Deben cambiar patrones socioculturales: Alda Facio
Aunque
la Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Convención Belém do Pará) ha derivado en
logros sustanciales para las mujeres –como la creación de leyes o
centros de atención a víctimas– los derechos femeninos aún no son
prioritarios, su trabajo sigue sin valorarse y persiste una idea de
dominio sobre su cuerpo.
De acuerdo con Alda Facio Montejo, jurista feminista y experta en temas de género y derecho, a veinte años de la aprobación de la Convención Belém do Pará su aplicación en el mundo es discrecional porque persisten los roles de género y el trabajo de las mujeres es menos valorado que el de los varones.
Así lo sostuvo la también integrante del Grupo de Trabajo sobre el tema de discriminación contra las mujeres en la Ley y la Práctica, al inaugurar el “Seminario-Taller Convención Belém do Pará a veinte años”, que se lleva a cabo en la Cámara de Diputados desde ayer y hasta el próximo miércoles.
De acuerdo con la costarricense uno de los puntos de la Convención con más desafíos pendientes y que requiere urgente cumplimiento es la modificación de los patrones socioculturales que definen los roles de género, toda vez que al no modificarlos se perpetúa la discriminación y la violencia de género.
Facio Montejo sostuvo que a pesar de logros como el reconocimiento de la violencia sexual como tortura, la existencia de al menos un centro de atención a víctimas en todos los países americanos y las diversas reformas legislativas, el trabajo de las mujeres continúa siendo menos valorado que el de los varones y persiste la idea del dominio sobre su cuerpo.
Al impartir su conferencia, explicó a activistas, legisladores y funcionarios públicos que hace veinte años los Estados acordaron definir la violencia de género lo que ofreció un manto protector a la vida y seguridad de todas las mujeres porque el cumplimiento de estos principios es obligación de todos los integrantes del Estado.
Ante ello lamentó que actualmente muchos jueces y Ministerios Públicos desconozcan la existencia de dicho acuerdo y además que cuando lo conocen decidan aplicarlo a discreción, es decir, que la apliquen de acuerdo con sus criterios “y hasta sus gustos y creencias” y no lo utilicen como una herramienta para respetar los Derechos Humanos.
Sobre este tema, dijo que hace algunos años, cuando participó en un curso similar con impartidores de justicia mexicanos se percató de que ninguno de los asistentes había incorporado la Convención en sus resoluciones y que incluso algunos desconocían que existiera.
El encuentro en la Cámara de Diputados tiene el objetivo de difundir las obligaciones que los Estados tienen en el cumplimiento y garantía de los derechos de las mujeres, así como el reconocimiento de que esta y otras convenciones son un instrumento para lograr el adecuado acceso a la justicia.
El Seminario también fue organizado por la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, el Instituto Nacional de las Mujeres y ONU Mujeres.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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