Reunión de ONG, previa a la COP 16 de Cancún
Por Patricia Chandomí, corresponsal
Tuxtla Gtz. Chis. 11 oct. 10 (CIMAC).- Al contar con menos recursos de subsistencia, conocimientos y acceso a la información, las mujeres son las más afectadas por las consecuencias del cambio climático, inundaciones, huracanes, tormentas, desertificación y deshielos.
Éstas, fueron algunas de las reflexiones e informaciones que se expusieron el fin de semana en las instalaciones del Colectivo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, convocado por la Marcha Mundial Mujeres (MMM).
Debido a que las mujeres están en el ámbito privado, y a veces sin un medio de difusión, son las últimas en enterarse de las alteraciones climáticas, son las que siempre cargan con los menores de edad y los adultos de casa, y eso les impide tener mayores oportunidades de movilidad, para ponerse a salvo en una situación de emergencia por desastre natural.
Un estudio derivado del Tsunami del 2004 reportó que el 70 por ciento de la población más afectada fueron las mujeres. El estudio reportó que incluso las faldas largas y a veces con poco ruedo de las mujeres, pueden ser un impedimento para que éstas trepen a los árboles, en una situación de emergencia.
También, que ante la escasez de agua y de alimentos, las primeras que los resienten son las mujeres, se destacó en la reunión previa a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16) y la 6ª Conferencia de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP 6), que se realizará en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre.
PREPARATIVOS
Diversos colectivos, movimientos y organizaciones locales, nacionales e internacionales que tienen claro que el problema no es el clima, sino el sistema económico depredador, se organizan para difundir información y realizar acciones de protesta relacionado al tema del cambio climático.
El cambio climático se está dando por el aumento de la temperatura del planeta debido a la emisión de gases de efecto invernadero, como consecuencia de la quema de los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) que realizan las empresas transnacionales para producir la energía.
La industria del transporte, de la agricultura y de los desechos son de las más contaminantes; el cambio climático aumentará e intensificará las inundaciones, huracanes, tormentas y desertificación, mientras que por los deshielos, aumentará el nivel de los océanos y se agotarán las reservas de agua dulce del mundo.
La alteración de los patrones climáticos traerá una crisis en la producción de alimentos; afectará la salud de muchos ecosistemas y desencadenará afectaciones económicas en numerosas regiones provocando crisis sociales; el suministro de agua potable se verá afectado y diversas enfermedades resurgirán o se expandirán.
¿QUE ESTÁN HACIENDO LAS MUJERES?
A pesar de que las mujeres somos las más afectadas, también somos las que más resistencia oponemos al cambio climático mediante el cuidado de las semillas criollas, los conocimientos sobre las plantas medicinales, la biodiversidad, la conservación de la vida.
Asumiendo la carga de los cuidados familiares y comunitarios ante el deterioro de la salud y el ambiente.
Proponiendo análisis y alternativas feministas contra el modelo capitalista hegemónico y poniéndose al frente de las luchas en defensa de la Madre Tierra y los bienes comunes, como la luchas contra la privatización del agua y los servicios básicos (Bolivia), las luchas contra la minería, incluyendo consultas comunitarias (Guatemala, Perú), las luchas contra el monocultivo para agrocombustibles y por la soberanía alimentaria (Brasil, Chile).
En este sentido, la MMM tiene como uno de sus objetivos analizar los vínculos entre pobreza, violencia hacia las mujeres, destrucción del medioambiente, militarización, globalización neoliberal, y un desarrollo basado en la explotación de los recursos (y las personas), el crecimiento infinito y el lucro, y sus impactos sobre la vida de las mujeres.
Así como realizar acciones y elaborar propuestas feministas con miras a denunciar las corporaciones, Instituciones Financieras Internacionales y gobiernos que propician la explotación y la degradación de nuestros recursos, los cambios climáticos y la pérdida de nuestra biodiversidad y actuar, a partir de análisis y prácticas feministas (y en alianza con mujeres de sectores rurales e indígenas), en defensa de la soberanía alimentaria que considera el agua, el aire, la tierra y las semillas bienes comunes de los pueblos; por un modelo de desarrollo que atienda las necesidades fundamentales de las generaciones presentes y futuras.
Organizaciones feministas, no sólo se darán cita en Cancún, sino que realizarán varios “cancunes” en México, y el mundo para exigir un drástica y obligatoria reducción de emisiones, y acordar un mecanismo, y un fondo financiero para comenzar los procesos de adaptación y mitigación, que no se base en el mercado de carbono.
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