1.
La economía mexicana –publicó el miércoles 11 La Jornada- se encuentra
en una fuerte desaceleración. Así calificó el momento el Banco Mundial
(BM), en reporte publicado el martes. El organismo pronosticó que el
producto interno bruto (PIB) -la medida más amplia del desempeño de la
actividad- crecerá 2.3 por ciento este año, menos de la previsión de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ya revisada a la baja
el mes pasado, de 2.7 por ciento. Si a gobiernos y funcionarios en
todos los tiempos nunca se les ha tenido confianza, ahora el presidente
y el secretario de Hacienda han caído en el mayor descrédito por decir
y jurar que “vamos bien” y a los pocos días reconocer que vamos mal.
2. ¿Creen acaso que se puede “tapar el sol con un dedo” después de más
de 34 años de mantener una economía que va en picada, que se refleja
claramente en la desesperación de nuestro pueblo por conseguir un
sustento para vivir? Carajo, si la economía está muy mal y empeora cada
día se debe informar a la población de esa realidad y tomar las medidas
necesarias; sin embargo a la clase dominante les parece mejor tener
engañado al pueblo para frenar cualquier enojo o protesta. Pero también
–es lo más importante- evitar algún disgusto con la gran burguesía que
exige mayor estabilidad y confianza. ¿Resistirían los ricos reclamos
del pueblo que exige mayores salarios e igualdad?
3. El
desplome de la economía mexicana se inició con la estrepitosa caída de
los precios del petróleo a finales del gobierno de López Portillo que
coincidió con el ascenso de la Thatcher al gobierno de Inglaterra en
1979 y el arribo de Reagan a la Presidencia de los EEUU dos años
después. Son los años que iniciaron la imposición en la economía
mundial el profundo proceso de privatización y globalización conocido
como neoliberalismo. La realidad es que no se puede hablar de un año
preciso porque ese modelo, que puede estar en su 40 aniversario, al
parecer se inició con el derrocamiento de Allende en Chile con la
asesoría de Nixon, Kissinger y los economistas de Hayek.
4.
Desde entonces en cada sexenio en México –siguiendo el neoliberalismo
que hace más millonarios y poderosos a los ricos y más miserables a 90
millones (de los 115 millones de habitantes)- el crecimiento de la
economía es menor provocando cada año más desempleo, salarios mucho más
precarios, hambre, extensión del trabajo informal, crecimiento de la
llamada “delincuencia” y un proceso imparable de migración de
desempleados a los EEUU y otros lugares del mundo. Lo más grave es que
no es una crisis económica pasajera que afecta sólo a México; ¿puede
silenciarse que es una gran crisis “globalizada” que ha penetrado en
todos los países del mundo que lleva ya más de 30 años?
5.
¿Por qué no explicar con claridad que analistas internacionales han
señalado que siguiendo al “mundo globalizado” los países en desarrollo
de América del Norte y América Central son también víctimas de una
fuerte desaceleración encabezada por México, en medio de una menor
demanda global y una recesión en el sector de la construcción? ¿Por qué
no decir que la menor actividad industrial en Estados Unidos, destino
de ocho de cada 10 dólares de las exportaciones mexicanas (el sector
externo aporta un tercio del PIB del país), y el aumento de los
impuestos, que redujo el gasto privado, fueron citados por el organismo
como razones de la baja actividad económica en el país?
6.
¿No se recuerda acaso que al inicio de este año la SHCP anticipaba un
crecimiento del PIB de 3.9 por ciento para 2014, que en mayo pasado,
después de conocido el desempeño durante el primer trimestre, ajustó el
pronóstico a 2.7y que el Banco de México lo calcula en un rango de 2.3
a 3.3 por ciento? De aquí el análisis que sigue: “El crecimiento de
América Latina y el Caribe se desaceleró a 1.4 por ciento en el cuarto
trimestre de 2013 y disminuyó todavía más, a 0.9, en el primero de 2014
(en ambos casos, respecto del trimestre previo), como reflejo de la
débil actividad en Brasil, Perú y México, en medio de un alza de
impuestos en México y un entorno más complejo para las exportaciones,
expuso el Banco Mundial”.
