A diferencia de otras
elecciones presidenciales recientes, el flujo de las encuestas de
opinión ha sido generalmente aceptado, hasta ahora, por todos los
sometidos a esos ejercicios numéricos. El impugnador histórico de tales
procesos demoscópicos, Andrés Manuel López Obrador, no ha hablado de cuchareo
ni de otras formas de adulteración, lo cual habría ido contra sus
intereses, pues se ha mantenido como delantero en la competencia, con
márgenes de distancia notablemente altos en relación con su principal
perseguidor.
Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade, casi siempre colocados
respectivamente en el segundo y el tercer lugar de esas encuestas,
tampoco las han desacreditado y, de una manera que parece extrañamente
civilizada, en el fragor de una batalla electoral muy pesada, han
asumido sin chistar la supremacía del tabasqueño en esas estimaciones
que en otras circunstancias podrían haber sido señaladas por el panista o
el cuasipriísta como tramposas, mal hechas o puestas al servicio de
quien las ordena.
El imperio de las presuntas encuestas (
presuntas, en función de que no hay ningún sistema de verificación social de que realmente se realizan y que los datos consignados son reales) ha consolidado en la percepción colectiva la imagen de un López Obrador arrollador, imbatible. ¿Por qué
el sistemaha permitido que las empresas de demoscopía hayan realizado hasta ahora una serie de presuntos estudios en los que invariablemente aparece López Obrador como puntero casi inalcanzable? En el manual del cinismo del
sistemabien consignado está que, en política, siempre será barato todo aquello que se pueda comprar con dinero. Y a ese
sistemale habría resultado muy barato orquestar desde hace meses una operación fraudulenta en el terreno de las encuestas, para dar paso a embestidas mayores contra el nativo de Macuspana.
En ese escenario, antaño impensado, de
respetabilidadde las encuestas de opinión, han comenzado a generarse cambios. El panista inmobiliario, Ricardo Anaya, se va moviendo al alza, aún en términos modestos en comparación con la gran ventaja que conserva el ex priísta, ex perredista y ahora máximo jefe de Morena. Meade se mantiene en un lejano tercer lugar, explicablemente incapaz de emerger, pues el peso negativo de Enrique Peña Nieto y del PRI lo hunden.
Pero la suma de los activos demoscópicos de Anaya y Meade suelen
equivaler al monto total de López Obrador. Nunca podrá darse una
transferencia automática y neta de las tendencias electorales de dos
personajes que acaban fundiéndose en una sola candidatura pero, en el
papel, y conforme a algunas de las encuestas realizadas recientemente,
el panista y el cuasipriísta, unidos, empatarían al morenista.
Si a ese licuado prianista se añadieran los exiguos números
de Margarita Zavala (la realidad acabó colocando en su lugar político al
calderonismo, con todo y proyecto conyugal), y los todavía menores del
grotesco Jaime Rodríguez Calderón, la candidatura única del sistema, la
que apelara al voto útil contra el lopezobradorismo, tendría mayor
probabilidad de votos en favor que el actual rey de las plazas públicas.
A una voltereta así, mucho ayudaría el juego de cifras que aportan las
citadas firmas encuestadoras, hasta ahora validadas por la propia
Morena, en cuanto le han favorecido.
Son varias las explicaciones técnicas extraoficiales respecto
de las fallas bancarias relacionadas con el suministro, disponibilidad y
manejo de fondos monetarios. El dato más preocupante se relaciona con
el saqueo de entre 300 y 400 millones de pesos en abril, mediante un
ataque cibernético que un banco ha reconocido y los demás no aceptan ni
niegan. Además, se han reportado molestas trabas y largas tardanzas de
usuarios de servicios bancarios para mover su dinero.
Aun cuando los primeros indicios apuntan hacia hackers interesados
en la sustracción de dinero, ese tipo de problemas abonan el terreno de
las especulaciones y las preocupaciones relacionadas con el difícil
momento que vive el país en el terreno interno y en sus negociaciones
internacionales y, desde luego, aunque no haya un solo asidero
demostrado en ese sentido, con la circunstancia electoral.
El secretario de la defensa nacional, general Salvador Cienfuegos, ha
dicho que toda transición democrática debe tener como objetivo supremo
el progreso y el bienestar del pueblo de México. Sus palabras son
irreprochables, imposible estar en contra de ellas, si se analizan con
un sentido político general, histórico, más allá de las circunstancias
de un momento específico.
