9/06/2018

Acabar con el porrismo en las universidades, exigen miles en CU

Marcha contra la violencia

Llaman a asambleas; el viernes deciden si continúa el paro de actividades


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▲ Miles de estudiantes se manifestaron contra el incremento de la violencia en Ciudad Universitaria y por la erradicación de los grupos porriles.

La violencia cercana, la que ocurrió frente a sus aulas y contra sus compañeros, impulsó a los estudiantes a salir y demandar el fin del porrismo en las universidades.
Decenas de miles de alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de otros centros educativos marcharon ayer en Ciudad Universitaria (CU) para exigir la desaparición de los grupos de choque en la institución, en momentos en que casi todos los planteles de la máxima casa de estudios mantienen un paro de actividades.
Exigieron poner fin a la violencia contra los estudiantes, luego de que el lunes un grupo de golpeadores agredió una manifestación de bachilleres en la explanada de Rectoría, que dejó dos estudiantes con heridas graves y varios más con distintas lesiones.
“¡El CCH Azcapotzalco será la tumba del porrismo, la UNAM será la tumba del porrismo!”, fue el grito estudiantil que se escuchó a las tres de la tarde en Las Islas y en la explanada de Rectoría.
La hora para dar inicio a la movilización se fijó a la una de la tarde, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Sin embargo, al menos desde una hora antes se empezaron a congregar grupos de jóvenes alrededor de ese plantel, en medio de goyas y consignas contra la existencia de golpeadores en la máxima casa de estudios del país.
Poco a poco, los contingentes de las diversas escuelas y facultades de la UNAM fueron colmando el circuito de esa zona de CU, acompañados por alumnos solidarios de las universidades Autónoma Metropolitana y Pedagógica Nacional, la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Politécnico Nacional y El Colegio de México, entre otros centros educativos.
Aproximadamente a las 14 horas la marcha dio inicio en un ambiente festivo. Los jóvenes parecían estar felices de comprobar su capacidad de convocatoria, pero también se palpaba la indignación por el clima de violencia que sufren muchos de ellos.
La policía de Ciudad de México estimó en 25 mil el número de manifestantes, pero los organizadores indicaron que participaron entre 50 y 60 mil.
Antes de que los bloques de manifestantes comenzaran la caminata pudo observarse que algunos jóvenes explicaban a sus compañeros que se organizaría una comisión de seguridad con el propósito de evitar cualquier episodio de violencia.
Otros, principalmente los alumnos de preparatorias y de planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), con plumones escribieron sobre los brazos su tipo de sangre o el número telefónico de algún familiar.
Una vez encaminada por los diversos circuitos de CU, la manifestación se convirtió en una larguísima serpiente multicolor encabezada por el contingente del CCH Azcapotzalco –uno de los que se llevó más aplausos y reconocimiento por parte de los asistentes–, donde era posible escuchar demandas y consignas de todo tipo.
Marchaban ahí grupos feministas que alzaban fuerte la voz para exigir el fin de la violencia de género en la universidad y en el país, así como contingentes de escuelas que por lo general no tienen participación política destacada, como los de las facultades de Medicina y de Odontología, la única que no votó por llevar a cabo el paro de labores.
En la Rectoría, alumnos del CCH Azcapotzalco leyeron un pliego petitorio con las demandas con las cuales dieron inicio a sus movilizaciones a finales de agosto: asignación de profesores para todos los grupos, restauración de los murales elaborados por estudiantes y retirados por las autoridades, y transparencia en la gestión del plantel.
A estas exigencias han agregado la solución de las denuncias de acoso en la universidad y el fin de los grupos de porros.
Mientras el mitin central se desarrollaba frente a Rectoría, luego de una pausa durante la cual los estudiantes consiguieron un equipo de sonido para hacerse escuchar, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto –quienes se identificaron como anarquistas– bloqueó la circulación sobre la avenida de los Insurgentes.
Algunos alumnos gritaron “¡Fuera porros de la UNAM!” Luego de momentos de tensión –durante los cuales algunos sujetos encapuchados sacaron de sus mochilas palos, piedras, cadenas, cuchillos y picanas eléctricas–, otros alumnos pidieron no criminalizar a quienes realizaban el bloqueo, que duró aproximadamente una hora y concluyó sin incidentes.
Los estudiantes anunciaron que este jueves celebrarán asambleas en distintas escuelas y facultades, y para el viernes está convocada una reunión general en la Facultad de Economía, en la cual se decidirá si continúa el paro y las siguientes acciones del movimiento.

Foto Marco Peláez, Fernando Camacho Servín y Arturo Sánchez Jiménez
 Periódico La Jornada Jueves 6 de septiembre de 2018, p. 3

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