6/11/2014

Los periodistas pal café . . . . .


Ha comenzado el tramo final del proceso legislativo de aprobación de la reforma energética peñista (REP). El primer episodio de esta nueva temporada de nocivo teatro político tardó cuatro horas en una primera sentada en busca de que los actores pertenecientes a comisiones senatoriales se pusieran de acuerdo en detalles del método de trabajo. Lo esencial ya había sido decidido mediante la suma de votos de panistas y priístas, pero personal de los partidos del Trabajo y de la Revolución Democrática se esmeraba en crear atractivo suspenso en los detalles (reservar artículos para discusión, alargar las sesiones, hacer discursos y declaraciones con pasión, obtener ‘‘triunfos’’ intrascendentes), así que luego de un receso para comer se reanudó ayer dicha función de comisiones unidas.
Ese primer apunte de forcejeo procesal permite identificar las apariencias y las insuficiencias del campo legislativo de batalla, donde una oposición ‘‘de izquierda’’ aritméticamente condenada a la derrota ofrece exculpatorios montajes de oposición acotada a sabiendas de que ‘‘la mayoría’’ (esta vez formada por el PRI y el PAN) acabará imponiendo sus decisiones no por argumentación convincente ni votaciones de conciencia sino por consignas cupulares, por arreglos y negociaciones que acabarán beneficiando a todo el elenco involucrado en la obra, asúmanse unos u otros como héroes o villanos, sean unos la ‘‘aplanadora’’ numérica o la ‘‘resistencia’’ que pelea como nunca y termina siendo convenientemente derrotada como siempre.
Si el Congreso de la Unión no representa la voluntad popular, y obedece fundamentalmente a las prácticas tradicionales de una clase política multipartidista especializada en beneficiarse a costa de los intereses colectivos, es natural que segmentos críticos e informados de la sociedad salten a las calles para tratar de frenar el golpe legislativo que, ya formalizado, política y jurídicamente será muy difícil de echar en reversa. Ayer mismo, mientras estas líneas eran redactadas, organizaciones sociales y ciudadanos en lo individual partían desde diversos puntos geográficos e ideológicos para converger en una marcha recordatoria de otro de los zarpazos históricos del poder, el del 10 de junio echeverrista, pero además, para tratar de demostrar el brío ciudadano contrario a lo que en las cámaras y en las camarillas estaba comenzando a ser procesado para cumplir con la reforma de reformas, la energética, que ya tiene comprometida Peña Nieto con firmas trasnacionales y no solamente a partir de la gira europea que ahora cumple.
A pesar de su energía y disposición, no hay un camino viable para las voluntades deseosas de oponerse activa y oportunamente a los arreglos que darán por resultado la aprobación de las leyes reglamentarias de la reforma constitucional aprobada sin oposición eficaz en diciembre pasado. Los dos principales agrupamientos de izquierda, el institucionalizado PRD y Morena, en formación, han preferido trasladar sus ánimos combativos, y su proselitismo partidista, a una difusa posibilidad de que se realice una consulta popular en 2015, a la par de las elecciones federales intermedias.
Esa consulta, cuyos términos, alcances y confiabilidad están por definirse, correrá la misma suerte que los partidos que la promueven, divididos para beneplácito del peñismo (con un sol azteca previsiblemente en continuidad de alianza práctica con Los Pinos), sujeta a organización, conteo y sentencias de los órganos electorales ya plenamente controlados por el mismo poder privatizador de los energéticos y en pretensión electoral expansiva en ese 2015.
Golpe dado ni consulta popular lo quita, así que Los Pinos y sus socios y aliados tienen ya lista una apabullante campaña propagandística para ‘‘convencer’’ a los ciudadanos de las bondades de esa reforma energética y de los inevitables beneficios económicos que significará. Además, desde ahora se están cerrando tratos con empresas extranjeras, con gobernantes de esos países como testigos de calidad, que sólo esperan el cumplimiento de los trámites legislativos para quedar como letra jurídica firme, instauradora de derechos y obligaciones para las partes contratantes, sujetas éstas a la jurisdicción de tribunales extranjeros en caso de litigio, onerosos los eventuales pagos si es que los firmantes a nombre de México pretenden dar reversa por sí mismos o a cuenta de eventuales consultas populares.
Con menos atención pública pero similar gravedad, 40 organizaciones han alertado contra la propuesta de ley de hidrocarburos y las correspondientes adecuaciones a leyes conexas. Se pretende, denuncian los integrantes del Movimiento por la Soberanía Alimentaria, la Defensa de la Tierra y el Agua, los Recursos Naturales y el Territorio, ‘‘el establecimiento de mecanismos y procedimientos para el uso superficial de la tierra ejidal y comunal anteponiendo la exploración y extracción de hidrocarburos sobre la actividad agropecuaria, forestal y pesquera de nuestro país’’ (entre otros puntos, busca reducir facultades a la Procuraduría Agraria, en detrimento de los campesinos).
Un punto delicado es el de las servidumbres legales que los dueños de predios rurales podrán ‘‘negociar’’ en cuanto a ‘‘contraprestaciones’’ frente a las grandes corporaciones trasnacionales bajo amenaza de que, en caso de no llegar a un rápido arreglo, por la vía administrativa se procederá a la expropiación, para privilegiar la explotación y extracción de hidrocarburos.
Señalan los opositores que ‘‘la forma en la que el Ejecutivo conceptualiza las servidumbres legales de hidrocarburos otorga derechos de tránsito a personas, sin especificar a quiénes se refiere; las empresas privadas, sobre todo petroleras, al sentirse dueñas de los terrenos seguramente negarán el tránsito a sus legítimos dueños; mientras para éstas prevé el tránsito de transporte, conducción y almacenamiento de materiales para la construcción, vehículos, maquinaria, y bienes de todo tipo, entre otras, que visto el ejemplo de Puebla, Morelos y Tlaxcala, puede incluso apoyarse en el Ejército para imponerse’’. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

