Eduardo Ibarra Aguirre
A
pesar de que está seguro el titular del Ejecutivo federal que no violó
la ley ni tampoco su esposa, o por lo menos eso planteó en su discurso
sobre la muy afamada Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, ofreció
“una sincera disculpa” porque “estoy consciente que estos
acontecimientos dieron lugar a interpretaciones que lastimaron e
incluso indignaron a muchos”.
No
fue el mejor escenario el que escogió Enrique Peña Nieto para
pronunciarse sobre la exoneración dictada por el fiscal que él mismo
nombró para que lo investigara, y que resultó ser la 38 sesión del
Consejo Nacional de Seguridad Pública, realizada en Palacio Nacional el
21 de agosto, porque utilizó la presencia de 30 gobernadores, los nueve
que pronto sustituirán a otros tantos y el jefe de Gobierno del
Distrito Federal, amén de “representantes de la sociedad civil” que
actúan como funcionarios públicos, para formular una definición sobre
tan delicado como políticamente costosísimo tema que es individual y
hasta familiar, no digamos la expresión pública de sus sentimiento de
agradecimiento y amor a Angélica Rivera y que son del ámbito privado,
además de mal gusto ventilarlos públicamente cuando los trascendidos
pretenden demostrar lo contrario.
El
hecho de que sobre el anterior punto se produjera la ovación más
cerrada, evidencia que la lambisconería persiste como cancerígena
práctica gubernamental y que acaso no pocos aplaudidores se sintieron
identificados con la problemática planteada por el orador.
Frivolidades
aparte, que recuerdan al gobierno de José López Portillo (1976-1982),
es importante que Peña Nieto tenga los tamaños para disculparse de cara
a los gobernados y que asuma como propio el grave deterioro sufrido en
la confianza de los mexicanos hacia los tres poderes de la Unión y los
tres niveles de gobierno, y el presidente en forma subrayada. La
dimensión del problema es de tal magnitud que fue preciso reconocerlo,
así sea con una visión pragmática, y aceptar que “estará cuesta arriba,
nada fácil” superarlo.
Para
el orador que fue exonerado por el caricaturesco fiscal, “Éste es
momento de iniciar un profundo esfuerzo, un esfuerzo común para
recobrar este valor que hemos perdido. Es momento de recuperar la
confianza en México y en nosotros mismos. Es momento de estar más
unidos que nunca, ya que enfrentamos, como país, un entorno económico
internacional difícil y complejo”.
Y
expresó una muy clara visión de que la confianza “no la vamos a
recuperar con discursos. Ésta sólo regresará a partir de acciones
concretas. (…) Vamos a acreditar que sí es posible conducirnos como
servidores públicos, con plena transparencia y rendición de cuentas”.
También
prometió que su conducta y la de sus funcionarios será apegada a
derecho y que “nuestras acciones” no generarán desconfianza. Se percibe
que habla a futuro y que del pasado pudo aprender los altos costos
políticos y éticos de unas conductas por las que él y Luis Videgaray
fueron exonerados por la verdad administrativa, pero existen muchas
otras que no coinciden con la de la Secretaría de la Función Pública,
como lo muestran las reacciones de dirigentes partidistas, legisladores
y comentaristas que subrayan, en síntesis, que Virgilio “Andrade no
convence a nadie” con el argumento de que cuando fueron compradas las
casas al grupo Higa, contratista del gobierno mexiquense y hoy del
federal, Peña y Videgaray no eran funcionarios públicos.
Acuse de recibo
La muy solidaria lectora y activista social que firma como Abegé
dice: “Muchas gra
cias Eduardo. Felicidades por tu Utopía (Reforma
educativa con deplorable infraestructura, 21-VIII-15). Salí del trabajo
sólo a leerte y ahora que la leí, te agradezco mucho la mención en
Acuse de recibo. Te he percibido muy ocupado, hasta irritado. Toma todo
esto de tu trabajo con calma por favor. Que esperen un poco tus
lectores, que aprendan a extrañarte y apreciarte cuando les
informas”... Resultan
estimulantes las peticiones y hasta comedidos reclamos recibidos porque
no enviamos informaciones y comentarios a los integrantes de nuestra
red social. Paciencia, por favor… Mientras recomiendo: Exigen un engranaje estatal para la libertad de expresión en el DF. “La
situación en Veracruz no está mejorando” y el gremio se moviliza.
Recibió amenazas telefónicas en Xalapa, Veracruz, y regresó a Israel. Demandan justicia para Rubén, Nadia, Yesenia, Alejandra y Mile. Labor
periodística noble e impecable que ha logrado hacer opinión. Recuerda
andanzas juveniles de Manuel Ibarra Aguirre y el director. Manuel
Ibarra Aguirre, “mi buen amigo, era un joven noble y sincero”. Walmart evadió impuestos por 76 mil 800 millones de pesos en 2014. “Negligencia criminal” de Germán Larrea Mota Velasco, dice. Denuncia la “detención arbitraria” de Alejandra Lam y Guillermo Bonilla…
http://www.forumenlinea.com/site/index.php?option=com_content&view=article&id=2205:de-nuestros-lectores&catid=68:forum-en-linea-320&Itemid=493
Twitter: @IbarraAguirreEd
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