Enrique Calderón Alzati
La cancelación de la actual
reforma educativa constituye una decisión sabia y necesaria del próximo
presidente, quien ha decidido realizar una consulta nacional a los
maestros, investigadores de la educación y padres de familia, para tomar
las propuestas idóneas y con los mayores consensos para satisfacer las
necesidades educativas nacionales, integrarlas en el nuevo plan de
gobierno, el cual habrá de tener diferenciados para la educación
prescolar, primaria, secundaria y bachillerato, así como para la
educación superior.
El solo hecho de construir un plan de acción y un programa que
permita incorporarlas a lo largo de los seis años de gobierno constituye
un acto democrático inédito, como meta a lograr desde ahora. El tema de
las evaluaciones será sin duda uno de los más discutidos, con una
oposición decidida y explicable por parte de los maestros, a partir del
abuso que se hizo de este instrumento, presentando al magisterio como
único responsable de una supuesta crisis educativa, que no era tal y que
terminó siéndolo, como efecto directo de las evaluaciones punitivas que
tanto enojo causaron entre el magisterio y la sociedad.
En este contexto, las evaluaciones son hoy más necesarias que nunca,
no para evaluar a maestros o estudiantes, sino para dar seguimiento al
propio sistema educativo, con la finalidad de valorar tanto el desempeño
del sistema en su conjunto y las diferentes regiones de nuestro país,
como los efectos que tengan las diferentes propuestas que se habrán de
instrumentar a partir de la consulta. Utilizar por ahora la metodología
de las evaluaciones conocidas como Enlace, con el fin específico de dar
seguimiento a los diferentes programas educativos que se realicen,
constituye la mejor opción disponible.
Se ha afirmado de tiempo atrás que las pruebas Enlace tienen defectos
tanto pedagógicos como de instrumentación, sin embargo se trata, sin
duda, del mejor instrumento con el que por ahora cuenta el país, además
de que representa la ventaja de permitirnos comparar el estado actual de
la educación, con el existente entre 2009 y 2012, dándonos oportunidad
de recordar las estrategias que se utilizaron para mejorar la educación
en aquellos años y partir así con una experiencia sólida para recuperar
el tiempo perdido y el retroceso sufrido durante el sexenio actual.
Es cierto que las pruebas Enlace requieren mejoras, pero constituyen
un gran avance cuyo desarrollo tuvo un enorme costo para el país y tal
como sucede con todos los adelantos tecnológicos, es mejor empezar con
lo que se tiene, que ignorándolo para empezar de cero. Los problemas que
enfrenta la educación son muchos e importantes, esperando que todos
ellos puedan ser discutidos durante a la consulta por realizarse. Cuando
uno observa los resultados de las pruebas de Enlace (2009-2013) es
fácil percatarse de dos problemas diferentes: El primero de ellos es el
relacionado con las matemáticas, problema que se agrava en la medida que
los estudiantes avanzan de grado, convirtiéndose en un obstáculo
realmente serio cuando llegan al bachillerato, sin embargo el avance que
los estudiantes tuvieron en el desempeño escolar entre 2009 y 2013 en
la mayor parte del país, es un hecho que no debiera pasar desapercibido,
en virtud de que nos indica que el camino que se estaba siguiendo era
el más apropiado, además de señalar con bastante claridad las regiones
que no mostraban mayores avances, por la decidía y corrupción de sus
autoridades locales. El segundo, se refiere al lenguaje, que sin
presentar una problemática grave, no mostraba mejoría alguna; los
resultados de Enlace muestran con bastante claridad que la SEP no
contaba con una metodología, ni con una estrategia para mejorar el nivel
de comprensión de los textos, mientras los inconvenientes de redacción y
desconocimiento de la gramática eran aspectos ni siquiera incluidos en
las pruebas, por lo cual es importante que los temas relacionados con
comprensión de la lectura y la composición de textos, sean incluidos en
las mesas de discusión de la consulta.
Relacionado con el lenguaje, el funcionamiento del cerebro en los
procesos de aprendizaje debe ser otro de los temas a tratar durante los
foros, en la medida que los avances y descubrimientos recientes que se
han dado en este campo, han comenzado a impactar la educación en otros
países. Otro tema igualmente importante para su discusión, es el
relacionado con la privatización de la educación, no para decidir si se
sigue impulsando esa idea contraria a la esencia de nuestra
Constitución, sino para asegurar que nunca más se pretenda imponer con
subterfugios y engaños, como los cometidos hasta ahora. Tal discusión
deberá incluir por ello la utilización de nuevos esquemas de
financiamiento, que aseguren el crecimiento de los recursos necesarios
para lograr condiciones de equidad para las escuelas de las regiones
rurales e indígenas, así como de las zonas urbanas marginadas, sin que
ello ponga en riesgo la instrumentación del nuevo proyecto educativo.
Por otra parte, quiero llamar la atención sobre un tema que fue
atendido por algunos de los gobiernos anteriores y que hoy debiera ser
otro de los temas a discusión: la dotación y el mantenimiento de los
equipos de cómputo para las escuelas, con la finalidad de modernizar la
educación mediante su utilización como instrumentos de aprendizaje de
las matemáticas y la ciencia desde los primeros grados de la vida
escolar, y que hoy han dejado de operar por problemas de mantenimiento,
de refacciones y de obsolescencia. Habiendo pasado ya los tiempos
electorales estaré dedicando mis próximos artículos a la educación, tema
al que he dedicado la mayor parte de mi existencia.
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