Por: Emma Martínez
(28 de julio,
2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- La garantía del derecho a la
educación media superior y superior pública, gratuita y de alto nivel
académico para todos los jóvenes que lo soliciten, es una de las
principales encomiendas de miles de estudiantes que buscan un espacio
en una universidad pública, sin embargo el Estado pese a reconocer la
problemática (de la cual no acepta su gravedad), nunca ha aportado
soluciones, ni proyectos que lleven a alcanzar ésta, así año con año un
porcentaje alto de la población ve truncada la oportunidad de continuar
su preparación.
Bajo el argumento, “no eres un
rechazado, reprobaste el examen”, los últimos dos gobiernos han
intentado justificar su incapacidad (o indiferencia) por brindar
mecanismos y políticas públicas que en principio mermen y después
existan bases sólidas que erradiquen la problemática.
En los últimos años, intensificándose
en 2013, la única opción que tienen algunos jóvenes para acceder a
estudios de educación media superior son las escuelas ‘de fácil
acceso’, que han proliferado en toda la República Mexicana, que ofertan
carreras reducidas en tiempo y costo, pero a decir por muchos
estudiantes, también en calidad.
Aunque en los últimos cuatro años la
Secretaría de Educación Pública (SEP) sancionó cuatro de cada 10
programas de licenciatura, maestría, doctorado y especialidades que se
ofrecieron en escuelas privadas, al no cumplir estos con los requisitos
de calidad, año con año se siguen incrementando el número de
instituciones que ofrecen este tipo de estudios con la aprobación y
registro de la SEP.
Tan sólo entre el 2007 y 2012 se
presentaron 11 mil 636 solicitudes para abrir nuevas opciones de nivel
superior ante la autoridad federal, de las cuales se otorgaron 8 mil
592 reconocimientos de validez oficial.
Lo anterior es comparable a un fraude,
para los jóvenes y sus familias, aun cuando se les entrega un título
universitario la decadencia de la educación es palpable, pero también
porque existe la posibilidad que vean truncados sus estudios si la SEP
procede a invalidar los programas, como lo ha hecho en otras ocasiones,
al suspenden 7 mil 84 programas, esto es, el 45.6% de las opciones de
estudio autorizados en el país, lo que ha provocado pérdidas monetarias
y en tiempo.
Aunque la SEP ha reiterado en múltiples
ocasiones que la educación sin calidad “es comparable con un fraude”,
no existe protección alguna para los jóvenes que llegan a inscribirse a
esas instituciones educativas, ya que los puntos que siguen pendientes
desde el sexenio pasado es que exista un mecánicos que obligue al
respeto a los lineamientos que a nivel federal estableció la
dependencia para la regulación de las universidades privadas, y que se
puedan verificar cada cinco años.
Recientemente la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), institución que mantiene una de los más
altas cifras de demanda de matriculas, dio a conocer que tan sólo en su
primer examen de ingreso a licenciatura, 128 mil 519 aspirantes sólo
fueron aceptados 11 mil 490 y 117 mil 29 quedaron fuera, sobre el tema
Humberto Muñoz García, investigador emérito del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM explicó a los medios que existe la
creciente necesidad que el Estado mexicano ponga en marcha más opciones
públicas de calidad para este nivel educativo.
“Lo dije antes y lo reitero, la
educación en México es una contienda contra la fatalidad social, contra
el que busca hundir al luchador en la ignorancia absoluta y al no
lograrlo se venga, así es como su táctica es que los pobres sigan
siendo pobres y que el eje conductor de dicha desgracia sea la
violencia “, comenta a Revolución TRESPUNTOCERO el filósofo Fernando Savater.
Afirma que si “el primer objetivo de la
educación, es fielmente hacernos conscientes de la realidad de nuestros
semejantes, esto contravendrían a los intereses particulares de quienes
ostentan el poder y de ahí que exista un muro de contención que permita
liberar la inversión en escuelas de calidad y de fácil acceso para los
que sí buscan cambiar el país”.
“¿Qué es México? ¿Quiénes son los
mexicanos? ¿A quiénes favorece el Estado? Sus dos últimos gobernantes
lo ha cubierto de una capa gigantesca de fuego cruzado y sangre que ha
eliminado a los que buscan libertad y progreso para el país. México es
el país que privilegia al rico, poniendo de lacayo al pobre, al que
sostiene la economía, al dueño de la tierra, al que sí aprovechará la
educación de calidad y aportará soluciones y revindicará su República,
lo cual por diversos intereses no es un elemento conveniente para el
Estado, entendiéndose a éste como la organización social , económica,
política cuyo único fin es beneficiar al político corrupto, al
empresario corrupto y al delincuente impune” asegura a Revolución TRESPUNTOCERO el lingüista francés Jacques Legrand.
Bajo el estándar anterior se puede
explicar el porqué México no ha prosperado en materia de educación,
puntualmente en la superior, “los gobernantes prefieren destinar una
cantidad exorbitante ha ‘jugar a las guerritas’ en contra de su pueblo,
así es como mueren niños y jóvenes que buscan superación, ya que a los
delincuentes sí los detiene, sin disparos, sin violencia, respetando
derechos humanos”, asegura la pedagoga Alexandra Harp.
