El compromiso fue contraído por el secretario de Gobernación el 15 de agosto durante una reunión que sostuvo con los padres de los normalistas. Sin embargo, diez días después fueron notificados de que el organismo federal no decidirá si autoriza o rechaza la permanencia del grupo de expertos en el país, sino hasta que den a conocer el informe final de sus indagatorias el 6 de septiembre.
Padres de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 dieron a conocer que, en una reunión que sostuvieron con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, éste se comprometió a ampliar por seis meses más
el mandato del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
–conformado por especialistas de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos para investigar la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa–, ya que el tiempo de vida de este órgano coadyuvante vencerá la próxima semana.
Este compromiso, detallaron, fue contraído por el secretario de Gobernación el pasado 15 de agosto, durante una reunión que sostuvo con los padres de los normalistas.
Sin embargo, denunciaron, diez días después fueron notificados de que
el organismo federal no decidirá si autoriza o rechaza la permanencia
del grupo de expertos en el país, sino hasta que den a conocer el informe final de sus indagatorias, el próximo 6 de septiembre.
Durante
la marcha con la que ayer se protestó por los 11 meses de la
desaparición de los estudiantes, el señor Emilio Navarrete, padre del
normalista desaparecido José Ángel Navarrete, narró que “en la reunión
que tuvimos con el señor Osorio Chong, él primero nos dijo directamente que (darle más tiempo al grupo de expertos) era algo que tenía que consultar, pero luego rectificó, diciendo ‘bueno, por qué tengo que consultar, si yo soy el que decide: se les va a dar el tiempo al grupo de expertos'”.
Sin embargo, abundó el señor Emilio Navarrete, “hoy nos informan nuestros abogados que Osorio se ha negado a darles más tiempo a los expertos independientes
(designados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos), y que
la decisión la tomará hasta que den su informe los expertos”, lo cual,
denunció, es una condicionante inaceptable.
“Yo le respondí
–continuó el señor Navarrete–: ‘señor Osorio, si usted no acepta darle
más tiempo a los expertos para que investiguen, para mí no quiere que
se llegue a la verdad, y entonces él se quedó comprometido a que les daría el tiempo necesario a los compañeros expertos”, lo cual, no se cumplió.
“Hasta la fecha –remató el padre de José Ángel Navarrete–, no hemos encontrado un sólo funcionario en el gobierno que cumpla su palabra.”
Viaje a Filadelfia
Durante
la Onceava Jornada Global por Ayotzinapa, en la que participaron
alrededor de 5 mil personas –muchas más que en las últimas tres
ediciones–, los padres de los normalistas desaparecidos anunciaron
también que a finales de septiembre viajarán a Estados Unidos, invitados por organizaciones de migrantes,
con el objetivo de que intenten llegar hasta el papa Francisco, quien
acudirá a Filadelfia para el octavo Encuentro Mundial de las Familias.
“Tenemos
la invitación de compañeros migrantes organizados en Estados Unidos, de
que vaya una comisión de padres y madres de familia a decirle al papa
Francisco, en el tiempo que nos dé, dos minutos, tres minutos, si tiene
el tiempo de prestarles atención a las personas que hemos sido víctimas
del gobierno aquí en México –señaló el señor Navarrete–, queremos pedirle al papa que si puede diga algo por nosotros, que nos ayude a exigirle a este gobierno mexicano que nos entregue a nuestros hijos.”
El octavo Encuentro Mundial de las Familias se reunirá del 23 al 28 de septiembre, por lo que se buscará que el papa reciba a la delegación de padres y madres de Ayotzinapa en la fecha en que se cumple el primer año desde el ataque a los estudiantes, ocurrido el 26 de septiembre de 2014.
Unificación
A
la marcha para reclamar la presentación con vida de los normalistas
raptados y desaparecidos por la Policía Municipal de Iguala, Guerrero,
asistieron en esta ocasión no sólo los padres y madres de los
estudiantes secuestrados, junto con sus compañeros de aula, sino
también contingentes de trabajadores telefonistas, representantes del
movimiento magisterial independiente, organizaciones populares, así
como colectivos estudiantiles del Distrito Federal.
De entre todos, sin embargo, destacó la asistencia del colectivo Los Otros Desaparecidos,
que aglutina a familiares de personas raptadas y desaparecidas en
Iguala, y quienes no habían logrado entablar lazos de comunicación con
las familias de Ayotzinapa.
Durante los once meses que han pasado desde la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, estos dos grupos de víctimas se mantuvieron alejados, en un ambiente de desconfianza mutua.
La
encargada de hacer patente este acercamiento entre los dos colectivos
de víctimas de Guerrero fue la señora María Herrera –figura emblemática
del Movimiento por la Paz–, quien subrayó que la desgracia que
viven las familias que tienen un integrante desaparecido es, a la vez,
el agente que debe aglutinar a estas familias, hermanadas por el dolor.
Antes
de concluir la concentración en el Zócalo, tras una hora y media de
marcha desde el Ángel de la Independencia, los padres y madres de los
normalistas desaparecidos de Ayotzinapa convocaron a las organizaciones
y colectivos civiles interesados, a congregarse el próximo 12 de septiembre en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos,
para planear las acciones con las que se protestará –el 26 de
septiembre siguiente–, al cumplirse un año del rapto de los 43
estudiantes.
Pos me salto
Luego de que concluyera la protesta, en las instalaciones del metro Zócalo se suscitó una escaramuza entre manifestantes y empleados de este sistema de transporte, luego de que los primeros declararan paso libre por los torniquetes de acceso.
Tal como dejan ver videos captados durante la gresca, en ésta no participaron policías, sino personal del Metro que vestía trajes de vestir, con el logotipo del Sistema de Transporte Colectivo bordado en las solapas.
Los videos muestran que el personal del Metro intentó oponerse a que los manifestantes brincaran por encima de los torniquetes, empujando al suelo a la gente que se subía en estos equipos.
En respuesta, algunos manifestantes devolvieron los empujones y gritos a los empleados del Metro, quienes argumentaban que invitar a la gente a subirse a los torniquetes dañaba los equipos.
Así, los manifestantes terminaron entrando a la estación Zócalo ya no por encima de los torniquetes, sino por debajo de éstos.
Al final, la gresca no pasó a mayores.
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