7/28/2015

Segob obstaculiza alerta de género; “autoridades y gobierno tienen un feminicida dentro de ellos”: Alexandra Harp


    
Feminicidios (2)
(28 de julio, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Según investigaciones periodísticas y de organismos civiles, cada tres horas y veinticinco minutos, en México una mujer muere destazada, asfixiada, violada, golpeada, quemada, mutilada, apuñalada, envenenada, con los huesos rotos o balaceada. Los familiares de las víctimas de feminicidio coinciden en una cosa, “la mataron peor que a un animal, como si no valiera”.
Indiferencia e impunidad por parte del Estado y la sociedad, son los que cobijan los actos violentos que día a día llegan a las noticias, en el mejor de los casos, porque cientos más se quedan en el anonimato, incluso hasta para las familias que no saben si “solamente se fue”, o “algo le pasó” y por eso no volvió a su hogar, así es como en las últimas décadas más de 40 mil mujeres han sido asesinadas con violencia extrema en un país que pareciera ser un campo prolífico para los feminicidios, ha decir por expertos, cifras, familias, incluso algunos políticos.
“¿Cuánto odio se necesita para asesinar a una mujer de la forma más violenta y por lo tanto cruel? Todo ¿cuánto desprecio y rencor puede existir para perder los escrúpulos y enterrar en pedazos el cuerpo de una mujer en distintos sitios o aventarlos en distintos basureros? Todo y mucho más; ¿cuánta indiferencia ha penetrado en una sociedad indolente que ante los hechos y la apatía de la autoridad ellos también lo son? Toda la necesaria; ¿cuánto vale la vida de una mujer para el Estado que ante la muerte de miles sigue impávido? Nada” cuestiona la socióloga Alexandra Harp.
Asimismo afirma que México ha sido el primer país juzgado y encontrado culpable por un organismo internacional. El motivo de la sentencia fue el “Caso campo algodonero” denunciado por el feminicidio de tres mujeres (dos eran menores de edad) quienes fueron asesinadas y violadas por militares en un lote conocido como “El campo algodonero”. Un caso emblemático que debe ser eternamente recordado porque fue el primer señalamientoa nivel mundial que vivimos un Estado fallido en todos los sentidos y a ellos se suman los feminicidios, porque historias como esa suceden a diario, en todas partes, lamentablemente cientos son desconocidas”
Una tarde de diciembre, meses antes de su cumpleaños número 22, y a la mitad de sus estudios en Administración de Empresas en la Universidad Autónoma del Estado de México, Diana volvía a su casa después de una reunión con sus amigos.
Unas cuadras antes de llegar a su domicilio, donde ya la esperaban sus padres y sus dos hermanos, la joven contestó la llamada de Gilberto, el novio que decía “su dueño”, y por lo tanto también de su vida y le exigió una explicación de por qué pasó la tarde sin él.
Tras la llamada ambos se encontraron en un parque de Atizapán, donde los reclamos se convirtieron en heridas en su cuerpo, las cuales Gilberto hizo con una navaja, así fue com Diana perdió su vida. Ella quedó tendida en la calle, mientras él corría escondiendo su navaja y su ropa manchada de sangre, su destino fue el estado de Hidalgo.
Ese día, a las 11 de la noche, los familiares de Diana recibió una llamada que provenía de su celular, pero no era ella, era la de un desconocido quien preguntó, “¿Familiar de Diana Suárez?”. Sin esperar la respuesta, la voz tosca agregó: “Tienen que venir al Ministerio Público, tenemos a su hija”.
“Esa madrugada el cadáver de la joven fue entregado a sus padres sin explicación alguna de los agentes ministeriales, quienes incurrieron en lo común cuando se trata de asesinatos de mujeres en el Estado de México: perder las pruebas del homicidio.
“Si las atroces historias que la sociedad conoce a través de los medios de comunicación e incluso el reportero que la redacta, la autoridad que no investiga y los gobernantes que no aplican una alerta de género no son apabullados e indignados por este tipo de actos indescriptibles, es porque posiblemente tienen a un feminicida dentro de ellos”, afirma Harp.
