9/08/2018

Madres de víctimas de feminicidio exigen a AMLO respuestas sobre violencia de género


Le dan ultimátum para reunión



“Señor presidente, no sea indiferente, matan a las mujeres en la cara de la gente” es la consigna que esta mañana corearon las madres de víctimas de feminicidio en México al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, afuera de su casa de transición.
Antes de las siete de la mañana se conformó una fila de mujeres a las puertas de la casa de López Obrador quien después de las elecciones del primero de julio que le dieron el triunfo, ha recibido en ese lugar a diario a personas y colectivos que se acercan al inmueble ubicado en la colonia Roma con demandas al gobierno entrante, lo que es una manifestación del descontento social que hay en el país.
Mientras las madres congregadas esta mañana esperaban pacientes ser atendidas, o tenían la esperanza de acercarse a López Obrador, de pronto irrumpió en la calle el grito de “¡Ni una asesinada más!”, las mujeres anunciaron su presencia en medio de docenas de hombres extrabajadores de la empresa automovilística Daimler Chrysler, quienes desde temprano también se plantaron con dos pancartas gigantes en demanda de servicios de atención médica.
Las consignas de víctimas y defensoras que integran el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) resonaron aún más fuerte “¡justicia, justicia, justicia!”. Al verlas, los extrabajadores pronto se aglutinaron, y como si se tratara de una competencia gritaron “¡corrupción, corrupción, corrupción!”, pero sus reclamos durarían unos segundos frente a las demandas de las madres cuyas hijas fueron asesinadas.
Los hombres tuvieron que replegarse al fondo y las madres de víctimas transitaron hasta la entrada de las casa, ellos pasaron toda la mañana indiferentes a las demandas de las mujeres.
Con los medios de comunicación atiborrados pues se han situado en la casa de transición por las expectativas que genera el gobierno de AMLO, Irinea Buendía Cortés, madre de Mariana Lima Buendía asesinada en el Estado de México en 2010, leyó el pliego de peticiones que tienen las víctimas de feminicidio para el presidente electo: quieren se les dé a conocer la estrategia de gobierno que tiene para atender los asesinatos de mujeres, si no existe, que se siente con ellas y las organizaciones civiles expertas como el OCNF para construirlo; exigen asimismo la depuración del personal de las Fiscalías de Justicia, pues éstas son la principal traba para que las mujeres y sus familias accedan a la justicia.
Demandan a AMLO que se pronuncie sobre la asignación de las presidentas de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), los dos organismos rectores de la política de género en el país. Su consigna es contundente, desean conocer qué lugar ocupa más del 50 por ciento de población que representan las mexicanas en la agenda del Gobierno, o en lo que AMLO llama “la cuarta transformación”.
Las madres de víctimas de feminicidio acompañadas por el OCNF, una organización con 14 años de experticia en tema, explicaron en la manifestación que han intentado acercarse al equipo de trabajo de Obrador por diversos medios. Primero intentaron con quien ellas consideraban una aliada, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, pero no respondió a una carta que le enviaron. Ahora se dirigen directo al presidente, quien ha dejado a las mujeres fuera de su discurso, recordaron.
Los “Foros Escucha” que organizó AMLO para marcar la ruta de “pacificación del país” con las familias de las víctimas de la violencia arrancaron en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el epicentro de los asesinatos de mujeres en los años noventa. Ahí donde se les nombró por primera vez “feminicidio” y las madres comenzaron a clamar justicia para sus hijas asesinadas o desaparecidas, el presidente no dijo ninguna palabra sobre el problema.
Todo lo opuesto, Obrador pidió a las víctimas otorgar el “perdón” pero la respuesta de las madres y padres fue un retundo “no”, su demanda siempre es clara, quieren verdad y justicia, y nuevamente se lo recuerdan esta mañana que las madres se manifestaron “¡Ni perdón, ni olvido, a los asesinos”!, gritaron.
