México ¿cómo vamos? señala que se deben simplificar los programas
sociales para mejorar la eficiencia del gasto, invertir mejor y con ello
aumentar la capacidad productiva del país.
Durante el primer trimestre de 2018, la proporción de personas
en pobreza laboral en México aumentó 0.2% – respecto al mismo trimestre
del año pasado – para quedar en 39.1% por ciento.
En términos del número de personas en esta condición, la cifra
pasó de 47 millones 917 mil a 48 millones 639 mil personas en este tipo
de pobreza. La diferencia es de 722 mil 250 personas, señala México ¿cómo vamos?
La pobreza laboral representa a la proporción de la población
que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso proveniente
del trabajo de su hogar.
Las fuertes disparidades entre las zonas rurales y urbanas de
México continúan: mientras en las zonas urbanas 34.8% de la población no
puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral de su
hogar, esta proporción asciende a 52% en las zonas rurales. Sin embargo,
la pobreza urbana se incrementó en 0.5 puntos porcentuales, mientras la
rural disminuyó en 0.9 puntos en el último año.
El valor de la canasta alimentaria que se utiliza para medir la
pobreza laboral es calculado por Coneval. La canasta, que incluye 37
bienes específicos, como 2 cucharadas de yogurt o medio huevo diario,
costaba 1,053 pesos por persona al mes en las zonas rurales y 1,482 en
las urbanas al primer trimestre de 2018.
Aunque el costo de la canasta alimentaria se incrementó en 8%
en el último año en ambas zonas, este aumento en el precio fue
ligeramente compensado por un crecimiento en los ingresos laborales per
cápita.
Los ingresos laborales fueron de 2,346.76 pesos por persona
durante el primer trimestre del año. Éstos crecieron en 0.7% real – tras
ajustar por efectos inflacionarios – respecto a inicios de 2017.
El crecimiento en el valor de los ingresos reales se dio a
pesar de que la inflación promedio durante el primer trimestre de 2018
fue superior a la del mismo periodo del año pasado, 5.31% frente a 4.98%
anual. Aunque parece que los ingresos laborales per cápita en términos
reales podrían comenzar una tendencia al alza, aún hay un largo camino
por recorrer para regresar a los niveles que se observaban previos a la
crisis de 2008.
En cuanto a la pobreza laboral a nivel estatal, Chiapas, Oaxaca
y Guerrero son los tres estados con la mayor proporción de personas en
esta condición, con 68.3% 63.7% y 63.1% de la población en esta
condición respectivamente. Asimismo, en los tres estados se incrementó respecto a inicios de 2017.
Por otra parte, Baja California Sur, Sinaloa y Baja California fueron
los estados con la menor pobreza laboral en el periodo, de 19.2%, 22.5%
y 22.9% respectivamente.
Llaman la atención particularmente los casos de Morelos y
Tabasco, estados donde se elegirá a un nuevo gobernador el 1 de julio.
Estos estados fueron donde más se incrementó la pobreza laboral en el
último año, en 5.5 y 4.3 puntos porcentuales respectivamente.
Por el contrario, Querétaro y Guanajuato, ambos localizados en
el Bajío, fueron las entidades con los mayores avances en disminuir este
tipo de pobreza. Disminuyó en 4.7 y 3.9 puntos respectivamente.
Se deben continuar los esfuerzos por disminuir la pobreza en
todo el territorio. Para lograrlo, el crecimiento económico es
fundamental, así como la creación de empleos formales y la inversión en
capital físico y humano. Se deben retomar las recomendaciones de CONEVAL
en torno a simplificar los 6,491 programas sociales federales,
estatales y municipales existentes para mejorar la eficiencia del gasto
público y liberar recursos que puedan invertirse en aumentar la
capacidad productiva del país e incrementar su competitividad.
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