio de opinión de un sexenio acostumbrado a no variar sus políticas, aunque éstas sean un fracaso. Como la guerra contra los malosos o la pobreza.
Que el chamuco se pasea libremente por el país lo demuestra el hecho de que el funcionario, quien apenas ayer se deshacía en elogios y calificaba de impecable a El futuro es milenario, sorpresivamente proclamó como el verdadero y único tema oficial del Bicentón a la melodía Nuevo canto a México, del compositor Miguel Delgado Azorín, desconocido en el canal de las estrellas, que es donde abrevan las auténticas figuras de la música, como Áleks. Ahora, oficialmente se informa que Nuevo canto a México es el ganador del concurso Tema Musical 2010, convocado por el gobierno federal en marzo pasado.
El autor de Nuevo canto a México (que se estrena el domingo próximo en el Auditorio Nacional), reveló que su obra es un homenaje al maestro Carlos Chávez, autor de Xochipilli, donde recrea el mundo musical prehispánico al utilizar una variedad de instrumentos indígenas de viento y percusión. Todo México al Auditorio.

Patricia Peñaloza: Ruta Sonora
A inicios de los años 70, la soberbia escena inglesa bautizó de manera despectiva, a cierta música emergente alemana, como krautrock, como alusión a un platillo tradicional alemán (kraut es col). Acuñaban un término que apelaría a una generación musical germana que en su momento fue casi desconocida, pero que a la larga se volvió de culto e influenció a relevantes músicos del rock sajón. Tal camada fue conformada, entre otras agrupaciones, por Kraftwerk, Can, Tangerine Dream y Neu! (nuevo, en alemán).

El Correo Ilustrado
Negros días en México
La masacre de 72 migrantes centroamericanos en suelo mexicano nos remonta a los negros días de la dictadura nazi, en la Segunda Guerra Mundial, o a las matanzas étnicas en Sarajevo, Kosovo, Chechenia o Ruanda.
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Raúl Zibechi: El tercer triunfo de Lula
Cuando falta poco más de un mes para las elecciones presidenciales en Brasil, la candidata creada y auspiciada por Lula, Dilma Rousseff, lleva una ventaja suficiente como para ganar incluso en la primera vuelta del 3 de octubre. La encuesta de Datafolha difundida el pasado fin de semana concede a Rousseff 47 por ciento frente a 30 por ciento del socialdemócrata José Serra y 9 por ciento de la ecologista Marina Silva. Esa diferencia parece imposible de descontar en sólo un mes, sobre todo porque su candidatura viene creciendo sin parar desde hace ya más de un año.
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Uno de los pilares de todo estado de derecho es el respeto a la ley por parte de la sociedad en su conjunto. Esto incluye a los órganos que la crean y a los que son responsables de su aplicación, sobre los que recae la grave responsabilidad de garantizar su estricta observancia, elemento toral para la existencia del orden social.
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En el modesto tugurio que tiene don Renato Raúl, comerciante callejero de lo que se puede, en la Nueva Chimalhuacán, apareció don Zenaido en el momento en que, en torno a una vieja y rota mesita con sillas aún más rotas y desiguales, por todo ajuar, don Renato su mujer, sus hijos, su suegra y una hermana enferma, se encontraban dispuestos a entrarle a un caldito. El caldo, cocido con huesos y huesitos, emanaba vapores que movían a excitación y prolongaban el oloroso aroma del rico y clásico adobo bien enchilado.
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