Foto
Pocos mexicanos pueden darse el lujo de estrenar coche. En otros países, como puede verse en la gráfica, 50 mil de cada 100 mil personas pueden hacerlo. Sobresalen los casos de Canadá y Estados Unidos. ¿Será que preferimos movernos en Metro, trolebús, moto o bicicleta? No exactamente. La aspiración es llegar a tener un coche nuevo. Sin embargo, nuestra gente no gana el dinero necesario. La última década ha sido especialmente dura para los consumidores; se extiende a través de los sexenios de Fox, Calderón y lo que va de Peña Nieto. Esa situación repercute en los fabricantes de vehículos. La producción y la exportación alcanzan niveles históricos, sin embargo, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores reporta que la venta de vehículos, entre enero y mayo de este año, fue de 416 mil 233 unidades, 2 mil 42 menos en comparación con el mismo periodo de 2013. Los sectores con mayor caída fueron los de camiones pesados y autos compactos. Las cifras de este año son similares a las registradas entre 2003 y 2004, lo que muestra una ‘‘década perdida’’, un periodo en el que México bajó del lugar 13 al 16 en el registro mundial de venta de vehículos nuevos.
La gente percibe que las cosas van mal
La industria rebajó su pronóstico de ventas para este año a un millón 94 mil unidades, ‘‘un ajuste que no habíamos tenido que hacer desde la crisis de 2009’’, dice Guillermo Treviño, presidente de la citada asociación. Esta situación ‘‘enciende focos rojos respecto de la economía de nuestro país, refleja la percepción del consumidor sobre lo que llega a sus bolsillos’’. La gente percibe que las cosas no están bien, opina a su vez el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo Solís. Sostiene como una de las causas principales la disminución de las expectativas de crecimiento de la economía nacional. El sector de autos compactos es en el que más se nota el efecto de que el ingreso disponible de las familias que podrían adquirir un vehículo nuevo se ha lesionado y sus decisiones de compra se han pospuesto. La importación de autos usados sigue siendo el factor estructural más relevante para la depresión del mercado interno, pues representa 88.2% de las ventas de vehículos. La gran mayoría se importan mediante amparos. Los jueces federales responsables de otorgar la mayor parte de los amparos, Daniel José González y José André Nalda, del segundo y tercer distrito de Baja California, respectivamente, fueron reubicados en Veracruz y Guerrero, lo que constituye ‘‘un mensaje que promueve la opacidad y la impunidad’’, pues lo que debió hacerse era proceder a sanciones administrativas o judiciales’’.
Prudente
No quiso Peña Nieto enfrascarse en una discusión pública con Lula da Silva. Actuó prudentemente. Lula tiene más tablas en economía, más experiencia de gobierno, fue presidente dos periodos en Brasil y hoy es un conferencista de talla mundial. Y posee una labia formidable. Incluso Peña Nieto le ha pagado por venir a México, como sucedió en el arranque de la Cruzada contra el Hambre –que intenta ser una copia del programa Hambre Cero, del propio Lula. A la agresión verbal del brasileño –dijo que el mexican moment es una mentira–, Peña Nieto contestó con palabras cordiales: México no está en competencia con Brasil. Y le dejó al Piojo Herrera la responsabilidad de cobrar la venganza cuando se enfrente a la escuadra verde-amarilla.
¿Y el Cetes Directo?
A finales de 2010, Felipe Calderón presentó un nuevo instrumento de ahorro, el Cetes Directo. Se pueden invertir desde 100 pesos. Una forma segura para que los mexicanos ahorren y ganen dinero, según Calderón. El secretario de Hacienda era Ernesto Cordero. El Banco de México acaba de disminuir la tasa líder a 3%, arrastrando a la baja los rendimientos de los Cetes. Ahora sólo paga 2.92% el de 28 días, pero la inflación es mayor a 3%. O sea que el Cetes Directo no resultó tan seguro como dijo Calderón, ni está haciendo que los pequeños inversionistas ahorren y ganen.