7. En los años que van de 1954
hasta 1970 se habló en el mundo del “milagro mexicano” porque en los
sexenios de Ruiz Cortines, López Mateos y Díaz Ordaz (1952-70) México
logró tasas de crecimiento de más de 6 por ciento (6.1 y 6.3)
conociéndose este periodo como “desarrollo estabilizador”. Sin embargo
ese gran “progreso económico” –como siempre- sólo benefició a los más
ricos y la población -que sólo era de 25 millones en 1950, de 34 en
1960 y de 48 millones en 1970- permaneció en la pobreza y la miseria
haciendo sacrificios “para beneficiar a México”. Por ello el gobierno
de Echeverría Álvarez (1970-76) habló de “desarrollo compartido” con el
fin de “reconquistar” al pueblo.
8. El gobierno de Echeverría
(LEA) con sus frases de “arriba y adelante”, “nacionalismo
revolucionario” y “apertura democrática” llevó la inflación monetaria a
21.4 por ciento y a la devaluación del peso respecto al dólar: de 12.50
(desde 1954) a 21 pesos por dólar en 1976. Por el gasto público social
logró el crecimiento económico de 6.0 por ciento. Sin embargo en 1973
fue asesinado el presidente chileno Salvador Allende, que meses antes
había estado en visita a México. ¿Puede olvidarse que desde 1971 en
México se vivía entonces la guerra sucia que el gobierno había desatado
contra los jóvenes que militábamos en organismos de oposición radical,
asesinado particularmente a lo integrantes de la guerrilla urbana?
9. López Portillo, presidente (1976-82) continuó con la política de
despilfarro construyendo plazas y creando empleos; pensaba que los
nuevos yacimientos petroleros descubiertos a principios en 1977, así
como los altos precios del crudo le permitían un alto nivel de gasto
público y endeudó fuertemente al país. Con la enorme deuda el PIB
decreció 0.5 por ciento en 1982 y 3.5 por ciento en 1983. La inflación
promedio que se registro de 1977 a 1982 fue de 35.7 por ciento. En 1982
López Portillo nacionalizó la banca de manos privadas con el grito de
“ya no nos saquearán”. Los años 1981-82-83 son importantes: la
burguesía privada demostró que ya tenía la capacidad para adueñarse del
gobierno mediante la privatización de todo. Y así fue.
10.
Miguel de la Madrid (1982-1988) dijo textualmente siendo candidato
presidencial que “el Estado tendrá que devolverle todo le que le ha
quitado a la sociedad” (que para él eran los grandes burgueses de la
iniciativa privada) Con ello empezaría a cambiar radicalmente el modelo
económico de México. La inflación en 1982 era de 98.9 por ciento, el
crecimiento económico era negativo, la deuda pública era muy elevada y
no se tenía acceso al crédito externo porque se dejó de pagar la deuda
externa. Se buscó disminuir el déficit fiscal y renegociar la deuda.
Los precios del petróleo se desplomaron, la mezcla mexicana de
exportación pasó de 24.6 dólares por barril en noviembre de 1985 a 8.6
en julio de 1986. Las exportaciones petroleras cayeron de 14,767
millones de dólares en 1985 a 6,307 en 1986.
11. De la Madrid
se montó en el neoliberalismo privatizador. Se vendieron muchas
empresas públicas; México se entregó en 1985 al GATT (que después se
convirtió en la Organización Mundial de Comercio) y redujo sus barreras
al comercio exterior. Además, se empezó un proceso de desregulación de
la economía. El gobierno tenía participación en 1,155 empresas en 1982
(las llamadas “paraestatales”) cinco años después la cifra se redujo a
617. En 1993, el sector público conservaba sólo 258 empresas. En 1982
el 100 por ciento de las importaciones requerían un permiso previo, en
1993 sólo el 5 por ciento lo requería. Al final del sexenio, en 1987,
el crecimiento económico volvió a ser negativo y la inflación repuntó
de 63.7 por ciento en 1985 a 105.8 por ciento en 1986.
12.
