10/25/2015

Gran Bretaña abandona a EU por China: alianza geofinanciera con holandizació


Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme

Lo tenso que se encuentran las relaciones entre Estados Unidos y China, lo cálidas que se han vuelto entre Pekín y Londres cuando Gran Bretaña (GB) ostenta(ba) su relación especial con Washington.
La prensa neoliberal monetarista de GB ha llegado hasta a acusar al primer ministro David Cameron y a su canciller financiero, George Osborne, de “haber vendido los derechos humanos a cambio del cash chino”, mientras EU fustiga a GB de practicar el apaciguamiento con China con tal de obtener beneficios económicos.
No se han vislumbrado aún acuerdos tangibles de la visita oficial del mandarín Xi Jinping a EU, donde conectó en forma óptima con el grupo cibernético GAFA (Google/ Apple/Facebook/Amazon) en Seattle.
Tampoco se concretó entre EU y China el esperado Tratado Bilateral de Inversiones (BIT, por sus siglas en inglés), de corte financierista, mientras siguen los constantes reclamos sobre el supuesto espionaje cibernético chino de parte del gabinete Obama que ha apretado las tuercas bélicas en el mar del Sur de China.
Tal parece que EU, mediante su obscena NSA, es la única superpotencia que goza impúdicamente de canonjías celestiales para espiar a todo el mundo.
Demetri Sevastopulo (DS), del Financial Times, advierte que “EU ha tomado una línea dura (sic) en relación con el cambio de GB con China (http://goo.gl/VC5biW)”.
El exitoso reciente periplo de cuatro días de Xi a GB, calificado por ambas partes del advenimiento de una época dorada, ha enfurecido al gabinete de Obama cuando, a juicio de Sevastopulo, los expertos sobre China en Washington consideran que los dos aliados (sic) en el Atlántico han divergido en la manera de abordar el ascenso de la potencia del océano Pacífico.
Uno de los expertos aludidos, Evan Madeiros –anterior prominente asesor de Obama para Asia–, juzga que GB está desorientada (sic) en su abordaje con China cuando Londres practica un juego peligroso (¡supersic!) de acomodamiento táctico con la esperanza de beneficios económicos, que pueden desembocar en mayores problemas.
Tom Wright, experto en política exterior del Brookings Institution, alude que el mensaje enviado es que el comercio y la cooperación económica es la sola métrica que guiará la política de GB con China, lo cual preocupa a EU sobre la holandización de GB: el abandono de la búsqueda del poder conforme gasta menos en defensa y se retrotrae de jugar un papel en el escenario internacional.
Desde marzo pasado las relaciones de EU y su aliado especial GB se han deteriorado debido al “acomodamiento constante (Obama dixit)” de Londres con China.
GB fue el primero del G-7 que se asoció al célebre banco chino de Inversiones e Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), que detecté como un game changer (http://goo.gl/trzAMH) y a punto de suplantar a los mendicantes Banco Mundial y Banco de Desarrollo Asiático.
Sevastopulo aporta una severa declaración de un anónimo (sic) anterior funcionario de EU: lo que nos perturba más es que fue hecho con casi cero consulta con EU cuando GB no solamente socavó a EU, sino que socavó al G-7 entero. Por algo GB es conocida como la pérfida Albión.
Chris Johnson, anterior prominente analista sobre China en la CIA, señala que GB se encuentra en notoria desventaja cuando se compara a EU en su trato con China, ya que todavía Obama puede amonestar a Xi, mientras los líderes de GB ni siquiera se atreven en pensarlo.
Johnson advierte que las inversiones de China están capturando el interior de GB para luego conquistar sus ciudades, en el más depurado estilo del Gran Timonel, Mao Tse Tung.
Patrick Cronin, experto sobre Asia en el Center for a New American Security, aconseja a GB ser cuidadosa para mantener un equilibrio entre la seguridad nacional y los intereses económicos cuando el objetivo de China son la energía, las telecomunicaciones y las finanzas”. ¿Por qué todos estos expertos samaritanos de EU no aconsejaron a los entreguistas gobiernos del “México neoliberal itamita “ que remataron la seguridad nacional a cambio de nada?
El premier británico, David Cameron, tras almorzar con el presidente chino, Xi Jinping, el viernes pasado en la ciudad de ManchesterFoto Reuters
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Cronin aduce que los chinos se insinúan en el mundo del recinto sagrado (sic) británico mediante sus inversiones y que Cameron está llevando a GB a una era de irrelevancia dorada con su holandización, lo cual tendrá implicaciones que deberán ser revaluadas (¡supersic!) en Asia y en otras áreas (¡supersic!). ¡Uf!
Jennifer Hughes, del Financial Times, explaya por qué “GB corteja a los chinos (http://goo.gl/Of33xc)”, mientras el feroz periodista británico Finian Cunningham (FC) arremete contra la hipocresía de los valores británicos y expone la desesperación del desfalleciente anterior imperio: Cameron  “no tiene opción. GB está quebrada (sic) y necesita inversiones de capital (http://goo.gl/QnBci9)”.
Cunningham cita 150 (sic) acuerdos en salud, manufactura aeronáutica, tren bala, energía y la conversión de Londres en uno de los principales centros de la internacionalización del renminbi.
De acuerdo con el libro The Offshore Renminbi: The Rise of the Chinese Currency and Its Global Future (http://goo.gl/VssWRe)”, China contempla abrir 18 centros financieros para internacionalizar el renminbi.
Cunningham juzga que justo cuando Washington envió un convoy de barcos de guerra a las islas chinas en el mar del Sur de China, Londres tendió la alfombra roja al líder chino. Cita a un anterior influyente funcionario de EU que fulmina la genuflexión de Osborne y Cameron, lo cual creará definitivamente problemas (sic) para GB en el futuro.
Osborne es el candidato del desfalleciente Partido Conservador a la jefatura de gobierno frente al asombroso ascenso del casi marxista Jeremy Corbyn por el Partido Laborista: en ambos casos la situación para la política exterior de EU no es nada halagüeña.
¿Qué sabe el gobierno británico sobre la situación real de la econoía y las finanzas de EU que no sepamos?
Cameron se tiró a los pies del mandarín Xi y llegó hasta anhelar que GB se convierta en el “principal amigo de China en Occidente (http://goo.gl/rukCGf)”. ¡No, bueno!
Tras de que Cameron alabó a China y GB como potencias globales, Xi, mucho más circunspecto, tomó nota de la asociación estratégica integral (¡supersic!) global, entre la primera superpotencia geoeconómica global y la onceava, de acuerdo con el PIB, medido por su poder adquisitivo (https://goo.gl/rDAzw2).
Xi, imbuido por la sapiencia milenaria china, se dio hasta el lujo de aconsejar a GB permanecer en la Unión Europea, al borde de la implosión (http://goo.gl/V5XiEe).
Rusia y China crecen, mientras EU, que empieza a ser abandonado por sus aliados especiales, se retrotrae.
China opera otra jugada maestra al compartir los secretos hieráticos de la globalización financierista de GB: golpe demoledor que propulsa al renminbi a competir contra la hegemonía del dólar, la última carta poderosa que le queda a EU (http://goo.gl/Zb8DWc).
La complementariedad de las máximas reservas de divisas de China con el know-how financierista de la City (Londres) construye el andamiaje multipolar para el nuevo orden geofinanciero del siglo XXI.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife

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