CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*
Dicen
que “ya nos pasamos”, que qué nos hemos creído. Y al oírlos me viene a
la mente una fotografía del siglo pasado en la que varios señores
esperan su turno para votar NO en el referéndum por el sufragio de las
mujeres.
Esta semana se resuelven en tribunales impugnaciones de distintos
estados del país. En todos los casos está en disputa la integración en
paridad de los congresos a partir de las listas que cada partido
entrega para elegir a las personas que ocuparán una curul por el
principio de representación proporcional (RP).
El asunto ha dado lugar a no pocos ni tersos debates. Y las posturas
acaso pueden dividirse en dos: por un lado, quienes sostienen que el
principio de RP es idóneo para garantizar en los hechos la paridad,
dado que es posible elegir, de entre las personas propuestas por cada
partido, a las mujeres que se requieren para conformar un Congreso que
por el principio de mayoría relativa puede quedar muy disparejo.
En esta posición se sostiene que no se violenta la decisión de los
partidos, puesto que se elegiría a las mujeres que cada partido anotó
en sus listas. Y, además, que eso permite cumplir con la obligación que
tiene el Estado mexicano de garantizar el Derecho Humano a la igualdad.
Del otro lado dicen algunas de las frases con las que inicié mi
reflexión. Y personas más serias afirman que nuestra ley no dice
es-pe-cí-fi-ca-men-te que se pueda utilizar la RP para conformar un
órgano en paridad, y que en las listas de cada partido se debe elegir
en el orden propuesto.
El punto es que ese orden, casi invariablemente, lo encabeza un señor.
Baste saber, por ejemplo, que en las pasadas elecciones federales para
elegir Cámara de Diputados, de 50 listas que presentaron todos los
partidos por el principio de RP, 48 estaban encabezadas por hombres.
A principios de este año, en una sentencia histórica, el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Sala Regional
Monterrey, resolvió integrar paritariamente el Congreso de Coahuila a
partir de las listas de RP de cada partido.
Coahuila se convirtió así en el primer Congreso en la historia de nuestro país en tener una integración en paridad.
Tras las elecciones de junio de pasado, en varios estados apostaron por
la misma lógica para integrar en paridad sus congresos. Y en algunos
casos, sus institutos electorales lo aprobaron y se inconformaron los
señores que estaban en el primer lugar de la listas, casi siempre
acompañados de cuerpo completo por sus partidos.
En otros casos, impugnaron las mujeres para exigir que se integrara en
paridad a partir de la RP. Y, salvo excepciones, no han sido
acompañadas por sus partidos, sino por organizaciones de mujeres de la
sociedad civil, entre ellas la Red Nacional Mujeres en Plural.
En ese contexto, la semana pasada, organizaciones de mujeres de
Chiapas, Guerrero, Morelos, Querétaro, Oaxaca y Tabasco conformaron una
Red de Redes “por la paridad electoral y contra la violencia política
por razones de género”. Su lema: “¡Paridad efectiva ya! Ni más ni
menos”.
La Sala Regional Xalapa del TEPJF acaba de dictar sentencia para Yucatán. Y entrarán más mujeres al Congreso.
Este miércoles la Sala Superior dictará sentencia para Morelos y Nuevo
León. Y el jueves, la Suprema Corte de Justicia resolverá el tema para
Zacatecas.
Las decisiones que se tomen afectarán en lo inmediato la conformación
de varios congresos. Pero, será más que eso. En realidad nos dirá qué
tan comprometidos están con el principio de la igualdad y los valores
de la democracia.
En realidad marcará el rumbo de las siguientes acciones.
Porque en la paridad no hay marcha atrás.
Y si alguien lo duda, que recuerde en qué pararon los bonitos
referéndums que en distintos países se organizaron para evitar el
sufragio de las mujeres.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.-
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