Norma Ledezma, fundadora en 2002 la organización “Justicia para Nuestras Hijas” en Ciudad Juárez, contó su experiencia en este foro. “Para el gobierno de Obrador no hay diferencia del feminicidio con otros crímenes, son colocadas en el mismo saco de víctimas (entre desaparecidos, víctimas del narcotráfico, desplazados), no se entiende que las mujeres enfrentan una violencia específica, a ellas se les asesina simplemente por su género”, dijo.
Finalmente salió Leticia Ramírez Anaya, la designada para atender a las y los ciudadanos que tocan las puertas del inmueble ubicado en la calle Chihuahua 216, por alguna inconformidad o solicitud que tengan al presidente. Amable, invita a un grupo de ellas a ingresar a la casa para que tome nota de sus denuncias. Entró la coordinadora general del Observatorio del Feminicidio, María de la Luz Estrada y otras tres madres de víctimas de feminicidio, para que de viva voz conozca las omisiones y negligencias que enfrentan para alcanzar la justicia.
Sin embargo, la reunión terminó pronto, Leticia Ramírez, como su cargo lo indica “Atención Ciudadana”, únicamente tiene la facultad de escuchar a quienes se acercan a la casa, en un país azotado por la violencia cualquier tipo de demanda se hace. Aunque por ser mujer, Ramírez Anaya se dijo comprometida “con la causa de las mujeres”, no puede darles a las defensoras y madres lo que desean, una fecha de reunión concreta con el presidente. Se sienten en incertidumbre y zozobra declaró a los medios la defensora María de la Luz Estrada.
Pero la desesperanza de las víctimas y defensoras se esfumó momentáneamente cuando la seguridad que resguarda la casa les pidió no obstruir la entrada porque López Obrador venía en camino. Organizadas formaron una hilera tratando que sus pancartas fueran visibles. Enfrente estaban la madre de Nadia Muciño, de María Sun Borrego, Lesvy Berlín Rivera, Fernanda Catalina Rico, Mariana Lima, todos casos emblemáticos del feminicidio en México.
“¡Queremos reunión con López Obrador! ¡Queremos reunión con López Obrador!” gritaron con ánimo ante la noticia. En cada automóvil que circulaba por la calle prestaban atención, pensando que el próximo podía ser el presidente electo. Sin embargo, transcurrió el tiempo y la desesperanza regresó, finalmente lo intuyen: nadie iba aparecer.
Las integrantes del Observatorio del Feminicidio integrado por organizaciones de 22 estados y las madres de víctimas se marcharon, no sin antes darle un ultimátum a Obrador: que les responda a lo largo del día sus peticiones y acuerde una reunión con ellas.
La señora Irinea Buendía aprovechó la presencia de los medios para enviarle un mensaje al presidente, dijo que le da el beneficio de la duda pues “ha viajado por todo el país y conoce nuestra situación”. Otras, como Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín asesinada en 2017 en la Ciudad de México, le recuerda a Obrador que un gabinete paritario, un Congreso de la Unión paritario, no garantiza a las mujeres un cambio en la violencia cotidiana que enfrentan en las calles, de sus parejas, en sus trabajos o centros de estudios. Las mujeres no quieren otro presidente omiso a la violencia que viven, le dice a través de la cámaras y micrófonos.
Legalmente a estas mujeres no les hace falta nada, han luchado para contar con un andamiaje que les permita acceder a la justicia: el feminicidio está tipificado en las 32 entidades federativas, se cuenta con protocolos especializados para investigar los asesinatos violentos de mujeres, así como sus desapariciones, la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el caso Mariana Lima estipuló que todo asesinato violento de una mujer debe investigarse como feminicidio, hay múltiples instancias para atender la violencia contra las mujeres (institutos de las mujeres estatales, centros de justicia) e incluso fiscalías especializadas en feminicidio.
No obstante conocen bien lo que les falta: voluntad política, una Fiscalía de Justicia que funcione e investigue con debida diligencia los asesinatos de mujeres hasta llegar a la justicia. Que la indiferencia a esta problemática se rompa.
A meses de asumir la presidencia la magnitud del reto que enfrenta AMLO ante el feminicidio es de siete mujeres asesinadas diariamente, según datos de ONUMujeres. El OCNF cuenta 9 mil desaparecidas de 2007 a 2018, por eso ellas se preguntan ¿las mujeres están en incluidas en la cuarta transformación?

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

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