Va viento en popa el esquema financierista para que la banca de Wall Street (entre ellos el vilipendiado banco de inversiones Goldman Sachs) controle la propiedad catastral de las reservas de las aguas profundas del Golfo de México bajo la coartada de la bursatilización encubierta del método contable del booking, de acuerdo con los criterios de la comisión reguladora bursátil (SEC, por sus siglas en ingles) de Nueva York.
Goldman Sachs se refocila de la integración energética de Norteamérica (¡supersic!) y publicita la Cumbre de Energía de Norteamérica, el 10 y 11 de junio en Nueva York, a la que asistirán los máximos pensadores (sic) e influyentes tomadores de decisiones del sector privado y público, entre ellos directivos, funcionarios públicos y expertos de Estados Unidos, Canadá y México, así como los principales inversionistas globales y las trasnacionales involucradas en el sector energético de Norteamérica. Será muy interesante conocer a los asistentes mexicanos del sector público y privado.
Los megabancos y las trasnacionales petroleras anglosajonas únicamente están interesados en el fracking del shale gas y en el petróleo de las aguas profundas del Golfo de México.
La gráfica de la producción de shale gas en Estados Unidos plantea dos escenarios, uno optimista y otro estable (statu quo), de lo que se deduce del análisis de las gráficas de Canadá y México que el verdadero auge del esquema tripartito de Norteamérica, bajo la inminente protección geopolítica/geoeconómica del Comando Norte (NorthCom), provendrá esencialmente del México neoliberal itamita.

En pleno ambiente mundialista, y con la verde amarela de vestimenta, el ex mandatario brasilero Lula metió el primer gol en la portería hepática del gobierno mexicano: “me fui a enterar de los fundamentos económicos mexicanos y todo es peor que en Brasil… no hay ningún indicador comparable a los nuestros… México ofrece números nada comparables con los de Brasil en materia económica y social”.
El ego neoliberal mexicano fue sacudido por Luiz Inácio, quien, a pesar de que sus dos periodos de gobierno no fueron la octava maravilla, puede presumir que logró avances mayores a los registrados en la segunda mitad del sexenio foxista y en los primeros cuatro años del inefable Felipe Calderón, aunque es necesario resaltar que el ex líder sindical lleva toda la ventaja en el comparativo con el dúo dinámico del panismo, pues éste resultó una verdadera desgracia para los mexicanos.
Lula ocupó el Palacio de Planalto desde el primer día de 2003 y lo desalojó el 31 de diciembre de 2010. En ese periodo, la economía brasileña registró un incremento promedio anual de 2.9 por ciento. En igual lapso, la economía mexicana creció 1.8 por ciento. La diferencia, sin ser la panacea, es notoria. En ese lapso, mientras en el país sudamericano el número de pobres se redujo, aquí aumentó de forma por demás acelerada.
Hay muchos indicadores comparativos que sin duda alguna le dan ventaja y sustento a lo dicho por Lula, pero lo que es necesario resaltar es que ni en Brasil y, mucho menos en México, los resultados son los requeridos por los habitantes de ambas naciones. ¿Mejoró el perfil brasileño en tiempos de Luiz Inácio? Sí, pero no fue suficiente. En cambio, para efectos mexicanos la misma pregunta tiene respuesta rotundamente negativa. Pero se retorna al punto toral: ¿alcanzó el avance brasileño?
Fox y Calderón ni se dieron por aludidos por las declaraciones del ex mandatario, pero Lula sacó ronchas en Los Pinos, porque el brasileño también enfocó baterías sobre el asunto petrolero: lo que México hace actualmente en materia energética sucedió en Brasil hace 20 años, de tal suerte que, dijo, la gran promesa económica de México es una mentira.
Cierto es que Brasil lo hizo dos décadas atrás, pero una de las políticas de Lula fue, precisamente, echar para atrás la privatización petrolera brasileña y la modernización de Petrobras. No lo logró al ciento por ciento, pero algo alcanzó a hacer. Aquí, por el contrario, los dos gobiernos panistas intentaron privatizar el sector energético nacional y, aunque avanzaron en varios rubros, no culminaron su obra. Pero Enrique Peña Nieto sí, quien fue mucho más allá de lo hecho en Brasil.
Lula registró un gran apoyo popular; Fox, Calderón y Peña Nieto, ni de lejos, aunque esto tampoco le alcanzó al brasileño para avanzar mucho más, ni aquí contuvo el saqueo durante la docena trágica y la gestión actual. Que en Los Pinos se envuelvan en la bandera nacional para defender los grandes logros económicos del país resulta tan ligero como lo dicho por el ex mandatario sudamericano, porque más allá de los indicadores macroeconómicos o las políticas privatizadoras que ambas partes defienden, lo cierto es que el nivel de vida de brasileños y mexicanos se mantiene en la lona, mientras la deuda social, esa sí, no deja de crecer y a paso veloz.


