La
caricatura –señaló el crítico de arte británico de origen austriaco
Ernst Gombrich– tiene la capacidad de hacer tangible el pensamiento
abstracto. Ejemplo que confirma la regla, un reciente cartón de José
Hernández resume en unas cuantas líneas la gravedad de la situación
económica y política del país, en la que se mezcla la problemática de
la devaluación del peso con la última ofensiva contra Andrés Manuel
López Obrador y su supuesto populismo, y las ejecuciones
extrajudiciales por parte del Ejército.
En la viñeta del monero Hernández, el presidente Enrique Peña Nieto advierte:
Con el populismo, el peso se devalúa muchísimo, al tiempo que, a su lado, el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa, puntualiza:
Nosotros sólo lo abatimos(http://goo.gl/FsxfDv ).
El cartón sintetiza magistralmente tres elementos centrales de
nuestra coyuntura actual. Primero, el imparable declive de la paridad
del peso frente al dólar, que lo ha llevado a una tasa de cambio por
arriba de 17 pesos y a una depreciación que, de acuerdo con la revista
británica The Economist, alcanza 36 por ciento en los últimos
12 meses, aunque, según el Banco de México (BdeM), es de tan sólo 23
por ciento. Segundo, la difusión de algunas encuestas en las que se
documenta que Andrés Manuel López Obrador va arriba en las intenciones
de voto de los comicios de 2018. Para frenar desde ahora esta
tendencia, se ha lanzado una ofensiva en su contra acusándolo de
populista. Y, finalmente, de la difusión realizada por el Centro Pro de
Derechos Humanos de un documento de la Secretaría de la Defensa en el
que se le da la orden al batallón involucrado en los hechos de Tlatlaya
–en los que 22 civiles murieron a manos de elementos del Ejército– de
‘‘abatir delincuentes’’.
No hay exageración en el dibujo de José Hernández. Un periódico tan poco sospechoso de populismo como el Financial Times
escribió que México se ha unido al grupo de economías emergentes de
alto riesgo, debido a un conjunto de factores, entre los que se
encuentran: el elevado monto de la deuda corporativa denominada en
dólares, el riesgo de una salida masiva de capitales en cuanto la
Reserva Federal de Estados Unidos incremente la tasa de referencia en
septiembre próximo, y una caída en picada del peso que no ha podido ser
frenada, a pesar de la subasta millonaria de dólares, que ha provocado,
de paso, una disminución sostenida de las reservas internacionales del
país.
Aunque el cartón no lo señala, no es sólo el peso el que fue
abatido: toda la economía lo está. El BdeM acaba de anunciar la baja en
la expectativa de crecimiento a un nivel promedio de 2.1 por ciento.
Siguiendo un guión trazado desde Los Pinos, el subsecretario de
Hacienda Fernando Aportela declaró que la cifra no era mala porque a
otros países en América Latina les había ido peor.
Ciertamente, el peso se ha derrumbado en parte como producto de
factores externos. Uno es la sorpresiva devaluación del yuan y la
creación de una enorme incertidumbre financiera asociada a ella. Esta
depreciación confirma la desaceleración del crecimiento de China (en
julio sus exportaciones disminuyeron 8 por ciento y su crecimiento de 7
por ciento esperado para 2015 será el menor en cerca de dos décadas) y
el estallido de su burbuja bursátil. Se trata de una caída que enfriará
la economía global y afectará severamente a varias naciones de América
Latina que exportan sus materias primas al dragón asiático.
Tanto la devaluación del yuan como la apreciación del dólar estadunidense indican una
guerra de divisasy devaluaciones competitivas, así como una reducción en las expectativas de crecimiento de la economía global y doméstica.
Según el BdeM, las fuentes de debilidad de la economía nacional
provienen también del debilitamiento de las perspectivas de crecimiento
de Estados Unidos. Y, por supuesto, de la baja en la producción y el
precio del petróleo, y de su impacto en los recursos públicos. Se
estima que el ingreso petrolero este año representará 18.64 por ciento
del total de los ingresos, frente a 30.7 por ciento de 2014. Esta caída
es un indicador de la magnitud del recorte presupuestal que se
presentará en septiembre en el marco del paquete económico de 2016.
No hay buenas noticias para el futuro inmediato. La reducción del
precio del oro negro podría no haber tocado fondo aún. El regreso
progresivo de Irak e Irán al mercado petrolero, así como la
incertidumbre financiera y la disminución en el crecimiento de China,
presionan a un desplome mayor.
Sin embargo, la devaluación del peso y la disminución en las
expectativas de crecimiento del país no responden solamente a causas
externas. De acuerdo con Banxico, la falta de vitalidad de la economía
nacional está asociada al
moderado dinamismo de la demanda interna. De ello da cuenta una estimación del crecimiento en el segundo trimestre del año de apenas 0.3 por ciento, así como del estancamiento de la producción industrial, que aumentó a una tasa anual de tan sólo uno por ciento en el primer semestre de 2015.
El hecho central es que, conforme sigan cayendo el precio del
petróleo y la producción interna, la devaluación será mayor para
compensar los efectos en los ingresos fiscales petroleros en 2015 y en
los años que vienen. Inquieta la gran demanda corporativa de dólares y
los efectos de la devaluación en sus ingresos, mientras siguen sin
repuntar las exportaciones nacionales.
El gobierno asegura que la inflación está bajo control. Algunos
analistas sostienen que en la comunidad financiera se cuestiona la
veracidad de esta afirmación. Para abonar sobre la incertidumbre, se
especula sobre la posibilidad de que el gobierno rompa la promesa de no
elevar los impuestos. La fecha clave es el 17 de septiembre en que se
reúne la Reserva federal, en la que se espera el alza en la tasa de
interés en Estados Unidos.
La economía está en crisis y lo que viene será peor. Con menos
recursos para enfrentar el creciente descontento social y la negativa a
abrir espacios políticos, la tentación gubernamental de salidas cada
vez más autoritarias está a la orden del día. Así lo anuncia el cartón
de José Hernández.
Twitter: @lhan55
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