Pero, en la coyuntura actual, las palabras del jefe operativo de las
fuerzas armadas pueden tener más connotaciones de las que parecería en
una primera lectura. En particular, si la luz que sobre ellas se arroje
es la de la incomodidad acrecentada de una parte de la élite castrense
respecto a Andrés Manuel López Obrador, el personaje que podría
encabezar una alternancia de partidos y, eventualmente, una transición
política.
Decir lo obvio, que una transición de ese tipo debería ser para bien,
deja de ser una simple obviedad cuando las palabras se leen a la luz de
los conflictos y querellas actuales. Más complicado resulta el
escenario discursivo si el mencionado jefe militar defiende con especial
denuedo la funcionalidad de la base aérea de Santa Lucía, a donde ese
candidato de posible transición, AMLO, pretende trasladar el proyecto
aeronáutico internacional hasta ahora desarrollado en Texcoco. En
realidad, el general secretario le haría mucho bien a las instituciones,
y al proceso electoral en curso, si sus discursos fueran cuidadosamente
ajenos a interpretaciones coyunturales.
Y, mientras Nestora Salgado ha denunciado amenazas en su contra, en
el contexto de su campaña por una senaduría a nombre de Morena, ¡hasta
mañana, lamentando el fallecimiento de la doctora María Elena Meneses,
especialista en medios de comunicación y comunicación digital, profesora
de varias generaciones, analista honesta y bien fundamentada!
La publicación del reportaje sobre la casa blanca
de la familia presidencial marcó un punto de quiebre en el gobierno de
Enrique Peña Nieto. La periodista Carmen Aristegui y su equipo de
investigación dieron a conocer el tráfico de influencias que hizo
posible la adquisición de una residencia cuyo valor se estima en 7
millones de dólares. A partir de entonces, se desencadenó una serie de
escándalos que han conducido al régimen a una condición de desprestigio
dentro y fuera del país: caso Odebrecht, los ex gobernadores, la estafa
maestra. Al parecer, para alguna gente del gobierno la culpable de su
descrédito es Aristegui, no sus propias faltas. La venganza ha sido
implacable. Enfrenta varios litigios. En un reportaje del periodista
Jenaro Villamil en la revista Proceso se desvelan las maniobras
ejercidas sobre la Suprema Corte de Justicia en busca de un resultado
favorable a Joaquín Vargas, uno de los dueños de MVS, en su demanda
contra la comunicadora. En la emisión de ayer de su noticiero por
internet, Aristegui leyó algunos fragmentos del libro La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto,
cuyo prólogo fue motivo de la demanda de Vargas, en los que se narra el
golpe de censura perpetrado en contra de su equipo en 2015, cuando era
la titular de Primera Emisión de Noticias MVS.
Eso es lo que tienen que considerar los ministros de la Corte que no atendieron nuestra solicitud para que atrajeran una queja que sabíamos que iba a matar el juicio que nosotros promovimos en contra de MVS por censura, por haber utilizado indebidamente una concesión del Estado para censurar a periodistas, ese juicio que mataron, dijo.
Confiemos en que a pesar de que venga de los más altos niveles la presión, los magistrados hagan lo que tienen que hacer y consideren qué hay que detrás de esta historia.
Si esos altos niveles de poder en México pretenden seguir castigando el trabajo periodístico con resoluciones jurídicas contrarias a lo que la ley y el sentido común indican y someten a los periodistas a una sanción económica millonaria, pues mal servicio le harán a la justicia, a la libertad de expresión y también a la tarea periodística, dijo.
¿Qué sucede en el sistema bancario?
Al fallar el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios
(SPEI) alrededor de 20 instituciones han migrado a un modo alterno de
operación, lo que ha generado lentitud en el tiempo de envío y recepción
de transferencias de los clientes. Se registró un ataque cibernético
que ha permitido a los delincuentes sustraer varios centenares de
millones de pesos de los bancos. Falsificaron órdenes y transfirieron
fondos a cuentas fantasma; los fondos fueron retirados rápidamente,
dijeron dos fuentes cercanas a la investigación. Según la información
disponible, fueron sustraidos entre 300 y 400 millones de pesos. ¿Y los
clientes? Supuestamente no han resultado afectados. De acuerdo con
Lorenza Martínez Trigueros, directora general de Sistema de Pagos y
Servicios Corporativos de Banxico, los movimientos irregulares
detectados correponden a
cuentas que fueron inventadas para hacer esta sustracción de recursos. De culquier modo, es un buen momento para revisar el estado de cuenta de nuestra tarjeta de crédito o débito, y la chequera. Y una pregunta que no sobra: si el sofisticado y robusto sistema de transferencias del Banco de México pudo ser hackeado, ¿qué seguridad hay de que no pueda ocurrir lo mismo con el sistema del Instituto Nacional Electoral? Habría que preguntarle a Lorenzo Córdova, el presidente, qué providencias ha tomado.