La aprobación por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) de una reforma legal que prohíbe en esta capital los circos con animales generó una primera reacción de los trabajadores del gremio, los cuales marcharon ayer de Buenavista al Zócalo en protesta por no haber sido consultados y en defensa de su derecho al trabajo.

Sobre utilización de animales en los circos
Leo con sorpresa en nuestro periódico que los legisladores de un tal partido ecologista lograron ayer que en la Asamblea Legislativa se votara y prohibiera el uso de animales en los circos.

El cardenal ofreció promoverlo para ser obispo a cambio de no seguir hurgando en los casos de pederastia cometidos por Marcial Maciel Degollado. El cardenal Norberto Rivera Carrera hizo tal propuesta al padre Alberto Athié Gallo, quien en días recientes volvió a comentar públicamente el ofrecimiento del cual ya había dado más detalles en 2012.

El rumor de la calle es, por largos momentos, ensordecedor. Los oídos de las élites, no sin irónico desprecio, se han cerrado, son incapaces de escucharlo. Fuera de los intereses cupulares muy poco se trasiega en favor de los de abajo. Las cumbres ejecutivas, junto con los medios a su servicio, se enclaustran en narrativas circulares y vacuas, simples justificantes de sus muy particulares ambiciones. Los legisladores están en lo suyo: un rejuego de espejos que sólo refleja el viciado apego a las propias biografías. El esfuerzo por escalar los ansiados escalafones y evitar el temido descenso les resulta agotador para sus energías disponibles. Los compadrazgos, el amiguismo, los negocios, la mirada fija en el mando superior y las complicidades grupales se posesionan en el mero centro de la actividad legislativa. El aparato judicial, por su parte y en sus distintos niveles y especialidades, se regodea pensándose justo, indispensable y meritorio, un verdadero rescoldo que todo lo merece. La inconformidad popular con el olvido a cuestas y la precariedad presente, en cambio, se torna atronadora sin que haya algo o alguien que la atienda o mitigue. La desconfianza, injertada por la corrupción y la flagrante impunidad reinante, golpea sin piedad la compulsiva inclinación de los mexicanos a preservar, antes que todo lo demás, un cacho de esperanza. A lo mejor, sueñan, el mañana será distinto, asequible, lleno de oportunidades.

El carácter sagrado de la figura del peregrino tiene algo de interesante para nuestra sociedad contemporánea.

Tras el doble magnicidio de los presidentes de Ruanda y Burundi (6 de abril de 1994), la primera embajada en abandonar Kigali fue la de Estados Unidos. El mismo día, Bélgica y Francia embarcaron a sus nacionales, sin preocuparse de los ruandeses que trabajaban en sus empresas, minas y plantaciones de café y otros productos primarios.

Uno de los cuentos de hadas que los economistas leen antes de dormirse es el de los fondos prestables y la tasa de interés. Les encanta por muchas razones. Tiene ramificaciones hacia otras historietas fantásticas y eso les debe dar una sensación de seguridad de que su mundo de ilusiones tiene fundamentos sólidos. Lástima que una y otra vez su ensoñación se interrumpe por el brutal ruido del mundo real.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario