Pedro Echeverría V.
1. Publicó hoy viernes La Jornada: “Son en total 29 las órdenes de aprehensión contra maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por lo que faltan 26, señaló el subprocurador de Control Regional de la Procuraduría General de la República (PGR), Gilberto Higuera. Aclaró que sólo tres se cumplieron la víspera y una más es una orden emitida por un juez del fuero común. “En todos los casos hay delito grave”, porque son opositores al gobierno, son peligrosos y llevan muchos años protestando.
2. Con ello el maldito gobierno, particularmente la SEP, se cuelga una medalla más para demostrar su enorme capacidad represiva. Pero cada vez que respira ese funesto gobierno recibe una mentada de madre de los maestros y el pueblo. ¿Qué importa que le recuerden cada segundo a su mamacita si al parecer nunca las han tenido? Gozan reprimiendo, persiguiendo, torturando a quienes desde el campo, la fábrica, la escuela, las calles, reclaman condiciones de trabajo, libertad para vivir y salarios adecuados. Y los profesores han sido el máximo ejemplo de luchadores sociales estos años.
3. Si hubiese un fuerte y justiciero movimiento de trabajadores, publicaríamos: “Hemos aprehendido a cinco de los principales ladrones y asesinos mexicanos encabezados por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Fernández de Ceballos, Vicente Fox, Felipe Calderón y al actual presidente de la República, señor Peña. Nosotros no inventamos acusaciones porque hace muchos años que los tenemos bien señaladitos; sin embargo hemos preparado el Zócalo para que cada mexicano –cuidando de que no sean linchados- sólo acuda a hacer su acusación.
4. ¿Cuál es la diferencia entre los profesores y esos funcionarios? En que los profesores son queridos por niños y padres de familia en sus comunidades porque trabajan y luchan defendiendo los intereses de los pobres, miserables, desempleados. Los funcionarios, por el contrario, se dedican a cobrar fabulosos salarios, a esquilmar el presupuesto público, a encarcelar a los que protestan y a asesinarlos si es posible. Pero no se olvida que los maestros sólo tienen la razón en sus luchas; los funcionarios, al contrario, cuentan con el ejército.
5. Por ello se dice que el mundo capitalista está de cabeza y nuestra obligación como trabajadores en lucha es ponerlo de pie. ¿No es acaso un mundo al revés cuando vemos que el 90 por ciento de la población es explotada y mal pagada mientras un puñado de grandes empresarios y altos políticos exprimen y desangran el presupuesto público? Todo lo malo del sistema es para la población mayoritaria y todos los privilegios son acaparados por un pequeño grupo que controla el poder. Pero el pueblo que se da cuenta acumula descontento que muy pronto estallará.
6. Los gobernantes tienen la obligación de respetar y tratar bien al pueblo porque él con su trabajo los mantiene. Empresarios y gobierno usan a los medios de información, las novelas, el futbol y a la religión, para tener engañado y domesticado a los trabajadores. Dado que los profesores y trabajadores con sus protestas en las calles están enseñando a luchar al pueblo, entonces los reprimen, encarcelan o asesinan para que no sigan abriéndole la mente y los ojos al pueblo. Por ello el poder quiere profesores dóciles, miedosos, que no se metan en nada. Pero empiezan a despertar.
7. Nadie debe dejarse engañar: a los profesores sólo se les puede acusar de luchadores sociales a favor de los explotados y por una buena educación; lo demás son inventos para detenerlos. A los altos funcionarios, al contrario, se les puede probar que saquean el país cobrando gigantescos salarios y haciendo negocios junto a los funestos empresarios y dueños de los medios de información. En conclusión: ellos tienen el poder, la fuerza, el dinero y el control de la conciencia. Los profesores tenemos la razón y pronto la fuerza para derrotarlos. (30/X/15)
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