Por: Emma Martínez
(27 de agosto, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- El académico y
especialista en Seguridad Nacional, Álvaro Martin explica que las
fuerzas armadas (en activo y en retiro) han venido evidenciado un
distanciamiento con el poder ejecutivo, el cual se venía gestando desde
casi el principio del presente sexenio.
La división de éstas no se ha podido esconder más, “lo acepten o no,
Estados Unidos siempre ha tenido los hilos del país, sin embargo a la
hora de elegir, es difícil que se quede de lado de un presidente
rebasado por todas las crisis que su ineptitud provocó tan sólo en dos
años, lamentablemente por ahora son pocos los convencidos que su sitio
es de lado del pueblo, porque pruebas como Ayotzinapa, Tlatlaya,
Ostula, Tanhuato sólo demuestran que existen grandes probabilidades de
sabotaje presidencial…
Existe posibilidad incluso de un golpe de Estado, que la división
sea entre Presidente y alguno de sus varios adversarios, que se
encuentran al interior de su partido y mantienen un poder superior al
de Peña Nieto, sin embargo existe casi ninguna posibilidad que en algún
momento la milicia activa piense en el pueblo, porque los hechos
demuestran que pase lo que pase las fuerzas armadas pretenden nunca
estar con los de abajo”.
Durante la primera mitad de este año el General retirado Samuel Lara
recibió tres citatorios por parte de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF) , en un primer momento acudió en
calidad de testigo y las dos últimas como indiciado.
Fue acusado de “hablar mal del ejército” en los artículos que escribe para la revista Contralínea, explica a Revolución TRESPUNTOCERO.
El General ha publicado una serie de artículos cuyo contenido giran en
torno al papel de las fuerzas armadas frente al pueblo y al gobierno,
asegurando que éste último ha supeditado y humillado a sus dependencias
dedicadas a resguardar la seguridad del pueblo.
El general argumenta que sus textos tienen fundamentos y que pese a
que fue cuestionado, “se dieron cuenta que no pueden culparme de nada,
yo no soy quien está traicionando al ejército, porque yo pido que
se cumpla con la Constitución, situación que ellos no han cumplido,
quienes están hoy dentro de las fuerzas armadas son los traidores,
porque son quienes han ejercido acciones contrarias a las juradas”.
Con base en la idea que la lealtad que hoy obedece el ejército y las
fuerzas armadas en general, ha sido la inventada por el PRI y “algún
alto mando servil al gobierno en turno”, el General Samuel Lara en
representación de un grupo de militares expresó el 13 de agosto pasado
su posición ante lo que nombró “la delicada crisis política y de
gobernabilidad en la nación”.
En una conferencia de prensa manifestó la preocupación de su grupo y
se anunció que habían decidido organizarse “para luchar por la
salvación de la patria que está en manos de un mal gobierno, los
suscritos, soldados mexicanos en retiro con derechos plenos, decidimos
incorporarnos a la organización Mexicanos Unidos, es por eso que
firmamos oportuna y solidariamente la proclama que emitieron y decimos:
si el gobierno desacata la Constitución, nosotros desconocemos al
gobierno”.
A 15 días de aquella acción, el General Lara explica que aquello fue
el inicio de una serie de proyectos que mantiene el grupo de militares,
cuyo fin es concientizar en un primer momento a los militares (activos
y en retiro) sobre “las acciones degradantes que gobierno federal y PRI
han realizado en contra de la Constitución y del pueblo y después dar
paso a la realización de comités que faciliten la organización de la
sociedad civil, para dar inicio a una revolución pacífica y de ideas.
Lara explica que basado en los juramentos que hicieron cuando
entraron al Ejército, mantienen el objetivo de unir fuerzas para salvar
a una patria en peligro, porque aquellos que juraron hacer cumplir la
Carta Magna, no solamente no lo hicieron, sino que la están violando en
forma constante con la colaboración directa del Ejército, Marina y
Policías, pero a la par de ellos también se encuentra Estados Unidos,
quien mantiene un estado de caos por medio del manejo de los
gobernantes, a quienes han patrocinado con el fin de que destruyan una
constitución que ellos calificaron de ‘comunista’.
“Desgraciadamente han sobrado los traidores, el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) es uno de los principales, ese para
mí es el partido reaccionario institulero, porque son quienes
han creado las instituciones corruptas y ladronas a las cuales rinde
respeto el General Cienfuegos, quien está haciendo que el Ejército se
ponga de rodillas y jure lealtad a quienes han hundido en la peor de
las crisis al país, en donde incluso el poder legislativo está
supeditado.
