Pedro Echeverría V.
1. Sí, me parece grave el alarmante anuncio del pasado fin de semana
que “el huracán Patricia sería el más grande de la historia de México y
del mundo… un huracán de cinco que levantaría coches y mil objetos a su
paso por Jalisco, Nayarit y Colima”. Algo así como un huracán-tornado de
esos que nos han proyectado en las películas gringas. Yo no sé hasta
qué grado la gente de esos lugares se preparó, pero el presidente Peña
Nieto en su primer discurso señaló que “la gente organizada resistió de
manera valiente”. La verdad es que “el huracán león” que tanta alarma
causó salió del océano Pacífico convertido en “un pequeño ratón”.
2. No creo en la geografía, en las montañas, en la fe o los milagros
de los viejos cristeros; pienso que es un asunto mucho más serio que
debe investigarse. ¿De dónde surgió la primera nota alarmante que pudo
provocar incluso suicidios, profundas alarmas e inmedible desesperación?
Se ha dicho que hay “centros de investigación de huracanes”, que de
Miami llegó la nota y que los locutores de televisión dieron tan
dramáticamente el anuncio, que hasta ellos pudieron morir en el
instante. ¿Se imaginan que después de esta falsa alarma y probar que
nada pasa, vengan otras de este tipo buscando esconder algo
inconfesable? Me recuerda el lobo del cuento.
3. Por lo pronto no se devolverán las ayudas solidarias que se dieron
por adelantado y seguramente nadie volverá a adelantar donaciones.
Algunos negocios comenzarán a reclamar dinero “por pérdidas” de uno o
dos días que se alejó el turismo. Peña Nieto y demás políticos han
aprovechado el “fenómeno natural” para hacer discursos de campañas
políticas. ¡Qué bueno que los pueblos de Jalisco, Nayarit y Colima no
sufrieron como todos los pobres que sufren estos fenómenos! Pero no hay
que descansar hasta descubrir lo que estuvo o está tras ese anuncio
alarmante “del más grande huracán de la historia del mundo”. (27/X/15)
alterar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario