6/09/2014

Telecomunicaciones y Futbol



Javier Corral Jurado

Hace unas semanas ante las perspectivas que dibujaba la iniciativa en materia de telecomunicaciones formamos un Frente por la Comunicación Democrática.

Invitamos el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y un servidor a hombres y mujeres que se distinguieran por su valor e independencia a incorporarse en una lucha por la libertad.

Al llamado ocurrieron artistas, académicos, religiosos, intelectuales, políticos de diferentes partidos, activistas de derechos humanos, legisladores, jóvenes que sienten amenazada su libertad en el internet. Formamos una cadena humana de los Pinos hasta Televisa Chapultepec en rechazo de la intentona de Televisa por imponer una iniciativa hecha por ellos y presentada por Peña Nieto al Senado, diseñada para mantener intacto el monopolio.

A partir de esa fecha iniciamos un recorrido por el país para replicar esta experiencia del Frente en otras entidades del país. En Puebla constituimos el primer capítulo estatal;  luego se formó en Oaxaca, animado por muchos amigos, entre ellos el pintor Francisco Toledo. Siguió San Luis Potosí, Baja California, Jalisco, Querétaro y Veracruz. Me ha tocado estar animando a hombres y mujeres de distintos credos políticos para que se organicen y –demos junto la pelea por la libertad económica y política.

Ésta caravana tocó a Chihuahua esta semana. Una tierra llena de contrastes.  No lo digo por la geografía ni por el clima que, hoy nos muestra las temperaturas altas que todos padecemos. Menciono el contraste de una sociedad insurgente de la década de los ochenta, con la sociedad actual, indiferente, resignada a los malos gobiernos, a los políticos arbitrarios y caprichosos como es el actual Gobernador del Estado. Del grito ayer de, "ya es tiempo", al bostezo somnoliento del calor en que hoy se ve a Chihuahua. Increíble me resulta que una sociedad tantas veces altiva ayer, hoy enmudece y parece no querer escuchar, ante la opresión y la rapiña de un Gobernador que ha superado la imaginación colectiva en abusos y excesos. Defensora de sus derechos, celosa de su independencia, la sociedad chihuahuense hoy vive un bostezo profundo. Quizá lo que más contribuye a ello, es la ausencia de una auténtica oposición político-partidista en nuestro Estado, y el creciente control político gubernamental sobre los medios de comunicación a partir de convenios de publicidad, concentrados además esos medios en unas cuantas manos. Chihuahua es de los peores ejemplos a nivel nacional en la inmoral como ilegal utilización de los recursos públicos para promover la imagen del Gobernador César Duarte, comportado como cacique de viejo cuño.

En el acto de constitución del Frente en Chihuahua estuvo el ingeniero Cárdenas y la analista Denise Dresser. Se abarrotó el auditorio Leonardo Da Vinci del Museo Semilla, en un ambiente en el que se sintió un despertar. Bien lo dijo Jaime García Chávez ante la presencia numerosa y entusiasta de la gente, "algo empieza a moverse en Chihuahua".

El Frente está orientado a construir una base social para hacer que se respete la Constitución en la legislación secundaria de Telecomunicaciones y llamar a los legisladores para que sean congruentes con el voto que emitieron en la reforma a nuestra carta magna. Muchos saben que hubo un Pacto por México cuyo propósito fue sumar partidos y gobierno una fuerza para enfrentar los grandes problemas nacionales. Fruto de ese acuerdo fue la serie de cambios constitucionales para combatir a los monopolios y la corrupción que como entes simbióticos carcomen el país. Tanto el PRD como el PAN suscribieron el Pacto y participaron durante semanas en la lista de temas que se tenía que ocupar la atención del gobierno y del Congreso.

El gobierno festinó al Pacto y sobre todo al presidente, al que puso a nivel de héroe nacional, poco le faltó para que emitiera monedas con la efigie de Peña Nieto coronado de guirnaldas de oliva. La propaganda, a la que es tan débil este gobierno, presumió al Presidente como la maravilla enmascarada.  Las revistas nacionales y extranjeras lo ensalzaban como el Gran Reformador. La revista TIME se atrevió a calificarlo como El Salvador de México. Pero ese gobierno que firmó y publicó los cambios en la Constitución en materia de telecomunicaciones, radiodifusión y competencia económica; ese presidente que festinó la presencia de representantes de las tres principales fuerzas políticas en acuerdos que perseguían emprender una batalla seria y enérgica contra los monopolios, se descubrió su verdadero rostro autoritario y la intención restauradora del viejo régimen.

Llegado el momento de cumplir, en el momento de la verdad que fue al presentar las leyes secundarias, se echó para atrás. Una artimaña para hacer parecer un gran acuerdo nacional, y luego incumplir en las leyes secundarias.

Las reformas constitucionales se convirtieron en un cuento chino al llegar las leyes secundarias, las que harían operativos los postulados de la Constitución; varios de los mandamientos son escamoteados, otros reducidos y muchos simplemente desaparecen. Se pretende traicionar el principal objetivo de la reforma que fue la desconcentración de medios, partir los monopolios e imponer reglas a la propiedad cruzada entre las empresas comunicacionales. Hacernos de agua, mediante redacciones tramposas, definiciones importantes como preponderancia y servicio público.

Lo que desea el Frente es sumar fuerzas de la sociedad para que se cumpla la constitución en las leyes secundarias. Que se llene las lagunas jurídicas que mañosamente se dejaron en las iniciativas presentadas. Queremos que la iniciativa firmada por 18 senadores de distintos partidos políticos sea analizada y se haga de cara a la sociedad en un debate serio y no se voten en las Cámaras como si éstas fueran un hipódromo en donde los legisladores salgan a la voz de arranque y a la velocidad del rayo sean votadas.