Salinas de Gortari (1988-1994) fue el más privatizador, neoliberal y
pro imperialista de todos los presidentes. Continuó con la
privatización de empresas públicas, la apertura al comercio exterior y
la desregulación. En 1994 puso a funcionar el Tratado de Libre Comercio
(TLC) firmado con EEUU y Canadá. Abrió a estos países sectores que
estaban restringidos a mexicanos o al Estado y los bancos fueron
vendidos de regreso al sector privado. Logró bajar al inflación de
159.2 por ciento en 1987 a 51.7 por ciento en 1988 por medio de una
política heterodoxa conocida como "Pacto". Por medio del Pacto los
empresarios, los sindicatos y el gobierno negociaron menores aumentos
en precios, salarios y tarifas públicas para combatir la inflación. El
crecimiento promedio fue de 3.9 por ciento.
13. En la
presidencia de Zedillo Ponce de León (1994-2000) se presentó otra gran
crisis de fin de sexenio. El PIB disminuyó 6.2 por ciento en 1995 y la
inflación llegó a 52 por ciento al final del mismo año. En diciembre de
1994 se inició la crisis cuando el gobierno de Zedillo se vio obligado
a devaluar el peso. La devaluación de 1995 representó la quiebra de los
bancos y de muchas empresas. El debacle fue muy profundo, pero en 1996
se alcanzó un crecimiento económico de 5.1 por ciento. (El Fobaproa
creado en 1990 es sustituido por el IPAB ocho años después) La
situación económica mejoró, Zedillo se planteó como meta que no hubiera
otra crisis de fin de sexenio. El crecimiento de la economía de 1995 a
2000 fue, en promedio, 3.5 por ciento y la inflación fe 22.5 por ciento
en el mismo lapso.
14. Vicente Fox Quesada (2000-2006)
mantuvo el modelo económico heredado de Salinas y Zedillo. En 2001 el
PIB presentó una caída de 0.1 por ciento, pero no se puede hablar de
una nueva crisis sexenal porque se mantuvo la estabilidad en los demás
indicadores económicos como, por ejemplo, la inflación y el tipo de
cambio. En 2006, al concluir el sexenio del presidente Vicente Fox, el
valor total del PIB de México ascendió a 8 billones 765 mil 947.4
millones de pesos y ahora al término de la administración del
presidente Felipe Calderón la economía mexicana tiene un valor de 9
billones 634 mil 719.1 millones de pesos, lo que representa apenas 9.9
por ciento superior en términos nominales a la del sexenio pasado,
ambas administraciones emanadas del Partido Acción Nacional (PAN).
15. Durante el sexenio de Calderón Hinojosa (2006-12), el crecimiento
promedio anual del producto interno bruto (PIB) fue de apenas 1.66 por
ciento, el más bajo en los pasados 24 años , según señalan estadísticas
oficiales. Esto quiere decir que el crecimiento de la economía ha ido
en picada sean gobiernos del PRI o del PAN. Tan funesto uno como el
otro. Pero lo más grave es que el pueblo –no solo no los repudia por
sus robos y asesinatos- sino que sigue votando por sus verdugos. Yo no
podría decir que son unos idiotas o imbéciles por seguir la propagada
radio-televisiva. Lo único que diría es que son “pobrecitos” por
soportar esa tremenda carga sobre sus hombros durante siglos. Pero
también los que nos decimos izquierdistas conscientes no hemos podido
construir junto al pueblo un programa alternativo de lucha.
16. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cuando se
instrumentó la apertura comercial con la firma del Tratado de Libre
Comercio con América del Norte, la economía mexicana registró un
crecimiento promedio anual de 3.17 por ciento; en la administración del
ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), periodo en que
la economía experimentó la recesión de 1995, el PIB avanzó a una tasa
promedio por año de 2.94 por ciento; el gobierno siguiente, encabezado
por Vicente Fox (2000- 2006), el crecimiento promedio de la economía
fue de 2.43 por ciento al año. Con Calderón apenas del 1.66 y parece
que con Peña Nieto la economía empeorará. ¿Cuándo despertará la
población?
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