Ombudsman social
Con resultados
productivos y financieros cada día más enclenques, el futuro de
Petróleos Mexicanos (Pemex) está en riesgo, con todo y que el compromiso presidencial fue que,
gracias a la reforma energética, la ex paraestatal tendría un futuro prominente, es decir, exactamente lo contrario de lo que registra la ahora empresa productiva del Estado.
Tres semanas atrás, en este espacio, resumimos algunos de los grandes logros
en la materia en el transcurso del presente sexenio. Entre otros
destacan los siguientes: la producción de petróleo crudo se desplomó 25
por ciento (627 mil barriles diarios menos) desde 2013, año del lanzamiento de la reforma
energética; la de gas natural, 25 por ciento (un millón 517 mil pies
cúbicos diarios, a febrero de 2018); la de petrolíferos, 56 por ciento
(451 mil barriles al día); el sistema nacional de refinación produce
ahora 63 por ciento menos (273 mil barriles por día) que en diciembre de
2013; la importación de combustibles se ha disparado de forma
peligrosa: 75 por ciento en el caso de las gasolinas y 116 por ciento en
la de diésel, y así por el estilo, mientras las finanzas de Pemex son
cada día más endebles.
Lo anterior en nada asemeja el futuro prominente que
prometió el inquilino de Los Pinos, y en este contexto destaca un
análisis del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México (Gestión de Pemex como empresa productiva del Estado; Angélica Tacuba y Luis Augusto Chávez, en revista Problemas del Desarrollo,
193, abril-junio de 2018, del que se toman los siguientes pasajes), en
el que se destaca, tratándose de Petróleos Mexicanos, el papel
preponderante de la Secretaría de Hacienda (que exprime a la ex
paraestatal por medio del cobro de impuestos, derechos y
aprovechamientos, IDA y, paralelamente, le recorta el presupuesto) y no
de la Secretaría de Energía, con todo lo que ello implica.
En México, Pemex es la empresa más penalizada fiscalmente; en el
periodo 1990-2016 los IDA representaron 93 por ciento de utilidades, y
en 2014-2016 sobrepasaron 100 por ciento. Como porcentaje de los
ingresos totales, representaron 61 por ciento, mientras en el caso de
Petrobras fue de 33 por ciento, Ecopetrol de 11 por ciento y Petróleos
de Venezuela de 40 por ciento. El trato fiscal de Pemex ha estado en
relación directa con la baja carga tributaria; México recauda 17.4 por
ciento del PIB, Brasil 32, Colombia 20.8 y Venezuela 20.9.
A pesar de que las estadísticas de 2015 muestran un incremento de 2.3
por ciento en la recaudación respecto del PIB (17.4 por ciento) y en
relación con 2014, cuando se alcanzó 15.1 por ciento, México sigue por
abajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (34.3 por ciento) y del de América Latina (22.8).
Como empresa productiva del Estado (EPE), Pemex necesita un trato
fiscal coherente con los propósitos de competitividad y eficiencia que
evite la supeditación al capital privado. La presión fiscal y el mercado
externo son los que más influyen en la autonomía. Aligerar el peso
fiscal es una condición de eficiencia, pero implica armonía de objetivos
y equilibrio de poderes al interior del Estado propietario,
personalizado en la Sener y la SHCP.
Existe una relación contradictoria entre precios y obligaciones
fiscales al cotejar 2008-2013 y 2014-2016. Ambos corresponden a las dos
reformas energéticas (2008 y 2014) y es clara, por una parte, la
propensión a gravar en 98.7 por ciento las utilidades de Pemex en un
periodo de altos precios en el primer caso (86 dólares por barril
promedio). Pero también a continuar haciéndolo en 107.5 por ciento en un
lapso de caída estrepitosa en el segundo (55 dólares por barril
promedio).
Ello refleja la vulnerabilidad de Pemex EPE de regirse por su
nuevo modelo de gestión; cuestiona la competencia del gobierno
corporativo (GC) de administrar autónomamente las finanzas ante la
inestabilidad del mercado y teniendo como dueños de la empresa a la
Sener y a la SHCP; es decir, objeta el principio de la máxima
autorregulación de las empresas públicas abiertas a capitales privados.