Queremos que la concentración que hay de medios en el país se transforme en un mercado con mayores participantes donde la propuesta de los nuevos actores sea la que importe. A la hora de asignar nuevas estaciones de radio y televisión.  Que haya competencia para mejorar contenidos. Queremos que la discrecionalidad de los funcionarios para otorgar concesiones se termine y que sea el IFETEL quien las asigne de acuerdo a criterios técnicos y promoviendo en sus decisiones la desconcentración de medios.

La iniciativa en telecomunicaciones presentada por el ejecutivo es remisa en el Derecho de las Audiencias, en el desarrollo de los lineamientos de la reforma constitucional para los medios públicos, pretende proteger al duopolio televisivo y concederle nuevos privilegios y excepciones como el de no ser declarado preponderante en el mercado de la televisión de paga, le cierra el paso a los medios de uso social, indígenas y comunitarios no sólo prohibiéndoles fuentes reales de financiamiento como es la comercialización de mensajes publicitarios sino a través de mecanismos de otorgamiento de las concesiones que casi las equiparan con las comerciales;  otorga facultades anticonstitucionales a la Secretaría de Gobernación e intenta menoscabar los derechos fundamentales como la libertad de expresión, la privacidad y el control de las ideas a través de la censura.

La columna vertebral de los postulados constitucionales que fue la desconcentración en materia de medios masivos de comunicación, tiene en la iniciativa su antípoda; son una burla las medidas asimétricas que se imponen al preponderante en radiodifusión. Por eso hemos dicho que la iniciativa que presentó el Ejecutivo pertenece a la zaga de las leyes de televisa.

Televisa impunemente ha manipulado a la audiencia, ha construido candidatos y a impuesto a funcionarios.  Es hora de que deje de ser el ministerio de la información y el entretenimiento. Y que deje de destruir por la tarde, lo que los niños aprenden por la mañana en la escuela.

Lo que queremos es un debate real. Un debate que deje en claro quién es quién y qué quieren unos y qué quieren otros. Un debate que argumente y dibuje las alternativas, los riesgos y ventajas de cada posición.  Un debate que permita al mexicano de la calle, al del norte y al del sur, discutir y participar en la vida pública. No queremos negociaciones en lo oscurito, ni del PAN ni del PRD, ni nos vamos a conformar con cambios cosméticos, los negocie el PAN o como los ha negociado el PRD a través de su coordinador en el Senado, Miguel Barbosa. Nosotros militamos en el interés público, y no tenemos por qué andar cuidando relación alguna con el presidente de la República o con las televisoras.

Hoy se pretende empalmar dos iniciativas trascendentes, la de telecomunicaciones y la energética en las mismas fechas de la Copa Mundial de Futbol para que pase de noche a la sociedad las reformas que pretenden imponer. Es grotesco y absurdo que la propuesta de empalmar telecomunicaciones a la energética y durante el mundial esté siendo empujada por el Senador Miguel Barbosa. Parece que la conciencia de lo limitado de esa negociación toma también la estrategia de esconderse entre el ruido y la prisa. Porque además hay elementos muy delicados en eso que el coordinador de los Senadores del PRD llama "grandes transformaciones" a la iniciativa. No sé si el conjunto de los negociadores perredistas asumen lo acordado en tres  temas fundamentales, o ya se trata de los primeros goles sin que empiece el mundial: la forma en que "resuelven" la preponderancia, que en lugar de SECTOR, cambian a SECTORES, cuando deben ser servicios o mercados; el cambio que se hace al cuarto párrafo del artículo 268 y el nuevo NOVENO transitorio del proyecto. Los tres casos son absolutamente contrarios a la Constitución.

La nueva redacción en el artículo 268 va a contrapelo del artículo 28, que regula la hipótesis de la desinversión como una medida aplicable a todos los concesionarios, no sólo a los preponderantes. Y el otro es que, si bien eliminaron del articulado la cláusula Cablecom, ahora la metieron en un transitorio, reforzada. Una licencia para que Televisa pueda comprar todo lo que quiera en el sector telecomunicaciones, bajo una increíble excepción para que pueda seguir concentrando.

Por eso quieren la discusión de estos asuntos durante el futbol. Sí, a través de una treta quieren tener a los mexicanos frente al televisor, y no se trata sólo de 90 minutos, quieren tenerlos horas y horas. Viendo los juegos, las repeticiones de los juegos, lo mejor de las jugadas, los mejores goles, una y otra vez.   Luego los programas de comentarios sobre los partidos de futbol del día.  Las calles semi vacías, las casas llenas en la sala, los cafés y las cantinas repletas.  Quieren una sociedad hipnotizada por la televisión, amnésica del deber ciudadano, olvidadiza.

El gobierno de Peña Nieto y sus cómplices en el Senado de la República lo que quieren es al mexicano disfrutando su “mexicana alegría” o su pesar por las derrotas. En todos lados, menos atentos al debate parlamentario que resuelve cosas trascendentes en la vida de este país, el destino de dos bienes de la Nación para unos cuantos: el espectro radioeléctrico y los hidrocarburos. Temen que el pueblo salga a la calle y se manifiesten pacíficamente, que las leyes aprobadas traigan consigo el estigma del rechazo social. O que crezca un movimiento semilla de molestos e inconformes con este gobierno. Por esto es importante que la sociedad se organice y sea crítica.  Y en esto se empeña el Frente por la Comunicación Democrática.

@Javier_Corral

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