Ella cuestiona, cómo se pueden crear
escuelas de calidad públicas, lejos del lucro de la educación cuando el
dinero de los contribuyentes es manejado por administradores corruptos
quienes se encuentran al servicio de los empresarios que también emiten
un tipo de ‘cuota’ para poder abrir las puertas de una universidad que
ofrece estudios en un año o año y medio, sin profesores preparados, ya
que la escuela no mantiene un perfil de los docentes que se deba de
respetar, es por ello que vemos a licenciados impartiendo clases de
maestría e incluso de doctorado, dando clases sobre materias que nada
tienen que ver con su especialidad.
“Así queda demostrado que los grandes
ganadores de la ineptitud e insufrible inacción del gobierno, son los
empresarios que lucran con la necesidad del que busca una alternativa
de superación, en México muchos actos de corrupción lo caracterizan,
pero a ellos se suma el gran fraude de las escuelas de fácil acceso que
su fin último es estafar”, sentencia Harp.
Además de los constantes rechazos de
las universidades públicas, también se suman la falta de recursos de
gran parte de la población joven que al no encontrar opciones de becas
para continuar con sus estudios en instituciones foráneas, ni siquiera
intentan presentar el examen y también recurren a escuelas ‘de fácil
acceso’.
Estudio en una escuela privada la
licenciatura en Derecho, mi meta era ingresar a la UNAM porque la
calidad es incomparable, pero me resultaría muy costosa, porque no
podría pagar una vida en la capital del país, así que opté por quedarme
en mi ciudad, me ofrecieron una carrera en dos años, sin embargo las
clases son deficientes porque los maestros no están preparados, tengo
un maestro que es abogado e imparte clases de antropología social y su
guía son las revistas ‘Antropología Mexicana’. Tuve buenas
calificaciones y terminé con un promedio de 9.5 la preparatoria, siento
que estoy tirando a la basura dinero, tiempo y conocimientos. (Alicia,
23 años. Tlaxcala ).
Presenté el examen en la UNAM pero
fui rechazada, pese a que mi promedio era bueno, mi carrera (medicina)
estaba saturada y como les dan prioridad con pase directo a los
estudiantes de las preparatorias afiliadas a la universidad aunque su
promedio no sea tan bueno como el de otros concursantes, las matriculas
no alcanzan para los demás.
Así terminé en una escuela ‘patito’,
estudiando psicología que era lo más cercano a medicina, sin embargo
los maestros son cuestionados constantemente porque se ha descubierto
que imparten sus clases basadas en textos de internet, también se
prestan a la corrupción poniendo una nota aprobatoria por cantidades
que van desde los mil pesos hasta los 2 mil 500 dependiendo de la
urgencia del alumno.
Incluso algunos maestros llegan con
aliento alcohólico pero como han sido los únicos que han encontrado
para impartir clases pocas veces se logra su despido. De igual forma si
no queremos llegar a las clases tampoco importa mucho, al final del
semestre ‘te arreglas con el maestro’ y te titulas hasta con mención
honorífica. Toda la institución en su conjunto es un monumento a la
corrupción. (Rosa, 20 años. Yucatán).
Por su parte el Observatorio Nacional
Universitario asegura que “La educación media pública no da para llevar
a las aulas a miles y miles de jóvenes mexicanos que en muchas
ocasiones no tienen más que caer en salones de colegios “patito”, en
los que más que aprender tienen perdidas irreparables, siendo así
víctimas de fraudes que pocas veces se llega a sancionar y de suceder,
a los alumnos no se les da ningún tipo de indemnización”.
Según la Sociología Dinorah Miller la
educación privada de menor calidad es la única victoriosa en este
escenario. “Estas escuelas abren sus puertas de una manera muy
irresponsable pues el Estado no se está haciendo cargo de la nula
calidad con la que se están ofertando estos servicios”.
La Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que más de la mitad (62.3%) de
las escuelas de educación superior que hay en México son privadas, sin
embargo sólo 14 de estas universidades tienen certificaciones de buena
calidad.
“Sabemos que las están abriendo, las
hemos visto y las vemos todos los días, las abren en un garaje, en
cualquier edificio y en dos días ya tenemos montada una institución y
esto es un fraude, nos habla de un Estado que está siendo cómplice de
este fraude educativo”, dijo Miller.
Profeco asegura que una escuela
“patito” se puede reconocer fácilmente si oferta un número reducido de
carreras. Generalmente son las que tienen mayor demanda, como derecho,
administración, informática, ciencias de la comunicación e ingenierías
en computación. Las carreras que ofrecen tampoco requieren de
tecnología o laboratorios para su enseñanza.
Especialistas en el tema coinciden que
“debido al lento crecimiento constante del país sumado a los niveles de
pobreza, no solamente es difícil logran una educación de calidad
gratuita, también lo es conseguir un empleo, incluso para los jóvenes
que estudiaron en universidades de prestigio, por lo que la mayoría de
egresados de ‘escuelas patito’ no tendrá un futuro prometedor y sí
altas posibilidades de ser ‘subempleados’, porque entre los pocos
puestos elegirán a los mejor preparados”.
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