La caída de la vacuna británica de AztraZeneca deja el paso libre a las vacuunas rusas y chinas
▲ La vacuna rusa –llamada Sputnik V, en honor al satélite de la era soviética– entre las que encabezan el ranking para enfrentar el Covid-19 .Foto Afp
La vacuna británica AstraZeneca tuvo un fuerte
tropiezo en la fase 3 cuando ya había mostrado su fracaso con los monos y
ahora fue “atrapada entre sus iatrogenias y sus juegos bursátiles (https://bit.ly/32nW03Y)”, además de que coloca en la picota la complicidad de la OMS y los engaños de sus rankings.
Hoy los primeros sitiales globales los ocupan la vacuna rusa Sputnik V
y la china de CanSino. Ahora Rusia y China ostentan más vacunas en sus
arsenales, varias de las cuales se han experimentado con sus militares
(sic).
A propósito, la vacuna Sputnik V ya existía desde la década de los 80 en la URSS –¿Para contrarrestar una guerra con
armas biológicas?–, cuando lo único que hizo fue
reutilizar una técnica existente con una ligera modificación, lo cual explica el éxito de su rapidez, se-gún el escritor e ingeniero ruso-estaduniden-se Dmitry Orlov (https://bit.ly/33bYrFS).
La OMS aún no se repone de su ominosa colusión con la controvertida
Fundación Bill & Melinda Gates –en el tema de sus vacunas contra la
polio que resultaron nocivas en África/India/Irán/Pakistán/Afganistán (https://bit.ly/3itssHO)– y mantiene obcecadamente en el
primer lugarde su polémico ranking (del 9 de septiembre) a la británica de AstraZeneca, pese a su estrepitoso fracaso (https://bit.ly/2RjjfFW).
La vapuleada taxonomía de la OMS coloca a cuatro vacunas chinas entre
los 10 primeros sitios: CanSino (segundo), Sinovac (quinto), Wuhan
Institute of Biological Products/Sinopharm (sexto) y Beijing Institute
of Biological Products/Sinopharm (séptimo).
Por arte de magia aparece ahora en un cuestionado tercer lugar –en
realidad, sería el primero, empatado con Cansino– la vacuna rusa Sputnik
V, del Instituto Gamaleya.
Del lado estadunidense aparecen cuatro vacunas: Johnson& Johnson
(cuarto lugar), Moderna (octavo) –de la que es accionista el zar de las
vacunas Anthony Fauci (AF)– BioNTech/FosunPharma/Pfizer (noveno) y
Novavax (décimo).
Por cierto, la exageradamente publicitada vacuna Inovio, del polémico Bill Gates, ha quedado muy rezagada (en el lugar 15).
Hoy la mayoría apabullante de las 10 primeras vacunas en su fase
final son chinas (cuatro), estadunidenses (cuatro), una rusa, y una más
británica, de AstraZeneca, con calzador de la OMS.
Ahora resulta y resalta que la ditirámbica
vacuna electoreraque tenía planeado lanzar antes de la elección presidencial del 3 de noviembre la Food and Drug Administration y los CDC era nada menos que la hoy hibernada británica de AstraZeneca, según revelaciones del Financial Times (24/8/20).
El infectólogo AF ve muy improbable que una de las nueve (sic)
vacunas finalistas se encuentre disponible a finales de octubre y llamó
poderosamente la atención que haya llegado a confesar que estaba
dispuesto a aceptar una vacuna que “sea mínimamente 70 por ciento
(¡mega-súper-sic!) efectiva (https://washex.am/2FsvQUE)”. ¿Por qué tanta prisa?
Luego, AF aseveró que en caso de que
una vacuna fuese aprobada a finales de 2020 o a inicios de 2021 (sic), tomaría todavía un año (sic) más para que sus desarrolladores la manufacturen y así distribuyan un par de 100 millones de dosis, suficientes para inmunizar a la mayoría de la población de EU.
Destaca que dentro de la
guerra nacionalista de vacunasy su corolario de
juegos bursátiles, vayan en paralelo las
guerras de propaganda mercadológica, como es el caso de The Wall Street Journal que “fustiga a China por inocular centenas de miles (sic) de vacunas experimentales (sic) contra el Covid-19 fuera de los ensayos clínicos, pese a sus peligros (https://on.wsj.com/3ihQs0h)”.
Al WSJ le enfada que tres empresas farmacéuticas chinas, que
aún se hallan en la fase 3, hayan iniciado la inoculación experimental
fuera de los cánones rigurosos (sic) de la polémica OMS, en particular,
con sus militares (sic).
WSJ critica que
China y Rusia parecen ansiosos de iniciar el uso de sus vacunas domésticas, en búsqueda de reiniciar sus economías y exclamar una victoria global de relaciones publicas.
Los primeros sitiales de Rusia y China tienen a Estados Unidos contra la pared.
Facebook: AlfredoJalife
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