Eduardo Ibarra Aguirre
Nos esperan semanas de agobiante publicidad sobre las realizaciones en los últimos cuatro años de gobierno. En este aspecto, el ritual es mismo desde que se inventó: el titular del Ejecutivo federal anuncia hasta provocar hartazgo, lo que considera los hechos y las obras de su gobierno, muchos de ellos sin precedente en sexenios y décadas completas, en un país donde muy poca correspondencia guardan con la realidad que agobia al común de los gobernados y también a varios distinguidos.
La simple revisión de los titulares de uno u otro de los más de dos docenas de diarios capitalinos --ellos prefieren autodenominarse prensa nacional--, incluidos los que tienen una simpatía declarada –para no llamarle compromiso no periodístico-- con las políticas y los programas oficiales, permite constatar que ayer publicaron notas que tiñen de negro el bello panorama socioeconómico que pregona Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y del que, humildemente, él es el arquitecto, conductor y estratega.
Por ejemplo, en materia económica y financiera, donde tantos éxitos se presumen en meses recientes con escandalosa publicidad, resulta terrible que 51 mil 364 millones de dólares fueron transferidos al exterior por empresarios y particulares mexicanos, tanto para ser abonados en cuentas bancarias como para emprender y ampliar negocios desde diciembre de 2006 hasta junio de 2010, informó el Banco de México. La monumental cifra equivale al 50.6 por ciento de la reserva internacional de divisas, al cierre del primer semestre del año. El capital no sólo no tiene patria, sino que acude a donde puede reproducirse más y mejor, e ignora discursos y fantasías presidenciales.
Justamente por publicitarse en tiempos y formas indebidos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó la resolución del Instituto Federal Electoral sobre que el michoacano de Morelia violó la Constitución al emitir, el 15 de junio pasado, un mensaje que aludió a la inseguridad del país, pero que realmente se centró en destacar acciones del gobierno en la materia. Además, el TEPJF consideró que infringió nuevamente la ley el 30 de junio y el y el 1 de julio cuando publicitó la “simplificación tributaria” y la “creciente generación de empleos”. Calderón violó el artículo 41 de la Constitución, pero todo quedó en una sanción moral. Igualito que cuando Vicente Fox Quesada “puso en serio riesgo” la elección presidencial del 2 de julio de 2006, pero el máximo tribunal electoral no se atrevió siquiera a llamarle la atención.
En paralelo, hoy concluye el quinto juicio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en contra del Estado mexicano, en este caso por abusos y torturas cometidos por elementos del 40 Batallón de Infantería, el 2 de mayo de 1999, en Pizontla, comunidad de la Costa Grande de Guerrero, donde asesinaron a Salomé Sánchez, detuvieron y torturaron durante cinco días a Teodoro Cabrera y Rodolfo Montiel, campesinos ecologistas que fueron “indultados por razones humanitarias” por Fox Quesada, en noviembre de 2001.
El súper demagógico estilo de la llamada pareja presidencial permitió la liberación de los dos campesinos ecologistas acusados de portar armas de uso exclusivo del Ejército y cosechar mariguana, garantizó impunidad para el Ejército y condujo a los dos defensores de los bosques de Filo Mayor y del medio ambiente frente a la voracidad y rapiña de los caciques, a vivir en el extranjero hasta la fecha.
Naturalmente que los casos de Montiel y Cabrera los heredó el abogado, economista y administrador público de manos del incomparable vendedor de Coca-cola en América Latina, pero su gobierno litiga ante la CIDH a favor de los torturadores y asesinos vestidos de verde.
Acuse de recibo
La paciente editora de Utopía en dignidadidentidadysoberania.
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