CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Una semana después de haber
sido aprobada en San Lázaro, donde se dio un intenso cabildeo por parte
de la refresqueras, la Secretaría de Hacienda y la bancada del PAN en el Senado desconocieron la propuesta impulsada por ellos mismos para reducir a la mitad el impuesto a un sector de bebidas azucaradas.
Luego de una semana de críticas por parte de médicos, organizaciones
civiles y promotores de la salud, el subsecretario de Ingresos de
Hacienda, Miguel Messmacher, reconoció ante senadores que el actual el impuesto al refresco ha sido exitoso para las arcas federales y para la salud de los mexicanos,
por lo que recomendó no hacerle modificaciones a este impuesto que hace
una semana se avaló en la Cámara de Diputados, como parte de la
miscelánea fiscal y la Ley de Ingresos del próximo año.
Hace una semana, la mayoría de los diputados --ante un intenso
cabildeo de las refresqueras, en asociación con la Iniciativa Privada
(IP)— aprobaron la reducción del impuesto al 50 por ciento de bebidas azucaradas con 5g/100ml, pero ahora nadie se quiso hacer cargo de dicha paternidad.
Las bebidas que serían parte de esta reducción de impuesto serían todas aquellas que son jugos, refrescos, aguas o leches de sabor, las cuales están dirigidas comercialmente a niños y adolescentes.
"Nosotros lo que hemos comentado es que creemos que lo mejor es no
estar realizando modificaciones por el momento, dado a que todavía no ha
pasado suficiente tiempo para (evaluar impactos), pero los legisladores
pueden analizar algún análisis alternativo, adicional o complementario y
con base en eso tomar decisiones", dijo.
Impuesto exitoso
El funcionario federal se reunió con las comisiones unidas de
Hacienda y Estudios Legislativos Segunda del Senado y ahí admitió que
los mexicanos, a partir de la implementación de impuesto a los refrescos, comenzaron a beber más agua embotellada y a disminuir su consumo de refrescos.
"El impuesto que se estableció a las bebidas saborizadas sí ha sido exitoso
y tenemos evidencia que así lo demuestra. Es decir, hemos observado una
disminución importante desde el punto de vista del consumo de bebidas
saborizadas”.
“Depende exactamente del estudio que se observe, pero hemos observado
una disminución del orden de 5 o 6 por ciento más o menos desde el
punto de vista del consumo de las bebidas saborizadas a las que les
aplica el impuesto, y un incremento también de entre cinco y seis por
ciento del consumo de agua embotellada", reveló Messmacher.
Explicó que aún es prematuro para conocer el impacto real que tiene
el actual impuesto a las bebidas azucaradas, por lo que la Secretaría de
Hacienda todavía necesita información adicional.
“Entonces, es muy probable que todavía los impactos completos de los
impuestos no son los que hayamos observado el día de hoy. En ese
sentido, el realizar un incremento, por ejemplo, de 1 a 2 pesos creo que
hoy en día es prematuro, dado que todavía no tenemos creo, suficiente
información como para entender el impacto final del que pueda llegar a
tener ya el impuesto original de 1 peso por litro”, reiteró
Además, Miguel Messmacher dijo que tampoco hay evidencia que les diga
que una reducción al impuesto reformule el proceso de reformulación de
estas bebidas por parte de los productores.
“La verdad no tenemos información hoy, cuando menos nosotros, para
saberlo. Podría presentarse un escenario de una reformulación muy
agresiva desde el punto de vista de los productos. En ese caso esto
terminaría teniendo un efecto positivo desde el punto de vista de llevar
a una menor disminución y menor consumo de azúcares y de calorías; pero
la verdad es que cuando menos nosotros no sabemos realmente qué tan
intensivo pudiera ser ese proceso de reformulación o no”, insistió.
Deliberación panista
Respecto al apoyo legislativo a esta propuesta de San Lázaro, el
senador del PAN, Héctor Larios, informó que después de una deliberación
sobre este tema, acordó votar en términos de que se mantengan las cosas
como están en el tema del Impuesto del IEPS a las bebidas con azúcar.
Reconoció que es un tema complejo donde pesó la presión social hacía
el partido y bajo es lógica la mayoría de senadores se inclinó por
mantener, sin modificar, el actual impuesto a las bebidas azucaradas.
Esta propuesta fue secundada por el senador del PAN, Jorge Luis
Lavalle, quien comentó que más allá de la nueva clasificación que
Hacienda está dando a las bebidas de bajo contenido calórico, se debería
invertir en el fomento y la instalación de bebederos públicos e incrementar los programas de actividades físicas y campañas de prevención de enfermedades relacionadas con su alto consumo, como es la hipertensión, la diabetes y la obesidad.
“Más allá de crear un incentivo fiscal para que se creen más bebidas
con bajo contenido calórico, mejor que se creen incentivos y programas
para invertir en este tipo de campañas; sería más benéfico y daría
mejores resultados a la población”, subrayó.
La propuesta en San Lázaro de reducir el impuesto a un sector de
bebidas azucaradas fue del propio PAN, incluso el coordinador
parlamentario, Marko Cortés, adjudicó para su bancada dicha propuesta.
Hace una semana, minutos antes de que el pleno aprobará por mayoría
esta propuesta, Marco Cortés explicó que el estímulo y la reducción del
IEPS a las bebidas endulzadas con bajas calorías era las de bajo índice
calórico, y “lo que estamos buscando es que las empresas emigren sus
productos y produzcan bebidas con bajo contenido energético", dijo el
panista en una conferencia de prensa.
Obesidad cara
En la reunión de comisiones, los senadores perredistas Armando Ríos
Piter, Mario Delgado y Alejandro Encinas criticaron estos cambios
propuestos desde la Cámara de Diputados.
Mario Delgado dijo que los refrescos son ahora el equivalente a lo que fue el cigarro en el siglo pasado, por el impacto en salud pública y por los esfuerzos de la industria en ocultar los daños que provoca.
Aseguró que la obesidad cuesta alrededor de 80 mil millones de pesos y para el 2017 llegará a 150 mil millones de pesos
y añadió que México es el principal consumidor de refrescos en el mundo
“y tenemos que darle un ejemplo al mundo de cómo estos productos que
provocan un daño a la salud deben tener una sanción”.
El senador Alejandro Encinas explicó que consultó al Instituto
Nacional de Salud sobre este tema de reducción de impuesto al refresco y
que el propio rector general, el doctor Mauricio Hernández Ávila, le
explicó que la propuesta de disminuir el 50 por ciento el impuesto
especial a las bebidas azucaradas que tenían hasta 5 gramos de azúcar
añadidos por cada 100 mililitros es una medida que debilitaría el
impuesto y al dejar de gravar sobrepasa las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El senador explicó que el médico hizo un análisis en torno que ha
tenido un efecto positivo el establecimiento de este impuesto, más en
los sectores de menores recursos y la población infantil, máxime cuando
se estima que existen 24 mil muertes asociadas justamente al consumo de estos productos cada año.
La recomendación del Instituto Nacional de Salud, añadió Encinas, es no solamente no disminuir el impuesto, sino incrementarlo a dos pesos por litro.
kach
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