Los
precios del crudo nuevamente están cayendo y los expertos prevén
escenarios cada vez más pesimistas. Se piensa que la actual caída
podría incluso superar la de 1986, la peor de los últimos 45 años
"Hemos estado esperando que la caída actual sean tan severa como la de 1986
-la peor de los últimos 45 años- pero no peor que eso. Pero si los precios
petroleros siguen el camino sugerido por la tendencia, nuestra tesis aún
podría resultar ser demasiado optimista"
Analistas de Morgan Stanley
3 años o más
el tiempo que podrían tardar en recuperarse los precios petroleros, según la predicción pesimista del banco Morgan Stanley
60 por ciento
la caída que sufrieron
los precios petroleros
entre el 19 de junio
del año pasado y el
13 de enero de este año
en los mercados
47 por ciento
la recuperación que
registraron los precios del barril de petróleo desde su punto más
bajo de enero hasta
el 13 de mayo
18 por ciento
la caída que han seguido los precios petroleros desde su pico de mayo hasta la fecha; los
expertos prevén que éstos se recuperen algo
El
pesimismo reina en los mercados petroleros, gracias a una renovada
caída en los precios del crudo, y algunos expertos piensan que la
actual situación podría pronto ir ‘de mal en peor y resultar en una
crisis histórica.
Especialistas del banco Morgan Stanley llevan meses advirtiendo que
el actual desplome petrolero podría incluso alcanzar (sin rebasar) al
que ocurrió en 1986. Éste último fue la caída más severa de “por lo
menos los últimos 45 años”, y resultó en un una reducción de más de 70
por ciento en cuestión de menos de un año para los precios del crudo.
Pero en un reporte reciente los analistas Martijn Rats y Haythem Rashed
señalaron que la actual tendencia en los precios y las condiciones que
se viven en los mercados energéticos sugieren que incluso esta
predicción pesimista “aún podría resultar ser demasiado optimista”, ya
que la recuperación en los precios del crudo podría ser más lenta que
en 1986.
Contra toda expectativa
El reporte de Morgan Stanley indica que hasta hace poco su confianza
en una fuerte recuperación en los precios petroleros era alta, y que
ésta se basaba en cuatro factores: un alza en la demanda de crudo, una
caída de la inversión en el sector energético, el mantenimiento de los
precios bajos en las acciones de las empresas petroleras, y una caída
en la oferta petrolera.
Bloomberg reporta que los primeros tres factores se han vuelto
realidad, pero en el último ha sucedido lo contrario a lo que se
esperaba.
La demanda global promedio de este año, estimulada por los bajos
precios, es superior en 1.6 millones de barriles diarios a la del 2014.
Esto a pesar de la desaceleración económica en China, el segundo mayor consumidor petrolero del mundo.
La presión del entorno de menores ingresos ha obligado a las
empresas petroleras a recortar 129 mil millones de dólares en inversión
tan solo en lo que va del año, y el número de plataformas activamente
extrayendo crudo es hoy 42 por ciento menor que en octubre del año
pasado.
Al mismo tiempo, los precios de las acciones de las mayores empresas
petroleras del mundo se encuentran cerca de su punto más bajo en los
últimos 35 años, según dos métodos diferentes de valuación.
La única realidad que no se alínea con las predicciones de Morgan
Stanley es la oferta petrolera, que lejos de caer se ha incrementado
considerablemente.
Producción inesperada
Aunque la producción estadounidense se ha estabilizado, la de los
países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) ha seguido creciendo.
Tan solo entre febrero y junio de este año. la OPEP incrementó en
1.5 millones de barriles diarios su producción; esto es suficiente para
contrarrestar un año entero de crecimiento en la demanda de crudo.
Morgan Stanley señala que “si se sostiene, esto podría retrasar el
rebalanceo de los mercados petroleros por un año”, e indica que la
actual tendencia en los precios apunta hacia una recuperación que tarde
tres años o más - algo mucho más lento que la de 1986.
Por el momento, los expertos aún piensan que los precios podrían
recuperarse. Pero si el mercado se mantiene cada vez más inundado de
crudo, ahora proveniente de Irán o de Libia, este escenario estaría en
riesgo.
Si esto llega a suceder, “no habría nada en nuestra experiencia que
podría ser una guía para las siguientes fases de este ciclo,
especialmente sobre el relativamente corto plazo”, según Morgan
Stanley. “De hecho”, agregan, “podría no haber nada (que sirva como
guía) en la historia analizable”.
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