No hay argumento al hecho de que los IDA representen más de 90 por
ciento del balance primario en el periodo 1993-2016 y más de 100 por
ciento en 2014-2016. Pemex soporta la presión fiscal, la del mercado, la
corporativa, con una deuda de 100 mil millones de dólares y un pasivo
laboral (pensiones y otras prestaciones laborales) que asciende a 8.3
por ciento del PIB.
Sobre la deuda de Pemex, el análisis de sensibilidad de la
calificadora Fitch Ratings (2016) destaca la probabilidad de insolvencia
financiera por la elevada cargafiscal y la inexistencia de políticas de
contención. Resultado de los bajos precios del petróleo en 2014-2016,
se extrajeron más utilidades de Pemex para el presupuesto federal y
creció el endeudamiento para cubrir impuestos; en 2017 la deuda podría
alcanzar 125 mil millones de dólares, 25 por ciento más que en 2016.
Alfonso Romo Garza es
un soñador de grandes proyectos, con los pies bien puestos en la tierra.
Lo conocí hace 30 años, cuando era dueño de Cigarrera La Moderna,
Empaques Ponderosa y, posteriormente, Vector Casa de Bolsa y Seguros la
Comercial, a los que integró Seguros América y Asemex.
Durante algunos años un grupo de columnistas nos reunimos con él para
ver los resultados de sus empresas agrupadas en Pulsar y para conocer
sus proyectos relacionados con la biotecnología, la economía y la
educación. Ya para entonces había acumulado una de las mayores riquezas
de México, pero no se conformaba con eso. Quería pasar de los negocios
tradicionales a las nuevas tecnologías, principalmente ligadas al campo.
Cuando controlaba Cigarrera La Moderna revolucionó la producción de
tabaco. En Nayarit organizó a los campesinos para que integraran sus
tierras y aumentaran su productividad. Pequeñas unidades de dos o tres
hectáreas se unieron para formar parcelas de decenas de hectáreas y
mediante la mejora tecnológica y la asociación se incrementó
sustancialmente la cantidad y calidad del tabaco en beneficio de la
cigarrera y los campesinos.
A sala llena y con un público afín, se estrenó el sábado pasado en el cine Diana de la ciudad de México, el documental Yo no me llamo Rubén Blades, del
realizador Abner Benaim. Filme incluido en la 13 edición de la gira de
documentales Ambulante y del que se esperan más proyecciones.
Es un trabajo realizado con la anuencia del cantautor panameño y en
el que se devela parte de su vida íntima, las historias de sus
canciones, su participación activa en la vida política de su país y la
importancia de su obra en el contexto de la cultura latinoamericana y
universal.
Durante seis meses, Abner Benaim, con un pequeño equipo de filmación,
siguió a Blades caminando por la calle, en conversaciones y situaciones
casuales en sus casas en Panamá y Nueva York, en los ensayos con la
orquesta de Roberto Delgado, en las giras, hasta en el gimnasio donde se
ejercita; siempre con acceso a todo y un trato único y familiar,
brindando de esa manera al espectador la oportunidad de conocer al
artista, y disfrutar su música y las historias detrás de ella.
Más de medio centenar de
muertos –entre ellos, ocho menores– y alrededor de un millar de heridos
es el saldo de la represión lanzada ayer por el Estado israelí por
tierra y aire contra habitantes de la Franja de Gaza que protestaban por
el traslado de la embajada estadunidense en Israel de Tel Aviv a
Jerusalén, un flagrante agravio a la legalidad internacional, a la paz y
al pueblo palestino.
Acciones de la FFL sobre caso de alumna desaparecida
Ala comunidad universitaria y
de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL): Sobre la desaparición de
nuestra estudiante de letras hispánicas, Mariela Vanessa Díaz Valverde,
denunciada el 28 de abril anterior, informamos: 1. La Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio de la oficina de la
abogada general, ha establecido contacto y seguimiento del caso con las
autoridades de la Procuraduría General de Justicia capitalina
(PGJ-CDMX).
