Marcha contra la violencia
Llaman a asambleas; el viernes deciden si continúa el paro de actividades
▲ Miles de estudiantes se manifestaron contra el incremento de la
violencia en Ciudad Universitaria y por la erradicación de los grupos porriles.
La violencia cercana, la que ocurrió frente a sus aulas y
contra sus compañeros, impulsó a los estudiantes a salir y demandar el
fin del porrismo en las universidades.
Decenas de miles de alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) y de otros centros educativos marcharon ayer en Ciudad
Universitaria (CU) para exigir la desaparición de los grupos de choque
en la institución, en momentos en que casi todos los planteles de la
máxima casa de estudios mantienen un paro de actividades.
Exigieron poner fin a la violencia contra los estudiantes, luego de
que el lunes un grupo de golpeadores agredió una manifestación de
bachilleres en la explanada de Rectoría, que dejó dos estudiantes con
heridas graves y varios más con distintas lesiones.
“¡El CCH Azcapotzalco será la tumba del porrismo, la UNAM será la tumba del porrismo!”, fue el grito estudiantil que se escuchó a las tres de la tarde en Las Islas y en la explanada de Rectoría.
La hora para dar inicio a la movilización se fijó a la una de la
tarde, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Sin embargo, al
menos desde una hora antes se empezaron a congregar grupos de jóvenes
alrededor de ese plantel, en medio de goyas y consignas contra la
existencia de golpeadores en la máxima casa de estudios del país.
Poco a poco, los contingentes de las diversas escuelas y facultades
de la UNAM fueron colmando el circuito de esa zona de CU, acompañados
por alumnos solidarios de las universidades Autónoma Metropolitana y
Pedagógica Nacional, la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el
Instituto Politécnico Nacional y El Colegio de México, entre otros
centros educativos.
Aproximadamente a las 14 horas la marcha dio inicio en un ambiente
festivo. Los jóvenes parecían estar felices de comprobar su capacidad de
convocatoria, pero también se palpaba la indignación por el clima de
violencia que sufren muchos de ellos.
La policía de Ciudad de México estimó en 25 mil el número de
manifestantes, pero los organizadores indicaron que participaron entre
50 y 60 mil.
Antes de que los bloques de manifestantes comenzaran la caminata pudo
observarse que algunos jóvenes explicaban a sus compañeros que se
organizaría una comisión de seguridad con el propósito de evitar
cualquier episodio de violencia.
Otros, principalmente los alumnos de preparatorias y de planteles del
Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), con plumones escribieron sobre
los brazos su tipo de sangre o el número telefónico de algún familiar.
Una vez encaminada por los diversos circuitos de CU, la manifestación
se convirtió en una larguísima serpiente multicolor encabezada por el
contingente del CCH Azcapotzalco –uno de los que se llevó más aplausos y
reconocimiento por parte de los asistentes–, donde era posible escuchar
demandas y consignas de todo tipo.
Marchaban ahí grupos feministas que alzaban fuerte la voz para exigir
el fin de la violencia de género en la universidad y en el país, así
como contingentes de escuelas que por lo general no tienen participación
política destacada, como los de las facultades de Medicina y de
Odontología, la única que no votó por llevar a cabo el paro de labores.
En la Rectoría, alumnos del CCH Azcapotzalco leyeron un pliego
petitorio con las demandas con las cuales dieron inicio a sus
movilizaciones a finales de agosto: asignación de profesores para todos
los grupos, restauración de los murales elaborados por estudiantes y
retirados por las autoridades, y transparencia en la gestión del
plantel.
A estas exigencias han agregado la solución de las denuncias de acoso en la universidad y el fin de los grupos de porros.
Mientras el mitin central se desarrollaba frente a Rectoría, luego de
una pausa durante la cual los estudiantes consiguieron un equipo de
sonido para hacerse escuchar, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto
–quienes se identificaron como
anarquistas– bloqueó la circulación sobre la avenida de los Insurgentes.
Algunos alumnos gritaron “¡Fuera porros de la UNAM!” Luego
de momentos de tensión –durante los cuales algunos sujetos encapuchados
sacaron de sus mochilas palos, piedras, cadenas, cuchillos y picanas
eléctricas–, otros alumnos pidieron
no criminalizara quienes realizaban el bloqueo, que duró aproximadamente una hora y concluyó sin incidentes.
Los estudiantes anunciaron que este jueves celebrarán asambleas en
distintas escuelas y facultades, y para el viernes está convocada una
reunión general en la Facultad de Economía, en la cual se decidirá si
continúa el paro y las siguientes acciones del movimiento.
Foto Marco Peláez, Fernando Camacho Servín y Arturo Sánchez Jiménez
Periódico La Jornada Jueves 6 de septiembre de 2018, p. 3
No hay comentarios.:
Publicar un comentario