9/15/2020

La rectoría de la UNAM, no escoge sexo, el poder ha decidido siempre por incondicionalidad


Pedro Echeverría V.

1. Mientras exista el capitalismo la escolaridad general y universitaria estará al servicio de una minoría, de los que más recursos poseen. Una buena educación no depende –ni mínimamente- de los sexos sino de un sistema de igualdad económica, política y de derechos. Sea hombre o mujer, no puede haber funcionario que se salga de la estructura trazada por la clase dominante. En el capitalismo se educa para fortalecer y mantener la dominación de una minoría.

2. He leído hoy a mi admirada escritora Elena Poniatowska. Parece estar pensando en que la UNAM está preparada para tener –por primera vez- una mujer en la rectoría. Olvida la escritora que, con excepción de “cierto liberalismo” del mismo González Casanova que aprovechó los primeros años de agitación del gobierno de Echeverría Álvarez, todos los rectores han sido del PRI y la derecha. Ha sido siempre un pequeño grupo de Académicos-políticos los que los han designado.

3. La UNAM elige a su rector cada cuatro años, aunque muchos de ellos se han reelecto para completar ocho años. Encargada de designarlos ha sido la Junta de Gobierno, integrada por 15 académicos votados en el Consejo Universitario. Cuando se designa un Director de Facultad, Escuela o Instituto, previamente el Rector propone una terna a la JG, de la cual, gana quien obtiene un mínimo de ocho votos-. Para designar Rector, no hay terna, pues no hay quien la proponga, y el mínimo de votos en la JG debe ser 10 de 15.

4. ¿De dónde sale la propuesta para rector de la UNAM en el sistema presidencialista mexicano? Obviamente entre quienes rodean al presidente, como siempre sucede con todos los cargos importantes. Así que ningún rector ha sido escogido entre los más sabios, los más honrados o los más bondadosos, sino entre los que se mueven mejor en la estructura de poder. Además se han mantenido en el poder hasta que sus políticas “académicas” no entran en contradicción con quien tiene el máximo poder.

5. Fui profesor del CCH-UNAM unos 12 o 13 años (1972-85), además de directivo sindical de profesores (SPAUNAM); lo importante es que he sido estudioso de su historia. Por lo menos conocí -esta enorme institución de alrededor de 350 mil estudiantes, más de 20 mil profesores y parecida cantidad de empleados- directamente desde la rectoría de González Casanova en 1970 y alrededor de sus movimientos estudiantiles de 1986 y 1999 que observé de cerca.

6. Así que la siempre amable y bondadosa escritora Poniatowska ahora dejo´ influenciarse por el feminismo; quizá porque López Obrador tiene a muchas mujeres en su gabinete. Por ello repito que no es un problema de hombres o de mujeres; es de un sistema social capitalista que ha bloqueado los planes y programas educativos para ponerlos a servicio de las minorías. La educación, como los empleos y los salarios, funciona como un colador que sólo beneficia a las minorías. (13/IX/20)



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