Pedro Echeverría V.
1. ¡Escucha, no es nuevo, así nos han saqueado siempre! “Empresarios y particulares mexicanos transfirieron recursos al exterior por 51 mil 364 millones de dólares (MDD) desde el inicio de la actual administración federal y hasta junio pasado. Esos recursos fueron utilizados tanto para ser abonados en cuentas bancarias como para emprender o ampliar negocios fuera del país, reveló información del Banco de México (BdeM). Pero además, se desconoce el destino de 14 mil 908 millones de dólares catalogados por el BdeM de errores”. (La Jornada hoy) Pero además que nos saquean, tenemos que pagar policías y ejército para cuidarlos del mismo pueblo saqueado, miserable y desempleado que de alguna manera busca rebelarse. Por eso he escrito y reafirmado que esos son los verdaderos delincuentes no los que roban y asaltan para poder comer. Que nos joden esos saqueadores en todos los aspectos, ni hablar, hasta parecería que nos gusta.
2. Todos esos movimientos de capital, esas conversiones de pesos a dólares y todas las transferencias de dinero, las conocen perfectamente los bancos, la secretaría de Hacienda y la Presidencia de la República; tienen el registro –todos los nombres- de los multimillonarios que se llevaron en menos de cuatro años los más de 51 mil MDD; pero en lugar de confiscárselos por “traidores a la patria”, al contrario, el Estado los aplaude y hace negocios con ellos. Nos saquean a 100 millones de mexicanos, nos convierten en desempleados y miserables, somos las víctimas y en lugar de ser castigados esos ricachones por saqueo y robo, reciben premios y aplausos. Por eso el pueblo pobre cuando sabe de un secuestro o muerte de “una persona honorable” por su dinero, se sonríe o de plano no hace caso. Sabe que han acumulado tanto dinero los ricos y piensa: “es bueno que lo repartan un poco, aunque sea obligados por el momento”.
3. Cada vez que se registra una crisis o se vislumbra una devaluación los empresarios y funcionarios del gobierno –avisados a tiempo- sacan sus millones de dólares del país y se los llevan al extranjero; así ha sido en todos los sexenios de gobierno aunque con Calderón se multiplicó más de siete veces la cifra comparada con la del sexenio de Fox. A esos “patriotas dispuestos a morir por México” les importa un bledo el país pues como todos los capitalistas sólo hacen negocios donde tiene seguridad su capital y sus ganancias. La realidad es que esos saqueadores sí representan un verdadero reto y una provocación contra el pueblo mexicano que sabe que trabajando de sol a sol sólo alcanza un salario para no morir de hambre, y que si quiere comprarse un terreno o una casita para vivir deberá quitarse el trabajador y su familia la alimentación que necesita. Por el contrario cada crisis y devaluación aumenta el gran poder de los millonarios.
4. En 2009 el primer sitio es ocupado por Carlos Slim, el principal accionista de Teléfonos de México y de Telcel. Su fortuna familiar fue calculada en 35 mil millones de dólares, 25 mil millones menos que en 2008. Lo sigue Alberto Bailleres (El Palacio de Hierro, Peñoles, Grupo Nacional Provincial), con 5 mil 700 millones de dólares, 4 mil 100 millones menos que el año anterior. El tercer lugar lo ocupa Ricardo Salinas Pliego (Tv Azteca, Banco Azteca, Elektra), con 4 mil 200 millones de dólares, 2 mil 100 millones menos que el año pasado. El cuarto lugar entre los mexicanos de Forbes correspondió a Jerónimo Arango, el ex propietario de la cadena de tiendas que hoy detenta WalMart, con 3 mil 400 millones de dólares (900 millones menos que el año pasado); Germán Larrea Mota Velasco, del minero Grupo México (propietario de la mina Pasta de Conchos, en la que murieron decenas de mineros hace dos años), con 2 mil 600 millones de dólares, 4 mil 700 millones menos que en 2008;
5. Roberto Hernández, empresario turístico, ex propietario de Banamex y ahora en busca de readquirir ese banco, con mil 200 millones de dólares (500 millones menos que en 2008). Siguen cuatro más, cada uno con una fortuna de mil millones de dólares, según Forbes Joaquín Guzmán, narcotraficante, quien figura por primera vez en el listado; Emilio Azcárraga, principal accionista de de Televisa, la mayor cadena de televisión en español del mundo, que el año pasado tenía mil 700 millones de dólares, y Alfredo Harp Helú, también ex accionista de Banamex y propietario de un equipo de beisbol y una cadena de tiendas de artículos deportivos, que el año pasado tenía 600 millones de dólares más que en 2009. Respecto de la lista de 2008 este año no figura Lorenzo Zambrano, principal accionista de Cemex, una empresa que ahora mismo está batallando para poder pagar sus deudas. El empresario regiomontano tenía el año pasado, según Forbes, una fortuna de mil 500 millones de dólares.
6. Esos poderosos empresarios, con toda la protección del gobierno de México, son los que determinan el rumbo de la política y la economía del país. Son los millonarios del neoliberalismo que sustituyeron a los Espinosa Iglesias, Trouyet, Garza Sada, Galindo, que fueron los banqueros anteriores a los años ochenta. Según Espinosa –que también fue uno de los saqueadores de la riqueza del país- a ellos les costó muchos años hacer su capital. En una entrevista se quejó amargamente de la nueva generación de banqueros que en una sola década –con el apoyo de De la Madrid y de Salinas- lograron superarlos en capital y negocios. Por eso el expresidente Salinas –impulsor durante su gobierno de esos grandes millonarios- continúa con gran fuerza política y económica. ¿Cómo puede castigarse en México el traslado de miles de millones de dólares a los EEUU, a Suiza y a los bancos internacionales, si existe desde hace muchas décadas una profunda complicidad de empresarios y políticos?
7. Lo que preocupa al gobierno –y para eso le pagan los millonarios- es ser eficiente en cuidarlos. Ante la gran cantidad –parece que miles- de ricos secuestrados el gobierno sigue contratando, con dinero del presupuesto público, a decenas de miles de policías y militares para el ejército. En vez de crear los empleos necesarios, bien pagados, para desaparecer las condiciones materiales que hacen posible la delincuencia, el gobierno está estableciendo un Estado de sitio en el país. ¿Hasta cuándo y hasta cuánto el pueblo podrá permitir estas burlas y provocaciones de personajes que acumulan gigantescas riquezas, las trasladan al extranjero, mientras él muere por falta de alimentación y atención médica? Este año de 2010 sigue siendo importante para los trabajadores del país porque las esperanzas hacia un profundo cambio social se hacen mayores. Batallas importantes pueden estar madurando contra un gobierno que no ha sido capaz de solucionar los principales problemas. Estemos atentos.
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