Desde 2007 el Estado reconoció que era necesario y urgente concebir a la alerta de género como un mecanismo de protección a la vida de la mujer, ya que en ese momento se había elevado el índice de mujeres violentadas y que en muchos casos el final de esa acción era la muerte.
Sin embargo, el indolente Estado, calificado así por diversas organizaciones civiles, no ha permitido la implementación de dicha alerta, negándose constantemente durante los últimos seis años, pese a que la problemática de los feminicidios ha sobrepasado a todas las autoridades desde las locales hasta federales, ya que año con año los casos  van en aumento sin que eso parezca ser motivo de alerta nacional de género.
Pese a que desde 6 años se han solicitado 10 declaratorias, peticiones necesarias en un país donde se han incrementado en un 68 % las muertes violentas, los gobernantes siguen reacios a solicitar pero principalmente presionar al poder ejecutivo para no solamente intentar detener, sino prevenir los feminicidios, asegura el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
Según informes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) los cuales respaldan la aseveración de que la violencia contra las mujeres en México sigue en aumento, pese a las innumerables alertas de género que se han pedido a lo largo y ancho del país la Secretaría de Gobernación se ha negado sistemáticamente a validarla, en estados como Chiapas, Morelos, Sinaloa y Guanajuato, sin explicar por qué no ha utilizado ese recurso legal y sin dar a conocer los estudios sobre el tema, queja que ha sido generalizada entre diversas organizaciones sociales.
Así el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, condena la inacción del Estado, que desde hace más de siete años no ha generado condiciones para aplicar la alerta de género debido a que no hay mecanismos para hacerla exigible. Al mismo tiempo aseguran que este es un gobierno fallido el cual mantiene una actitud omisa, negligente y dolosa para encubrir lo que está pasando en el país, a su vez han afirmado que es la misma Secretaría de Gobernación responsable de declarar la alerta de género, quien mayormente obstaculiza las demandas, para que no se dé paso a ésta.
Ella tenía 17 años, estudiaba la carrera técnica de computación, Nadia Alejandra Muciño Márquez conoció a Bernardo López Gutiérrez, de 22 años, quien era conductor de un microbús; comenzaron una relación sentimental y en ese mismo año, el 24 de abril decidieron vivir en unión libre. Un año después de este suceso procrearon a Carlos Rafael, después a José Uriel y dos años después a Fernanda.
Bernardo trabajaba de manera inconstante y no permitía que Nadia trabajara, lo cual producía problemas económicos que ocasionaban discusiones entre la pareja, las cuales culminaban en agresiones y golpes, contra la joven. Hubo una noche cuando Bernardo golpeó tan gravemente a su pareja que la mantuvo encerrada durante seis días para que nadie viera el mal estado en el que se encontraba, cuando Nadia pudo salir de su casa, denunció a Bernardo, escapando con sus hijos a otro estado.
Después de tres meses, Bernardo la encontró y la convenció de regresar, éste comenzó a demostrarle un cambio de actitud (no violenta), pero tiempo después, ella fue asesinada a manos de su pareja y el hermano de éste, los pequeños hijos de Nadia, de cinco, cuatro y dos años de edad fueron testigos presenciales de los hechos.
Los agresores simularon que Nadia se había suicidado. Vecinos dieron aviso a la señora María Antonia y el señor Rafael -padres de Nadia- quienes se trasladaron a la casa. Una vez en el lugar, encontraron la puerta abierta, al entrar, notaron que todo estaba en completo desorden y la televisión estaba encendida. En el baño, cuya entrada sólo estaba cubierta con una cortina, se encontraba Nadia, ya rígida, colgada con un lazo de la viga que sostenía el techo de lámina de cartón.
A la no emisión de la alerta de género se suma una reciente declaración de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), la cual refiere que en 2011 y 2014 sólo erogó el 49 % de los 7 millones de pesos destinados a este fin. Para el ejercicio fiscal en curso se espera un subejercicio mayor, ya que de un total de 8 millones sólo se han gastado 180 mil pesos, es así como se demuestra que el presupuesto para contrarrestar el feminicidio por medio de la alerta de género no es utilizado para dicho fin, demostrando al mismo tiempo la negligencia que impera en el gobierno.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario