Se lanzará protocolo internacional; acude Valentina Rosendo
A fin de encontrar soluciones globales contra el uso de la violación sexual de niñas y mujeres como arma de guerra, del 10 al 13 de junio se realiza en Londres, Inglaterra, la primera Cumbre Mundial para la Prevención de la Violencia Sexual en Zonas de Conflicto.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- Con la presencia de 140 países, así como representantes de la sociedad civil y víctimas de ese delito, la Cumbre es resultado de la “Declaración para terminar con la violencia sexual en zonas de conflicto”, signada por los Estados miembro de la ONU en septiembre de 2013.
El evento responde a recientes hechos de violencia contra mujeres y niñas, como el secuestro de 200 menores de edad nigerianas por la organización islamista Boko Haram (que ayer secuestró a otras 20 mujeres en el país africano), así como la violación y estrangulamiento de dos niñas en la India.
Durante los cuatro días de la Cumbre, las y los delegados tendrán discusiones de alto nivel para que gobiernos y grupos civiles exploren estrategias para prevenir, atender y castigar la violencia sexual.
Los ejes de las discusiones son la investigación y documentación de episodios de violencia sexual durante conflictos armados; la asistencia y reparación del daño a las víctimas; la respuesta equitativa de los sistemas de seguridad y de justicia, y la coordinación estratégica internacional.
Durante la Cumbre –presidida por el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague, y la enviada especial de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Angelina Jolie–, se lanzará un Protocolo Internacional para la Documentación e Investigación de la Violencia Sexual en Zonas de Conflicto.
En los debates se dará especial énfasis a la necesidad de reconocer y proteger la labor de las personas defensoras de Derechos Humanos (DH), que combaten la violencia sexual en zonas de conflicto.
La Organización Mundial de la Salud catalogó la violación sexual en medio de conflictos armados como una “epidemia”, debido a la dimensión que alcanzaron los delitos.
Las cifras recopiladas por diferentes instancias internacionales y organizaciones civiles, como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch, evidencian que los cuerpos de las mujeres son “la continuación de un campo de batalla”, pues además de aterroriza a la población es utilizada para “depurar étnicamente” a las personas.
Por ejemplo, se estima que más de 10 mil mujeres fueron violadas en la década del 90 en Bosnia-Herzegovina. Mientras que las violaciones durante el genocidio de Ruanda ascienden a miles, y más de 250 mil mujeres fueron víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo.
En abril pasado, al presentar su reporte anual “Violencia sexual en conflictos armados”, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió la cooperación y ayuda internacional para detener este flagelo que inflige un gran sufrimiento a quienes lo padecen, y que al mismo tiempo destruye familias y comunidades.
Señaló que “es un abuso grave de los DH y tan destructivo como cualquier bomba y bala”.
En tanto, en representación de la sociedad civil mexicana acuden a la Cumbre el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), cuya coordinadora, Luz Estela Castro, agradeció en un comunicado la invitación que le hizo AI, y consideró la reunión como una oportunidad para llamar a la protección integral de las defensoras de DH de las mujeres, que realizan su labor en total indefensión.
Una de las sobrevivientes de tortura sexual que fue invitada a la Cumbre es Valentina Rosendo Cantú, indígena del estado de Guerrero que fue violentada por militares en 2002, y quien lleva 12 años resistiendo en su reclamo de justicia.
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