Lara afirma que su pronunciamiento tuvo mayor repercusión de la que
esperaban, siendo ésta la primera acción, y asegura que un numeroso
grupo de militares se han manifestado a favor de dicha proclama,
comenta que han rechazado la depreciación de la patria y la humillación
hacia el pueblo, provocadas por las actuales fuerzas armadas.
Él sentencia que en el actual sexenio, principalmente al ejército,
se le han hecho cumplir acciones que van en contra de la Constitución;
“los soldados deberían regresar a sus cuarteles y salir de ahí
solamente cuando el el Congreso legisle lo necesario para que puedan
cumplir exclusivamente misiones en pro de la ciudadanía, porque hoy se
mantienen arrodillados ante el mando supremo y a todos aquellos
destructores de la Constitución.
Desde Calderón las fuerzas armadas se agacharon, salieron corriendo
sin pensarlo a dizque acabar con el narcotráfico, nada más erróneo.
Porque primero debió existir un estudio de la condición en la que se
encontraba cada región y a partir de ahí determinar si se suspendían o
no garantías en dichas zonas, decisión que le toca decidir al Congreso
quien calló ante la llamada de guerra.
Derivado de eso tenemos las tragedias de ahora que se lograron
cuando los soldados salieron a matar, desaparecer y perseguir
ciudadanos ‘incómodos’ al gobierno, así es como ha devenido en la
muerte de más de 150 mil civiles, en donde sin lugar a dudas gobierno
federal y fuerzas armadas han cometido homicidio”, puntualiza el
General Lara.
Los llamados ‘daños colaterales’, las ejecuciones extrajudiciales,
detenciones arbitrarias, y cualquier tipo de tortura, son los que
impulsan al grupo de militares a declarse en contra del gobierno y la
actuación de las fuerzas armadas, a quien Lara califica como una
dependencia desacreditada y humillada, que cumple órdenes de civiles y
políticos corruptos que les piden cometer acciones deleznables como las
perpetradas en Tlatlaya y Ayotzinapa.
“La del ejército es una traición que se da desde el momento en que
le rinden lealtad a un gobierno que cometió fraude y por lo tanto es
espurio, ellos fueron quienes colocaron a un ilegítimo en la
presidencia de la República, desde Calderón a la actualidad los
elementos de las fuerzas armadas han seguido violando de forma abierta
la Constitución, comandados por Cienfuegos”, afirma Lara.
El General explica que en la actualidad no se puede pensar en una
revolución armada y tampoco en crear movimientos armados, ellos buscan
un cambio cívico que dé paso a la recuperación de las leyes, y asegura
que la desconfianza del pueblo ya existe. Pretenden llevar su proyecto
de concientización a la sociedad y a los soldados, “que se den cuenta
lo que está pasando también les afectará, desde la humillación que ya
experimentan (principalmente el soldado de tropa por su superior),
hasta las restricciones no tardan en padecer con este gobierno, como lo
es la privatización de salud…
Nuestra misión hoy es dirigirnos al ejército activo, que se
abstengan de disparar contra el pueblo como lo han venido haciendo,
porque son altas esferas militares, encabezadas por Cienfuegos, quienes
han convencido de forma falsa a los elementos que su lealtad es
exclusiva para Peña Nieto”, comenta Lara.
Bajo el argumento de que el pueblo es el enemigo, las fuerzas
armadas convierten a la sociedad en víctima, y así es como pueblo se
enfrenta con pueblo, donde los últimos con mayor vulnerabilidad,
aumentan las cifras y las tumbas que han convertido al país en un
cementerio. La idea de que ambos son enemigos se impone desde ‘arriba’,
desde los escritorios de los poderosos (políticos y empresarios),
“quienes día a día se enriquecen al participar en negocios ilícitos,
mientras engañan al soldado para mantenerlo pasivo y obediente mientras
realiza el trabajo sucio.
Aunque por el otro lado están los que se dejan engañar por
conveniencia; hay mandos superiores que están callados, pese a darse
cuenta de cómo el pueblo está siendo masacrado, porque sus altos
sueldos, favores y otros privilegios no lo han permitido, explica el
General.
Explica que ya existen altos mandos consientes que las acciones del
ejército son ilegales, y que están haciendo labor de convencimiento
dentro del ejército, bajo la idea de que no pueden seguir apoyando a
quien cometió fraude y que incluso es cómplice del narcotráfico; ellos
también buscan revelarse ante las altas esferas del poder castrense que
hoy se encuentra de rodillas ante el poder ejecutivo.
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