Por: Lucía Lagunes Huerta*
Los
filtradores no son ningún grupo musical ni el título de alguna serie
policiaca, es una práctica institucionalizada para desviar la atención
de aquello que no quiere ser explicado.
Quienes se dedican a filtrar información suelen seguir instrucciones, y
valiéndose de información privilegiada distribuyen información
confidencial, previamente seleccionada para cumplir con la intención;
el siguiente paso es seleccionar a quien se la van a filtrar. Ambas
decisiones responden a un interés ajeno al periodismo y su
responsabilidad social.
El riesgo para quienes hacen periodismo valiéndose de las filtraciones
es que queda atrapado en el juego de los intereses de otros, también
puede ser una decisión de ser el fiel guardián de las filtraciones. En
cualquier caso ambas pagan mal a la ciudadanía en su derecho a la
información y para el periodismo en su independencia del poder.
Si hay un área que tiene como sistema las filtraciones, por desgracia,
es la procuración de justicia. Una y otra vez solemos encontrar
declaraciones ministeriales publicadas en los medios de comunicación.
Los filtradores son seductores, hablan al oído a reporteros y
periodistas para darles “exclusivas” o para hacerles llegar
“información valiosa” sobre X o Z asunto. Los filtradores manipulan la
información para crear realidades que suelen beneficiar a ciertos
intereses.
La manipulación no quiere decir necesariamente que falsean información,
no, la manipulación quiere decir que sesgan la información para hacerla
coincidir con un discurso convincente, el discurso que ellos quieren
colocar.
El asesinato de la defensora Nadia Vera Pérez, de Mile Virginia Martín,
Yessenia Quiroz Alfaro, Olivia Alejandra Negrete Avilés, y del
fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, se ha convertido en un
espectáculo morboso basado en la culpabilización de las víctimas
explotando la presencia de una mujer de una nacionalidad y de una
actividad.
Las únicas filtraciones que ha hecho el personal de la Procuraduría,
que hay que decir es responsabilidad del procurador del Distrito
Federal, Rodolfo Ríos, tiene que ver con las víctimas. Por qué, es la
pregunta que está detrás de cada filtración sobre la vida de las
víctimas.
Ante las filtraciones sobre las víctimas lo que queda opacado,
silenciado, es la línea que va hacia el poder, hacia el gobernador de
Veracruz, Javier Duarte, hacia el atentado a la libertad de expresión y
el derecho a defender los Derechos Humanos. Estas líneas han quedado en
silencio por las filtraciones y la acción nada transparente de las
autoridades de la Procuraduría capitalina y del Gobierno del Distrito
Federal.
Por eso hay que sospechar de lo que hasta hoy se ha dicho de las
víctimas, no porque no sea real, sino porque nada de ello ha explicado
por qué los mataron y quién los mató.
Esas son las verdaderas preguntas que no se están respondiendo y que
están quedando a un lado ante la repetición una y otra vez de la vida
de las víctimas.
Ninguna filtración es inocente, ni es independiente de las estructuras
del poder; hasta hoy todos quienes trabajan en la investigación,
empezando por el procurador capitalino, son sospechoso de las
filtraciones hasta que se demuestre lo contrario.
Claro, siempre hay la posibilidad de despedir a un secretario de actas
a quien se le podrá demostrar que gana dinero filtrando expedientes a
la prensa sin que sus jefes supieran de ello.
Pero no fue un secretario de actas el que dio las declaraciones
ministeriales a algunos periodistas que han publicado las filtraciones,
seguramente su “fuente” es de más arriba.
Así ha sido la práctica no sólo en el caso de la Narvarte, sino con Yakiri, las víctimas del bar Heaven y otros más.
La justicia no depende de las acciones mediáticas; la justicia depende
de una verdadera investigación que responda lo que hasta hoy no se
sabe: por qué mataron a Nadia Vera Pérez, Mile Virginia Martín,
Yessenia Quiroz Alfaro, Olivia Alejandra Negrete Avilés, y a Rubén
Espinosa Becerril, y quién los mató, con pruebas que sean absolutamente
irrefutables.
Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC.
CIMACFoto: César Martínez López, Cimacnoticias | México, DF.
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