Periodistas de Baja California, corresponsales nacionales e
internacionales, junto con un grupo de artistas, crearon un lienzo con
fondo blanco y la leyenda en rojo
Van 140 periodistas asesinados en MX, sobre un tramo de 20 metros del muro de lámina que separa a México de Estados Unidos, en el cañón del Matadero, en las inmediaciones de Playas de Tijuana, una zona por la que en la década de los 90 cruzaban cientos de migrantes. Lo elaboraron el pasado fin de semana para denunciar el homicidio de esa cantidad de comunicadores en México de 1999 a la fecha, la inacción del gobierno mexicano ante estos crímenes y los ataques a la libertad de expresión. En la lista figuran los corresponsales de La Jornada Miroslava Breach, de Chihuahua, asesinada el 23 de marzo de 2017, y Javier Valdez, de Sinaloa, ultimado el 15 de mayo de 2017 (Con información de Antonio Heras, corresponsal) Foto Antonio Maya/La Jornada California
Parte sustancial del futuro de México
depende de esa jaula: el TLCAN. Los gobiernos de Salinas a Peña, la
convirtieron en una jaula de oro. Que sea de oro, es lo que nos han
contado esos mismos gobiernos, sin reconocer que sea una jaula, aunque
lo saben; pero también creen que no hay alternativa. Estar condenados a
vivir enjaulados y atados al país del norte: es su credo más profundo; y
creen que es lo mejor que nos ha pasado y que nos puede pasar. ¿En qué
estarán pensando ahora que Trump ha dicho que es el peor tratado que
haya firmado el gobierno estadunidense? Esperemos que el gobierno de la
esperanza sea gobierno, y abra la puerta de la jaula, para que deje de
ser tal, y abra muchas otras puertas, para que nos volvamos ciudadanos
del planeta y dejemos de ser siervos abofeteados por el gobierno
decadente del norte. Especialmente ahora que Estados Unidos (EU) está a
dejando de ser la
superpotenciaeconómica del orbe.
Aunque sabía del tema más que muchos
investigadores, a Javier Valdez no le gustaba que lo presentaran como
especialista en narcotráfico. Así se las gastaba. Bromista consigo
mismo, aseguraba que un periódico había quebrado por contratarlo, o que
un partido político había perdido su registro por andar postulándolo
como su candidato a diputado.
La semana pasada, el Estado mexicano
una vez más dio muestra de autoritarismo. De manera nada casual, a un
día de que sus funcionarios asistieran a una sesión más de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), difundió su descalificación,
dos meses después, al reporte Doble injusticia: informe sobre violaciones de derechos humanos en la investigación del caso Ayotzinapa,
elaborado por el Alto Comisionado de Derechos Humanos en la ONU, con la
participación directa de su oficina en México mediante su
representante, Jan Jarab. El punto central del informe cuestionado es
que se encontraron:
fuertes elementos de convicción para considerar que al menos 34 personas detenidas durante la primera etapa de la investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014 fueron torturadas y muchas de ellas detenidas arbitrariamente.
Los historiadores conservadores descalifican
al zapatismo por su carácter destructivo, su carencia de proyecto
político y su localismo. Insisten en mostrar aquella gran revolución,
como un movimiento sin más programa que la reivindicación agraria local e
inmediata.
Para todo efecto
práctico, y aunque no sea plenamente consciente de ello, José Antonio
Meade ya declinó en favor de Ricardo Anaya. Lo confirman sus más
recientes mensajes de propaganda, cargados de ataques a Andrés Manuel
López Obrador, que de tan virulentos resultan inverosímiles, y que en el
mejor de los casos (para Meade) no afectarán la sólida ventaja del
tabasqueño y en el peor (también para Meade) la alimentarán. Lo confirma
también el contenido y el ritmo errático de una campaña que mientras
más recursos consume más invisible se vuelve, en el mejor de los casos, o
más exaspera, en el peor, a una opinión pública harta del horror
priísta y escarmentada de promesas falsas.
Las ideas de Ricardo Anaya sobre el
papel que tendrán la ciencia y la tecnología en su concepción de país
son difíciles de identificar, pues durante su campaña solamente nos ha
ido regalando algunas imágenes, pequeñas joyas de su asombro ante los
cambios tecnológicos, que lo mismo utiliza para mostrar una aparente
sapiencia ante auditorios ingenuos, que para atacar a sus adversarios en
la contienda electoral… Pero detrás de eso sólo hay vacuidad.
Cannes.
El director japonés Hirokazu Kore-eda
cuenta con el raro privilegio de ser conocido en México, pues varias de
sus películas se han distribuido en nuestro país (previo estreno en la
Muestra de la Cineteca, casi siempre). Así, se ha tenido la oportunidad
de apreciar su gusto por las historias familiares y el tacto y sutileza
con las que las aborda.
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